Con tantas especies de peces mantenidas en acuarios domésticos y públicos, proporcionar una buena nutrición es un desafío. Un obstáculo importante es que solo se conocen las necesidades nutricionales de algunas de especies de peces. Dada la gran diversidad de peces, es peligroso asumir que lo que es bueno para un tipo de pez será bueno para un pez similar pero no relacionado. A nivel básico, al menos se debería determinar si el pez es carnívoro, omnívoro o herbívoro. Sin embargo, más allá de eso, se desconoce la cantidad de proteínas y lípidos necesarios. En general, muchos peces tienen mayores necesidades de proteínas que otros vertebrados.
Una nutrición inadecuada puede dar lugar a un crecimiento deficiente, deformidades, un sistema inmunitario deprimido, lipidosis hepática y alteración del metabolismo. La deficiencia de yodo puede dar lugar a hiperplasia tiroidea, que se ha observado tanto en los elasmobranquios como en los teleósteos. La afección puede estar causada por una deficiencia nutricional manifiesta o puede estar asociada con la exposición crónica al nitrato y/o la aplicación de ozono ([XRef]).
La lipidosis hepática es un problema común en los peces de acuarios y puede producirse por múltiples razones (p. ej., inanición, un alto porcentaje de carbohidratos en la dieta, una gran cantidad de lípidos y la rancidez).
Los peces necesitan ácido ascórbico, suministrado en el alimento. La mayoría de los alimentos para peces deben suplementarse con una forma estable del ácido ascórbico. Un aporte inadecuado de vitamina C puede dar lugar a una afección denominada enfermedad de la espalda rota por algunos acuicultores y aficionados. Algunos peces gravemente afectados presentan escoliosis extrema. Menos obvio, pero detectable en una preparación en fresco (objetivo de ×10) del tejido de las branquias, es el cartílago doblado o deformado, que también puede indicar antecedentes de deficiencia de ácido ascórbico.
La alimentación con una amplia variedad de alimentos es una forma de tratar de satisfacer las necesidades nutricionales. Los alimentos vivos se pueden intercalar con diversos alimentos preparados comercialmente. Esta práctica también ayudará a evitar que los animales coman solo un tipo de alimento. Los peces que se alimentan en la superficie deben tomar alimentos que floten, mientras que los habitantes del fondo deben recibir alimentos que se hundan rápidamente. El alimento debe estar en partículas fácilmente ingeribles por los peces. Los alimentos en copos pueden ser demasiado grandes para que los peces de boca pequeña los ingieran fácilmente. Estos alimentos se pueden triturar para facilitar la ingestión. Por el contrario, alimentar con alimentos en copos a un pez grande como un óscar u otro cíclido dará lugar a un desorden en el acuario, porque los peces más grandes no podrán ingerir suficiente cantidad de alimento en copos para satisfacer sus necesidades.
Cuando se alimenta a una población mixta de peces, como es típico en los acuarios de aficionados, pueden ser necesarios varios tipos de alimentos para satisfacer las necesidades de las especies de peces. A menudo, los peces populares que habitan el fondo, como los loricáridos y Corydoras, basan su supervivencia en las sobras de los otros peces. Esta práctica no es adecuada, y estos peces deben recibir una alimentación específica.
Otra consideración es la cantidad de alimento administrado. Lo ideal para su mantenimiento es que los peces adultos se alimenten con un 3 % de su peso corporal diariamente. Los alevines pueden alimentarse con hasta un 5 % de su peso corporal diariamente. Varios tipos de alimentos tienen pesos muy diferentes. Por ejemplo, los alimentos en copos tienden a ser mucho más ligeros que los alimentos granulados. Los alimentos granulados vienen en diferentes tamaños y pueden flotar o hundirse.
La mayoría de los peces de acuario deben alimentarse al menos una vez al día, excepto los peces carnívoros, que ingieren grandes cantidades. Estos pueden alimentarse una o dos veces por semana.
Se debe prestar especial atención al almacenamiento de los alimentos. Los alimentos para peces suelen tener un alto contenido en proteínas y aceite, por lo que pueden deteriorarse rápidamente. Los alimentos secos deben mantenerse en un recipiente a prueba de plagas y en un área de baja humedad y temperatura. La humedad y temperatura elevadas provocan la degradación del pienso, favorecen el crecimiento de mohos y la posible producción de micotoxinas, además de rancidez. Muchos alimentos pueden congelarse, lo que prolongará su vida útil. Un recipiente de alimento mantenido a temperatura ambiente debe desecharse a los 2 meses de estar abierto. Los alimentos comerciales almacenados en el congelador deben desecharse a los 6 meses. Los alimentos comerciales congelados, como los camarones en salmuera, los gusanos de sangre, los misidáceos o los gusanos de cristal, deben desecharse tras 1 año. Si se descongelan, estos alimentos no se deben volver a congelar.
Para más información
Consulte también la información para propietarios sobre proporcionar un hogar para los peces.