Se puede utilizar una amplia variedad de fármacos para tratar trastornos del tracto digestivo, incluidos los que afectan a la velocidad de movimiento de los alimentos a través de los intestinos, antibióticos, fármacos para suprimir o inducir el vómito y fármacos para tratar úlceras o diarrea.
Fármacos que afectan al apetito
Los trastornos del apetito, en particular la falta de apetito, son muy frecuentes en los animales enfermos. Un veterinario puede sugerir un tratamiento farmacológico para estimular el apetito de los animales que no pueden ser obligados a comer. Existen varios fármacos estimulantes del apetito; cada fármaco actúa de forma diferente. Su veterinario le recetará el mejor fármaco para su mascota en función de cómo el fármaco puede ayudar a estimular el apetito de su mascota.
Fármacos que controlan o estimulan el vómito
El vómito está causado por afecciones que estimulan el centro emético del cerebro. A veces, el vómito puede ser beneficioso (en ciertos casos cuando se ingiere un veneno o toxina), pero también puede ser perjudicial en un animal enfermo o debilitado que probablemente se deshidratará. No todos los animales tienen la capacidad de vomitar, por lo que los fármacos que inducen el vómito nunca deben administrarse a menos que lo indique un veterinario o un especialista en control de envenenamiento animal.
Los fármacos eméticos se usan para causar vómitos y se suelen administrar en situaciones de urgencia después de que una mascota ha ingerido un determinado veneno. Suelen expulsar el 80 % del contenido del estómago. El jarabe de ipecacuana es una conocida preparación de venta libre que causa vómitos.
Los fármacos antieméticos se usan para detener el vómito. Los vómitos continuos son físicamente agotadores y pueden causar deshidratación, alteraciones ácido-base y electrolíticas, y neumonía por aspiración. Los fármacos antieméticos se utilizan para controlar los vómitos excesivos una vez que se ha hecho el diagnóstico, para evitar el mareo y para controlar los vómitos causados por la radiación y la quimioterapia.
Antiácidos
Las úlceras de estómago son un problema común en los animales, en asociación con el estrés fisiológico, el manejo de la dieta o como efecto secundario de fármacos que pueden causar úlceras. Los antiácidos comunes neutralizan el ácido del estómago para formar agua y una sal neutra. Los antiácidos frecuentemente interfieren en la absorción gastrointestinal de los fármacos que se administran al mismo tiempo. Dado que se requieren dosis frecuentes en perros y gatos, no se emplean con tanta frecuencia como otros tratamientos más recientes.
Antagonistas del receptor de histamina (H)
Los antagonistas del receptor H2 se usan para tratar las úlceras del tracto gastrointestinal. Bloquean la secreción ácida del estómago bloqueando los receptores H2.
Fármacos utilizados para tratar la diarrea
El tratamiento de la diarrea incluye la administración de fluidos, reposición de electrolitos (sales), mantenimiento del equilibrio acido-base y control del malestar. Los fármacos antiparasitarios o el tratamiento dietético también pueden desempeñar un papel importante en el tratamiento de algunos tipos de diarrea. El tratamiento adicional puede incluir protectores intestinales, modificadores de la motilidad, antibióticos, antiinflamatorios y antitoxinas.
Protectores y adsorbentes de la mucosa
Los fármacos como las fórmulas de caolín-pectina, carbón activado y subsalicilato de bismuto son tratamientos populares para la diarrea. Actúan protegiendo el revestimiento de los intestinos y/o absorbiendo las enterotoxinas y endotoxinas que causan algunos tipos de diarrea.
Están disponibles como medicamentos de venta libre, pero no deben administrarse a menos que lo indique su veterinario. Algunos de estos pueden cambiar el color o la consistencia de las heces.
Fármacos que modifican la acción intestinal
La motilidad gastrointestinal es la acción rítmica de los intestinos que mueve los alimentos a través del sistema. Los fármacos anticolinérgicos son ingredientes comunes en los medicamentos antidiarreicos porque disminuyen significativamente la motilidad y las secreciones intestinales. Relajan los espasmos de los músculos lisos del intestino y reducen la urgencia asociada a algunas formas de diarrea en perros y gatos, la cantidad de líquido secretado al intestino y los calambres abdominales asociados a un intestino hiperactivo. El uso de fármacos anticolinérgicos está limitado en medicina veterinaria porque pocos tipos de diarrea en animales se clasifican como hiperactivos.
Antibióticos
Los efectos de los antibióticos en el tratamiento de la diarrea son desconocidos o no están probados en la mayoría de las situaciones. Sin embargo, los animales jóvenes son especialmente sensibles a la diarrea y la inflamación del sistema gastrointestinal, y pueden deteriorarse rápidamente por la diarrea.
Antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
Entre sus múltiples efectos, los antiinflamatorios no esteroideos reducen la cantidad de prostaglandina producida en el organismo. (La prostaglandina es una hormona implicada en el proceso de contracción muscular.) Estos fármacos pueden ser beneficiosos con algunos tipos de diarrea. Sin embargo, los antiinflamatorios no esteroideos deben administrarse con precaución porque pueden causar efectos adversos gastrointestinales, hepáticos y renales.
Fármacos procinéticos gastrointestinales
Los fármacos procinéticos aumentan el movimiento de los alimentos a través del tracto gastrointestinal. Son útiles en el tratamiento de los trastornos de la motilidad porque ayudan a coordinar los patrones de motilidad. Desafortunadamente, algunos fármacos procinéticos pueden provocar efectos secundarios graves, lo que complica su uso.
Fármacos catárticos y laxantes
Los catárticos y los laxantes aumentan la motilidad (movimiento) del intestino o aumentan el volumen de las heces. Estos fármacos se administran para aumentar el paso del contenido gastrointestinal, para limpiar el intestino antes de una radiografía o endoscopia, para eliminar las toxinas del tracto gastrointestinal y para ablandar las heces después de una cirugía intestinal o anal. Algunos catárticos actúan estimulando o irritando los nervios del revestimiento intestinal, mientras que otros atraen líquido hacia los intestinos y aumentan el volumen de las heces. Los laxantes y los ablandadores fecales actúan aumentando el contenido de agua de las heces o la cantidad de material no digerible en los intestinos.
Antihelmínticos
Los antihelmínticos son fármacos que combaten los parásitos, muchos de los cuales infestan el tracto digestivo. Los antihelmínticos más eficaces tienen un amplio espectro de actividad frente a los parásitos maduros e inmaduros, son fáciles de administrar, inhiben la reinfestación durante periodos prolongados, tienen un amplio margen de seguridad y son compatibles con otros compuestos.
Hay varias clases de antihelmínticos, como los benzimidazoles y probenzimidazoles, las salicilanilidas y los fenoles sustituidos, los imidazotiazoles, los organofosforados y las lactonas macrocíclicas.
Benzimidazoles
Los benzimidazoles tratan las infestaciones por nematodos y gusanos planos. En los caballos, los benzimidazoles eliminan eficazmente casi todos los estróngilos maduros, aunque las larvas de tercera y cuarta fase son más difíciles de eliminar. Se cree que las dosis repetidas son eficaces porque el efecto letal es un proceso lento.
En los perros y en los gatos, los benzimidazoles se utilizan para el tratamiento de ascáridos, anquilostomas y tenias.
Tetrahidropirimidinas
Estos antihelmínticos son eficaces frente a los nematodos gastrointestinales. En los caballos, el pirantel es eficaz frente a los ascáridos adultos, los estróngilos grandes y pequeños, los oxiuros y el cestodo ileocecal Anoplocephala perfoliata. En los perros y en los gatos, el pamoato de pirantel es eficaz frente a los gusanos gastrointestinales comunes, excepto los gusanos látigo. A veces se añade oxantel a las preparaciones de pirantel para perros, de modo que los gusanos látigo se ven afectados.
Organofosforados
El uso de organofosforados está disminuyendo. El diclorvos se utiliza como antihelmíntico en caballos frente a estróngilos pequeños y grandes, áscaris, oxiuros y reznos, y en perros y gatos frente a ascáridos, anquilostomas y gusanos látigo. El triclorfón se usa en caballos frente a reznos, ascáridos y oxiuros, y en perros frente a gusanos redondos, anquilostomas y gusanos látigo.
Lactonas macrocíclicas
Las lactonas macrocíclicas (avermectinas y milbemicinas) son productos o derivados químicos de microorganismos del suelo pertenecientes al género Streptomyces.
La ivermectina y la moxidectina son lactonas macrocíclicas eficaces frente a una amplia gama de fases adultas y larvarias migratorias de ascáridos e insectos parásitos.
En los perros y en los gatos, la ivermectina, la milbemicina oxima, la moxidectina y la selamectina pueden utilizarse para controlar los ascáridos gastrointestinales.