La exposición a productos que contienen detergentes aniónicos y no aniónicos suelen provocar una leve irritación GI que responde bien al tratamiento sintomático. Todas las especies son sensibles.
Etiología:
Los detergentes, jabones y champús suaves contienen detergentes aniónicos y no iónicos Entre los productos incluidos en este grupo están los champús para personas y mascotas, jabón líquido para manos, jabones en barra, lavavajillas, (excepto jabones hechos a mano, los cuales pueden contener sosa cáustica), muchos detergentes para lavanderías y muchos limpiadores multiuso para el hogar. La mayoría son de pH moderado, pero los que tiene pH >11 (p. ej., detergentes para lavavajillas eléctricos) son sustancias corrosivas alcalinas y deben tratarse como tales ( ver Corrosivos).
Patogenia:
Los detergentes aniónicos y no iónicos son irritantes leves; muchos tienen el pH ajustado para minimizar la irritación dérmica, aunque es posible que aparezca irritación ocular y de la mucosa. No se aprecia absorción sistémica de estos agentes, y su toxicidad se limita a irritación ocular, oral o GI, la cual suele ser leve y autolimitada. Los gatos expuestos a champús sin diluir u otros productos que contienen laurilsulfato sódico pueden desarrollar un compromiso respiratorio significativo después de la inhalación durante el aseo, incluyendo disnea, aumento de las secreciones bronquiales y edema pulmonar leve. Aunque no se conoce el mecanismo exacto de este síndrome, puede estar relacionado con la interferencia del detergente en los tensioactivos pulmonares normales.
Hallazgos clínicos:
Los signos mas frecuentes son náuseas, vómitos, anorexia y diarrea. En raras ocasiones puede desarrollarse deshidratación y desequilibrio electrolítico secundarios debido al vómito o diarrea. Son también posibles las irritaciones oculares leves con lagrimeo y blefaroespasmo. No se observan lesiones significativas después de la irritación local leve. Los gatos que se acicalan después de la aplicación de productos que contienen laurilsulfato sódico pueden desarrollar ruidos respiratorios húmedos, cianosis y disnea en las 1-3 h posteriores a la exposición.
Tratamiento:
La dilución con leche o agua puede reducir el riesgo de vómito espontáneo. El vómito suele ser autolimitado y responde a periodos cortos de restricción de comida y agua. En los casos graves o en animales con estómagos sensibles, pueden ser necesarios los antieméticos (p. ej., metoclopramida, 0,2-0,4 mg/kg, PO, SC o IM, cuatro veces al día). Casi nunca es necesaria la sueroterapia parenteral para corregir las anomalías electrolíticas o la hidratación causada por periodos prolongados de vómitos o diarrea. Para las exposiciones oculares, en general será suficiente la irrigación de los ojos empleando agua tibia o solución salina fisiológica durante 5 min. Para los gatos que tienen problemas respiratorios se recomienda oxígeno suplementario y cuidados generales de apoyo; en la mayoría de los casos, los signos se resuelven en 24 h.