Los tres métodos principales de administración de medicamentos en el ojo son el tópico, el ocular local (como bajo el tejido conjuntival o en la porción vítrea del ojo) y el sistémico (administrado por la boca o inyección). El método de administración más apropiado depende del área del ojo que se vaya a medicar.
Fármacos utilizados para tratar el glaucoma
Los medicamentos tópicos, como geles o soluciones que contienen prostaglandinas, mióticos (fármacos que provocan la contracción de la pupila), betabloqueantes adrenérgicos e inhibidores tópicos de la anhidrasa carbónica (un tipo de diurético), son los principales fármacos para el tratamiento del glaucoma, pero a menudo se complementan con fármacos administrados por la boca o inyectados.
Los diuréticos osmóticos se utilizan para el tratamiento de urgencia del glaucoma súbito y grave. Los diuréticos osmóticos se usan para disminuir la presión en el ojo al reducir la acumulación de líquido. Los inhibidores orales de la anhidrasa carbónica también se usan en el tratamiento y manejo del glaucoma a corto plazo. Reducen la cantidad de líquido dentro del ojo.
Fármacos utilizados para tratar enfermedades infecciosas
El tratamiento de las enfermedades infecciosas que afectan a los ojos dependerá del microorganismo causante de la enfermedad. Las enfermedades víricas (como la queratitis y la conjuntivitis por herpesvirus felino) por lo general se pueden tratar con fármacos antivirales. Si el tratamiento tópico no funciona, pueden ser necesarios fármacos antivirales orales o inyectables.
Los fármacos antibacterianos pueden administrarse tópicamente, oralmente o por inyección para la mayoría de las infecciones bacterianas o protozoarias. Si la inflamación es grave, los corticoesteroides tópicos u otros fármacos antiinflamatorios administrados por la boca o por inyección pueden ser útiles para reducir el dolor y la inflamación.
Los perros y gatos diagnosticados con infecciones fúngicas que afectan al ojo necesitan un tratamiento sistémico, es decir, el tratamiento con un fármaco que se distribuye a todas las partes del organismo. Junto con los antifúngicos sistémicos se necesitan antiinflamatorios tópicos y sistémicos y midriáticos y ciclopléjicos tópicos para controlar el dolor ocular.
Fármacos utilizados para tratar heridas o traumatismos
Todas las heridas penetrantes del ojo deben considerarse infectadas y tratarse con antibióticos bactericidas sistémicos de amplio espectro. El tratamiento antibiótico dura al menos de 14 a 21 días.
El traumatismo ocular penetrante causa inflamación grave, por lo que también se trata con antiinflamatorios no esteroideos. Estos fármacos se administran por vía intravenosa o por la boca. Dado que el tratamiento de las lesiones oculares con estos fármacos puede causar efectos adversos en el aparato digestivo, los veterinarios a menudo prescriben fármacos adicionales para limitar estos efectos, como bloqueantes H o inhibidores de la bomba de protones.
Fármacos utilizados para tratar la inflamación
Muchas enfermedades infecciosas y no infecciosas causan inflamación dentro del ojo (como la inflamación del nervio óptico o de la úvea). Pueden producirse daños irreversibles y ceguera si no se detecta a tiempo. Para controlar la inflamación se utilizan tanto los corticoesteroides como los antiinflamatorios no esteroideos tópicos y sistémicos, dependiendo de la causa.
