La mastitis se observa con mayor frecuencia en perras lactantes posparto. Sin embargo, puede darse en perras no gestantes con galactorrea. Puede afectar solo a una o varias glándulas y puede ser crónica o aguda.
Etiología de la mastitis en pequeños animales
La mastitis está causada por la introducción de bacterias en una glándula mamaria a través de la lactancia, traumatismos o diseminación hematógena. Las bacterias asociadas con la mastitis incluyen Escherichia coli, Staphylococcus spp y Streptococcus spp, que se encuentran en la microbiota cutánea normal de la perra. Staphylococcus aureus es la bacteria que se aísla con más frecuencia.
La incidencia de mastitis crónica o subclínica se desconoce y se suele sospechar cuando los cachorros no se desarrollan bien. El peso de los cachorros debe controlarse diariamente para asegurarse de que están aumentando de forma adecuada.
Signos clínicos de la mastitis en pequeños animales
Los signos clínicos de la mastitis aguda incluyen:
Anorexia.
Glándulas mamarias duras, dolorosas y calientes.
Fiebre.
Disminución del interés materno por los cachorros.
La leche puede tener un aspecto normal, estar teñida de sangre o purulenta.
Diagnóstico de la mastitis en pequeños animales
El examen microscópico de la leche mostrará un aumento de neutrófilos degenerativos y puede ser diagnóstico. La leche de la glándula afectada debe enviarse para cultivo microbiológico y pruebas de sensibilidad a antimicrobianos, incluso si parece normal.
El diagnóstico diferencial incluye el carcinoma mamario inflamatorio en perros y la hiperplasia mamaria felina en gatos.
Tratamiento de la mastitis en pequeños animales
El tratamiento de la mastitis aguda o crónica debe incluir un tratamiento antimicrobiano de amplio espectro, que cubra tanto los microorganismos gramnegativos como los grampositivos. Al elegir un antimicrobiano es importante considerar los efectos que los antimicrobianos pueden tener en la descendencia. Las opciones empíricas más frecuentes son la cefalexina (15-30 mg/kg, PO, cada 8 horas) y la amoxicilina-ácido clavulánico (14 mg/kg, PO, cada 8-12 horas).
Otros tratamientos que se deben considerar son las compresas calientes o frías sobre la glándula y el ordeño del pezón. Los analgésicos necesitan una consideración especial debido a la transferencia de esos medicamentos a los cachorros a través de la leche. Los cachorros pueden mamar de los pezones no afectados, pero la perra puede no permitirlo y puede ser necesario suplementar con leche.
Si la mastitis aguda no se trata inmediatamente, se extenderá de glándula a glándula y puede provocar la rotura. El absceso o la gangrena de las glándulas pueden desarrollarse rápidamente en los casos graves y producir sepsis. Si hay evidencia de rotura del pezón, puede ser necesario el desbridamiento quirúrgico del absceso o del tejido gangrenoso.
Prevención de la mastitis en pequeños animales
Las zonas de parto y cualquier cama utilizada han de mantenerse muy limpias. Las uñas de los cachorros deben mantenerse cortas para evitar traumatismos en la glándula y crear una abertura para las bacterias oportunistas.