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Trastornos hormonales de los hurones

PorJames K. Morrisey, DVM, DABVP (Avian)
Última revisión/modificación ene 2020

Dos trastornos hormonales (endocrinos), los insulinomas y el hiperadrenocorticismo, son frecuentes en los hurones.

Insulinomas

Un insulinoma es un tumor del páncreas. Estos tumores son muy frecuentes en los hurones de más de 3 años de edad. Los insulinomas producen más insulina de la que el organismo necesita. Los niveles elevados de insulina dan lugar a niveles bajos de azúcar en sangre (hipoglucemia), una afección que es lo opuesto a la diabetes. Los hurones con insulinoma presentan signos como:

  • Debilidad.

  • Letargo.

  • Parálisis leve o parcial de las patas traseras.

  • Aumento de la salivación.

  • Apretar o rechinar los dientes.

En los casos graves, pueden producirse convulsiones. El diagnóstico se basa en la evidencia de hipoglucemia junto con los correspondientes niveles normales o altos de insulina. Esto se hace usando una prueba de glucosa en ayunas. Se le pedirá que no le dé comida al hurón durante unas 4 horas antes de la cita; se extraerá una muestra de sangre durante la visita. Los demás resultados de los análisis de sangre suelen ser normales. La ecografía solo revela ocasionalmente estos tumores.

Es posible realizar tratamientos médicos y quirúrgicos, pero no hay curación. El tratamiento quirúrgico implica la extirpación de la masa sola o de la parte del páncreas donde se localiza la masa. Dado que algunos insulinomas se presentan como múltiples tumores diminutos repartidos por el páncreas, es posible que la cirugía no elimine todo el cáncer. Algunos hurones tienen un periodo de niveles normales de glucosa (azúcar) en la sangre después de la cirugía, pero la mayoría de los hurones necesitan un tratamiento médico continuo. Los beneficios de la cirugía incluyen reducir la gravedad de los signos, facilitar el manejo y el aumento moderado del tiempo de supervivencia. El tratamiento médico para contrarrestar los efectos del tumor es de por vida y no reduce directamente el tumor. Los hurones con insulinomas necesitan pruebas de glucosa en sangre cada pocos meses y después de cambios en las dosis de medicación.

Si su hurón muestra signos de hipoglucemia (debilidad o colapso), puede intentar ofrecerle un poco de miel o jarabe de maíz. Por seguridad, no ponga nada en la boca de un hurón que esté teniendo convulsiones. Los hurones con signos de hipoglucemia deben ser examinados por un veterinario inmediatamente.

Hiperadrenocorticismo

El hiperadrenocorticismo en los hurones está causado por la sobreproducción de hormonas sexuales (progesterona, testosterona y estrógeno) por parte de la glándula adrenal. Puede observarse en hurones de hasta 1,5 años de edad. Esterilizar a su hurón le ayudará a prevenir esta enfermedad. El signo más frecuente es la pérdida de pelo que comienza en la cola y la grupa y avanza hacia los flancos y la cabeza. Las hembras de los hurones también pueden tener una vulva hinchada y pezones agrandados. Los hurones machos pueden volverse agresivos y tener dificultad para orinar debido al agrandamiento de la próstata. La supresión de la médula ósea puede seguir a una elevación grave de los niveles de estrógenos en la sangre en ambos sexos. Los hurones con estos signos deben acudir a un veterinario tan pronto como sea posible.

Un veterinario hará un diagnóstico preliminar basado en la anamnesis y la exploración física del hurón. Las glándulas adrenales agrandadas se pueden palpar delante de los riñones. Los resultados de los análisis de sangre de rutina suelen ser normales. La ecografía puede mostrar un agrandamiento de las glándulas, pero su veterinario necesita medir las hormonas sexuales para hacer un diagnóstico preciso.

El tratamiento de esta afección incluye opciones médicas y quirúrgicas. La extirpación quirúrgica de la(s) glándula(s) adrenal(es) tiene más probabilidades de curar la enfermedad que el tratamiento médico, pero la enfermedad volverá en aproximadamente el 40 % de los hurones afectados. Si ambos lados están afectados, las glándulas adrenales pueden extirparse parcialmente.

Un examen del tejido de la glándula puede revelar que la enfermedad ha progresado a uno de los tres niveles: hiperplasia, adenoma o adenocarcinoma (cáncer). Funcionalmente los tres grados son similares, y la diseminación de las células cancerosas fuera de las glándulas es poco probable. Debido a que las glándulas adrenales producen otras hormonas que el organismo necesita, los hurones a los que se les extirpan ambas glándulas adrenales total o parcialmente pueden desarrollar otros problemas debido a la falta de estas hormonas. Estas afecciones pueden tratarse con medicamentos.

Los signos pueden reducirse mediante tratamiento médico, pero dicho tratamiento no reduce el tamaño del tumor de la glándula adrenal que causa el problema. El tratamiento médico debe continuar durante el resto de la vida del hurón para controlar los signos de la enfermedad. Los hurones se deben vigilar estrechamente si se utiliza un tratamiento médico a largo plazo. La melatonina puede usarse para tratar la pérdida de pelo y también puede ayudar a controlar otros signos. Otros fármacos utilizados para controlar los niveles de hormonas sexuales en humanos están empezando a utilizarse en los hurones y resultan prometedores para controlar los signos.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre cánceres y tumores de los hurones.