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Fármacos gastrointestinales (intoxicación)

PorSafdar A. Khan, DVM, MS, PhD, DABVT
Última revisión/modificación ago 2014

Antagonistas del receptor H2

Los antagonistas de los receptores H2 son análogos estructurales de la histamina, utilizados frecuentemente para tratar las úlceras gastrointestinales, la gastritis erosiva, la esofagitis y el reflujo gástrico. Actúan en los receptores H2 de las células parietales inhibiendo competitivamente a la histamina, reduciendo la secreción de ácido gástrico en condiciones basales y cuando es estimulada por los alimentos, los aminoácidos, la pentagastrina, la histamina o la insulina. La cimetidina, la famotidina, la nizatidina y la ranitidina son ejemplos de este grupo, también conocidos comúnmente como bloqueantes H2. Estos fármacos se absorben rápidamente, alcanzando el pico de concentración plasmática en 1-3 h. La ranitidina se distribuye ampliamente en todo el organismo. Los antagonistas H2 se metabolizan principalmente en el hígado. La nizatidina, la famotidina y la ranitidina se excretan en la orina en forma de metabolitos y fármaco inalterado, mientras que la cimetidina se elimina en las heces. La semivida de eliminación de estos tres fármacos es corta (~2,2 h). Dado que la cimetidina puede inhibir al sistema microsomal hepático, la ingestión de un antagonista H2 puede dar lugar a una reducción en el metabolismo de ciertos fármacos, incluyendo betabloqueantes, bloqueantes de canales de calcio, diazepam, metronidazol y teofilina.

Los antagonistas H2 tienen un amplio margen de seguridad, con sobredosis oral aguda que por lo general solo produce efectos menores como vómito, diarrea, anorexia y sequedad de boca. Los efectos adversos como temblores, hipotensión y bradicardia se producen más probablemente en casos de sobredosis en la administración IV de antagonistas H2. La dosis mínima letal de la famotidina en perros es >2 g/kg, PO, y 300 mg/kg, IV. Las dosis orales únicas de nizatidina de 800 mg/kg en perros no fueron letales. La mayoría de las exposiciones requieren solo la monitorización del desarrollo de signos gastrointestinales y tratamiento de mantenimiento, aunque una sobredosis masiva puede requerir también la descontaminación.

Antiácidos

Los antiácidos se encuentran formulados en píldoras y en forma líquida y se usan a menudo para tratar trastornos gastrointestinales. Los antiácidos más frecuentes son carbonato de calcio, hidróxido de aluminio e hidróxido magnésico (leche de magnesia). Estos agentes se absorben débilmente por vía oral. Los antiácidos que contienen calcio y aluminio suelen causar estreñimiento, mientras que los que contienen magnesio tienden a provocar diarrea. Algunos contienen sales de aluminio y magnesio en un intento dirigido a equilibrar los efectos de estreñimiento y laxantes. La ingestión aguda de sales de calcio puede causar hipercalcemia transitoria, pero es improbable que produzca efectos sistémicos significativos. La inducción de la emesis en las 2-3 h posteriores a la exposición puede ayudar a prevenir trastornos gastrointestinales graves.