Las perras tienen la involución uterina más lenta de todas las especies domésticas. Puede tardar hasta 90 días en completarse. La reparación normal del endometrio en los sitios de fijación placentaria puede tardar hasta 12 semanas. La secreción posparto de líquidos fetales y restos placentarios (loquios) suele estar presente durante 3-4 semanas después del parto. Inicialmente, los loquios son verdosos y después se vuelven más rojizos. La cantidad de loquios debería disminuir lentamente. Debe sospecharse una subinvolución de los sitios placentarios (SISP) si la secreción vaginal serosanguínea persiste durante >6 semanas.
Patogenia de la subinvolución de los sitios de placentación en pequeños animales
La patogenia de la SISP no está clara. Durante la formación de la placenta, las células del embrión en desarrollo invaden el endometrio. Después de que las placentas se desprendan tras el parto, los sitios placentarios se suelen curar desprendiendo estas células invasoras. En algunos casos, sin embargo, estas células continúan persistiendo en la pared uterina, lo que da lugar a una hemorragia continua desde los sitios placentarios.
La SISP se suele producir en perras jóvenes y por lo general después de la primera camada.
Signos clínicos de la subinvolución de los sitios de placentación en pequeños animales
La SISP se caracteriza clínicamente por una secreción vaginal serosanguinolenta (de color rojo amarillento) a hemorrágica más allá de las 6-8 semanas posteriores al parto.
Diagnóstico de la subinvolución de los sitios de placentación en pequeños animales
El diagnóstico de la SISP se basa en los signos clínicos y la anamnesis y la reseña.
Los hallazgos citológicos vaginales incluyen células trofoblásticas sincitiales 4 semanas después del parto.
Otras pruebas diagnósticas incluyen el diagnóstico por imagen y la biopsia de sitios placentarios (poco frecuente).
Suele ser un diagnóstico de exclusión.
Tratamiento de la subinvolución de los sitios de placentación en pequeños animales
Se ha descrito que la administración oral de dosis bajas de progestágeno (p. ej., acetato de megestrol) durante 2 semanas es eficaz para detener la secreción vulvar serosanguinolenta persistente en perras con SISP. La cantidad o composición de la secreción no cambia con el tratamiento antimicrobiano, pero puede considerarse para prevenir la infección debido a la presencia de líquido uterino persistente. Sin embargo, la mayoría de los animales afectados están sistémicamente sanos. La monitorización cuidadosa de la pérdida de sangre suele ser el tratamiento recomendado.
Si el sangrado vaginal no disminuye, se justifica una investigación adicional para descartar trastornos de la coagulación, traumatismos y neoplasias. En casos graves, puede ser necesaria una transfusión de sangre (raro).
La ovariohisterectomía está indicada en casos raros de hemorragia permanente profunda o infección uterina. Los agentes de contracción uterina (oxitocina y ergonovina) no se recomiendan y no son eficaces.
Los casos de SISP se suelen resolver espontáneamente cuando no hay otros signos clínicos aparte de la secreción vaginal prolongada. El pronóstico es excelente y la fertilidad futura no se ve afectada por esta enfermedad.