La gestación falsa es una situación frecuente en las perras y poco frecuente en las gatas. Esta se produce al final del diestro y se caracteriza por hiperplasia de las glándulas mamarias, lactación y cambios de comportamiento. Algunas perras se comportan como si hubieran parido, desempeñando el papel de "madres" haciendo nidos para objetos inanimados y negándose a comer. Se debe confirmar que no existe una gestación verdadera mediante la historia clínica, la palpación abdominal y radiografías y ecografías abdominales.
Se cree que las concentraciones disminuidas de progesterona e incrementadas de prolactina asociadas con el final del diestro son las responsables de los signos clínicos. No se recomienda ningún tratamiento, ya que la afección se resuelve espontáneamente en 1-3 semanas. En perras con malestar secundario al aumento de tamaño de la glándula mamaria, puede producir alivio alternar la aplicación de compresas frías y calientes sobre la mama aumentada o vendar el abdomen con un vendaje elástico. Los propietarios deben tener cuidado de no extraer leche de las glándulas mamarias, dado que esto solo sirve para estimular la lactogénesis.
Se puede considerar el uso de tranquilizantes (p. ej., el diazepam, PO, hasta 4 días) en perras con cambios de conducta. No se deben utilizar estrógenos debido a su potencial efecto de supresión de la médula ósea. El acetato de megestrol, un progestágeno (2,5 mg/kg/día, PO, durante 8 días), es el único fármaco autorizado actualmente para el tratamiento de la pseudogestación en perras en EE. UU. El uso prolongado o repetido del acetato de megestrol puede causar piometra. Los andrógenos (p. ej., mibolerona, 16 mcg/kg/día, PO, durante 5 días) pueden disminuir los signos clínicos de la pseudogestación en perras. La mibolerona no está aprobada para el tratamiento de la pseudogestación en perras en EE. UU. Si los propietarios están preocupados por los ataques repetidos de pseudogestación, se debe permitir que la perra se aparee o se someta a una ovariohisterectomía.