La vulva hundida es una afección frecuente de la conformación canina en la que la vulva está al menos parcialmente tapada o envuelta por los pliegues cutáneos circundantes. La vulva hundida también se conoce como vulva encapuchada, vulva juvenil, vulva hipoplásica o vulva invertida.
Patogenia de la vulva retraída en perras
El exceso de pliegues cutáneos sobre la vulva predispone a infecciones bacterianas ascendentes del tracto urogenital.
Epidemiología de la vulva retraída en perras
La vulva hundida no tiene una disposición racial específica, pero se ha demostrado que las perras esterilizadas de razas medianas a gigantes corren mayor riesgo. La edad de inicio suele ser <1 año de edad. El peso corporal es un factor contribuyente; la obesidad aumentará la gravedad de una vulva hundida.
Signos clínicos de la vulva retraída en perras
Por cortesía de la Dra. Viviane Gomes, Louisiana State University.
Los signos clínicos asociados con la vulva retraída en perros incluyen:
Dermatitis perivulvar.
incontinencia urinaria
Infecciones del tracto urinario.
Irritación de los genitales externos.
Polaquiuria.
Vaginitis.
Lamido excesivo de la zona vulvar.
Arrastrar la parte posterior.
Mal olor.
Hematuria.
Tratamiento de la vulva retraída en perras
La vulva retraída en perras se puede tratar médica o quirúrgicamente.
El tratamiento antimicrobiano tópico, los agentes limpiadores y secantes o las lociones para evitar infecciones secundarias a menudo no son beneficiosos y no proporcionan resultados permanentes. La pérdida de peso puede ayudar en animales con obesidad.
La vulvoplastia es un procedimiento quirúrgico diseñado para corregir el defecto eliminando la piel sobrante para restaurar la conformación normal de la vulva y mejorar los signos clínicos. La incontinencia urinaria puede persistir.