Muchos de los fármacos que se usan para tratar las enfermedades cardiacas en animales son los mismos que se usan en las personas.
Inótropos positivos
Los inótropos positivos aumentan la fuerza de contracción del músculo cardiaco al incrementar la cantidad de calcio intracelular disponible para unirse a las proteínas del músculo. El aumento de la cantidad de calcio disponible se realiza de diferentes maneras según el fármaco utilizado. Hay tres clases de inótropos positivos: glucósidos cardiacos, agonistas beta-adrenérgicos e inhibidores de la fosfodiesterasa.
Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA)
Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) se utilizan ampliamente para tratar la insuficiencia cardiaca congestiva crónica en perros y gatos. Cuando se evita la formación de la enzima convertidora de la angiotensina, se evita el estrechamiento de los vasos sanguíneos que es común en los perros con insuficiencia cardiaca congestiva. También ayuda a reducir la acumulación de sodio y agua en el organismo, que es otro efecto secundario de la insuficiencia cardiaca congestiva. El uso de estos inhibidores ayuda a aumentar la producción del corazón y aumenta la capacidad del animal para hacer ejercicio de forma segura.
Fármacos vasoactivos
Los fármacos vasoactivos dilatan o ensanchan los vasos sanguíneos. Hay dos tipos de dilatadores. Los dilatadores arteriales son fármacos que dilatan las arteriolas, lo que facilita que el corazón bombee sangre fuera de sí mismo. Los dilatadores venosos dilatan las venas que llegan al corazón y aumentan la cantidad de sangre que entra al corazón.
Antiarrítmicos
Los antiarrítmicos ayudar al corazón a latir en su patrón rítmico normal. Hay cuatro clases de antiarrítmicos, agrupados según cómo afectan a las células cardiacas.
Hematínicos
Los hematínicos son fármacos que aumentan la cantidad de hemoglobina (la porción de glóbulos rojos que transporta oxígeno por todo el organismo) y el número de glóbulos rojos en la sangre. Se usan para tratar la anemia, una afección en la que hay un número bajo de glóbulos rojos y muy poca hemoglobina.
Hemostáticos
Los hemostáticos se usan para ayudar a coagular la sangre. Hay varios tipos de fármacos que funcionan como hemostáticos. Los concentrados liofilizados se aplican a la piel o a un área en particular para ayudar a controlar el sangrado capilar (vasos sanguíneos pequeños). Estos productos se suelen absorber por el organismo. Los astringentes se usan directamente en el lugar del sangrado para controlar la hemorragia. Contraen los vasos sanguíneos y los tejidos para ayudar a ralentizar y detener el flujo sanguíneo. La epinefrina y la norepinefrina se usan para contraer los vasos sanguíneos y disminuir el flujo sanguíneo a los tejidos. Los hemostáticos sistémicos incluyen la sangre fresca o componentes sanguíneos que se han dado a animales que no pueden coagular correctamente.
Anticoagulantes
Los coágulos sanguíneos pueden ser un problema grave. Pueden causar accidentes cerebrovasculares o problemas circulatorios y pueden obstruir el flujo sanguíneo a órganos vitales. Los fármacos anticoagulantes se usan para detener o minimizar el proceso de coagulación, por lo general inactivando los factores de coagulación naturales del organismo o aumentando la velocidad a la que el organismo disuelve los coágulos.