Las mascotas ingieren muchas preparaciones tópicas, que a menudo solo producen gastroenteritis. Por ejemplo, la ingestión de la mayoría de las cremas o ungüentos que contienen corticoesteroides provocan, por lo general, solo un trastorno gástrico de leve a moderado, polidipsia y polifagia. No obstante, la ingestión de ciertos agentes tópicos por las mascotas, como el 5-fluorouracilo y el calcipotrieno, puede ser mortal incluso en dosis reducidas.
5-fluorouracilo
El 5-fluorouracilo (5-FU) está disponible como ungüento (1 % o 5 %) o solución tópica (1 %, 2 % o 5 %). Se utiliza en el tratamiento de cánceres de piel y queratosis solar en las personas. La mayoría de las exposiciones se producen por ingestión accidental, aunque a veces el 5-FU se usa fuera de prospecto en animales de compañía. La ingestión en perros y gatos da lugar a la aparición de signos a las pocas horas. En los perros, se observan signos a dosis tan bajas como 8,6 mg/kg, con una dosis letal mínima descrita de 20 mg/kg. Los signos iniciales incluyen vómitos graves, que pueden progresar a vómitos sanguinolentos y diarrea. Estos signos a menudo progresan a temblores graves, ataxia y convulsiones. En los gatos y perros, el 5-FU puede convertirse en fluorocitrato e interferir en el ciclo de Krebs, lo que puede ser una causa de convulsiones y ataxia. En general, el 5-FU destruye rápidamente las células en división, afectando al tracto GI, hígado, riñones, SNC y médula ósea. La tasa de mortalidad es elevada entre perros que han ingerido 5-FU.
Todas las exposiciones de mascotas al 5-FU deben tratarse enérgicamente. El tratamiento consiste principalmente en cuidados sintomáticos y de apoyo. Se debe inducir la emesis y administrar al animal carbón activado junto con un catártico, si este es asintomático y la ingesta se ha producido en la hora anterior. Si el animal es sintomático (p. ej., vómitos o convulsiones), primero se le debe estabilizar. Se debe proteger el tracto GI con sucralfato (1 g en perros grandes, 0,5 g en perros pequeños, PO, tres veces al día) e inhibidores de la secreción de ácido gástrico como la cimetidina. El diazepam puede usarse inicialmente para controlar las convulsiones y los temblores, pero en los casos más graves por lo general no es eficaz y deben utilizarse otros anticonvulsivos como el pentobarbital (3-15 mg/kg, infusión lenta IV hasta efecto) o el fenobarbital (3-30 mg/kg, infusión lenta IV hasta efecto). Una tasa de infusión continua de diazepam o barbitúricos es eficaz a la hora de controlar las convulsiones graves. Si esto también fracasa a la hora de controlar los signos del SNC, puede intentarse el uso de anestésicos inhalados (p. ej., el isoflurano) y propofol (4-6 mg/kg, IV o como un goteo continuo a razón de 0,6 mg/kg/min). Deben administrarse líquidos IV y controlarse la temperatura corporal. Por lo general es necesaria la monitorización de los electrolitos, la bioquímica sérica (enzimas hepáticas específicas y función renal) y el hemograma completo durante ~2 semanas. Los perros que sobreviven pueden presentar signos de depresión de la función de la médula ósea más tarde. En casos de grave neutropenia en perros, la administración de filgrastim o factor estimulador de las colonias de granulocitos a dosis de 4-6 mcg/kg, SC, puede ser útil.
Calcipotrieno
El calcipotrieno, utilizado para tratar la psoriasis en las personas, está disponible como pomada o crema (0,005 % o 50 mcg/g). El calcipotrieno es un nuevo análogo estructural del calcitriol (1,25-dihidroxicolecalciferol), el metabolito más activo del colecalciferol (vitamina D3). La ingestión accidental de 40-60 mcg/kg de calcipotrieno en perros se ha asociado con riesgo de muerte por hipercalcemia. Los signos clínicos suelen producirse dentro de 24-72 h de la ingestión y comprenden anorexia, vómito, diarrea, poliuria, polidipsia, depresión y debilidad. El valor de calcio sérico suele ser elevado en las primeras 12-24 h y puede permanecer así durante semanas. Esto por lo general se acompaña de un incremento del fósforo en suero y productos derivados del fosfato de calcio con mineralización de los tejidos blandos. La insuficiencia renal aguda se evidencia por incremento de los niveles de BUN y creatinina, el coma y la muerte se dan en los casos graves o no tratados.
El tratamiento de la intoxicación por calcipotrieno implica la descontaminación estándar (inducir la emesis, administración de carbón activado y un catártico) y la reducción de las concentraciones de calcio sérico mediante diuresis salina, con furosemida y corticoesteroides, con o sin calcitonina ( ver Tratamiento de la hipercalcemia). Recientes informes indican que el uso simultáneo de pamidronato (1,3-2 mg/kg diluido en suero salino y administrado por vía IV durante 2 h) puede ser útil como tratamiento adyuvante en perros. La intoxicación por calcipotrieno requiere por lo general la monitorización de los valores séricos de calcio, fósforo, BUN y creatinina durante varios días o incluso semanas. Los signos de insuficiencia renal se tratan con terapia de fluidos de apoyo continuos.