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Colesteatomas en animales

PorMichelle Woodward, DVM, DACVD
Revisado/Modificado abr 2020

    Los colesteatomas son tumores quísticos que pueden expandirse en el oído medio (más comúnmente en perros). Pueden ser localmente destructivos, dar lugar a inflamación secundaria e inducir una otitis externa/media secundaria. Aunque la patogenia de estos tumores no se comprende completamente, pueden estar asociados con la disfunción de la trompa de Eustaquio (que conduce a la invaginación de la membrana timpánica) y ser secundarios a una otitis media o a una cirugía del conducto auditivo y del oído medio. No existe una predisposición significativa por raza, y la edad de los pacientes afectados varía.

    Los signos clínicos a menudo incluyen los asociados con otitis externa/media (sacudidas de cabeza, dolor a la palpación de la oreja/bulla o apertura de la boca, exudado en el conducto auditivo externo, parálisis del nervio facial). En los casos crónicos, el colesteatoma puede no ser visible en la exploración ótica debido a estenosis, exudado y cambios crónicos. Cuando es visible, el tumor es frecuentemente de color blanco perlado y sobresale desde el oído medio hacia el conducto auditivo externo, con la membrana timpánica ya no intacta. Está justificada una exploración neurológica completa, centrada en la disfunción del nervio facial.

    El diagnóstico implica imágenes avanzadas para evaluar los cambios en el oído medio. Las radiografías de la bulla timpánica se pueden realizar si no se dispone de TC o RM, pero no proporcionan tanta información. Los colesteatomas causan lisis, esclerosis y proliferación de la bulla. La bulla también puede expandirse y llenarse de tejido blando. La otitis externa también puede ser evidente. Las muestras para citología e histología deben enviarse cuando sea posible para confirmar el tipo de lesión presente. El cultivo del oído medio o externo también debe considerarse basándose en la citología debido a la posibilidad de infección secundaria.

    El tratamiento quirúrgico puede ser curativo en el 50 % de los casos y, si es posible, se ha de realizar al inicio de la enfermedad para limitar la expansión del tumor. Sin embargo, la cirugía puede ser paliativa incluso en estadios avanzados. Se debe considerar la osteotomía de la bulla o la ablación total del conducto auditivo con osteotomía de la bulla. Se debe extirpar la mayor cantidad posible de tejido enfermo. El tratamiento médico puede incluir el tratamiento de las infecciones secundarias y el uso de corticoesteroides (sistémicos y tópicos) para reducir la inflamación.