Los relajantes musculares de acción central más frecuentemente encontrados incluyen el baclofeno, el carisoprodol, el metocarbamol, la tizanidina y la ciclobenzaprina. El baclofeno se absorbe rápidamente por vía oral. El inicio de los signos clínicos de intoxicación puede ser desde <30 min a 2 h tras la ingesta. Los signos más habituales de intoxicación son vocalización, salivación, vómito, ataxia, debilidad, temblores, escalofríos, coma, convulsiones, bradicardia, hipotermia y alteración de la presión arterial. La ciclobenzaprina, se usa a menudo en el tratamiento agudo del espasmo muscular, se absorbe casi completamente tras una dosis oral, con un pico de concentraciones plasmáticas a las 3-8 h. Presenta un extenso metabolismo hepático y sufre recirculación enterohepática. Los signos más frecuentes en perros y gatos consisten en depresión y ataxia.
El tratamiento de la sobredosis de relajante muscular consiste en cuidados sintomáticos y de apoyo. Se debe inducir el vómito si la exposición es reciente y no se observan signos, seguido de la administración de carbón activado. Si es necesario, debe apoyarse la función respiratoria (es decir, aplicar un respirador). En los animales acostados o comatosos deben controlarse la hipotermia y la aspiración. Las convulsiones pueden controlarse con diazepam. La ciproheptadina (1,1 m kg, PO, una o dos veces cada 8 h) parece funcionar bien para la vocalización en perros. Los líquidos IV se deben utilizar si es necesario. El tratamiento con una solución de emulsión de lípidos IV puede ser beneficioso ( ver Bloqueantes de los canales de calcio).