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Chinchillas

PorJennifer Frohlich, VMD, DACLAM
Revisado/Modificado feb 2021

Las chinchillas son roedores de cuerpo esbelto, de tamaño medio, con extremidades delanteras cortas y extremidades posteriores musculosas. La cabeza, los ojos y las orejas son relativamente grandes y las bullas están muy dilatadas. Las chinchillas tienen largos periodos de gestación y dan a luz crías con todo el pelo y los ojos abiertos.

En estado silvestre, las chinchillas viven en áreas relativamente áridas de los Andes del Norte de Chile, a elevaciones de 3000-5000 m. Las chinchillas viven en madrigueras o grietas en las rocas, pero están bien adaptadas para correr. Se bañan en polvo, son vegetarianas y están activas durante todo el año. Son gregarias y viven en grupos de varios cientos. Todas las chinchillas domésticas (EE. UU.) son descendientes de 13 individuos traídos a EE. UU. en 1927.

Biología

Las chinchillas se encuentran en una variedad de colores. El color original de la piel de la chinchilla en estado silvestre era moteado de color gris amarillento. A través de la reproducción selectiva, el color más común que se observa es el gris azul oscuro (el color dominante del pelaje). Han surgido otros colores que incluyen los colores dominantes de beis, blanco y ébano, y los colores recesivos de zafiro, violeta, carbón y terciopelo. El color de los ojos puede ser negro, rosa o rojo, determinado por los genes del color del pelaje.

El repertorio vocal de las chinchillas comprende diez sonidos diferentes, según el contexto del comportamiento. Se producen diferentes sonidos durante la conducta exploratoria, la evitación de los depredadores, el comportamiento reproductor y la conducta social, incluyendo el contacto social y la conducta agonística (defensiva y de ataque). Además, las chinchillas pueden subir y bajar el tono de las llamadas que hacen. Todas las chinchillas tienen un llanto similar que usan comúnmente desde el nacimiento.

Las hembras de chinchilla son poliéstricas estacionales, con un ciclo estral de 38 días. La época de reproducción es de noviembre a mayo en el hemisferio norte. El periodo de gestación es de 111 días en promedio. Por lo general, la hembra tendrá 2 camadas al año con de 1 a 6 crías (promedio de 2) por camada. Las jóvenes alcanzan la madurez sexual a los 8 meses de edad. Las chinchillas tienen una larga esperanza de vida, de hasta 20 años.

El sexado de chinchillas (y cobayas) puede ser difícil. En las hembras, una membrana de cierre vaginal sella el orificio vaginal en todo momento, excepto en el celo y el parto. El orificio vaginal tiene forma de U y está situado entre el ano y el orificio uretral en forma de montículo. Es difícil de distinguir cuando está cerrado y se insinúa por un área semicircular ligeramente elevada. Cuando su membrana de cierre cubre el orificio vaginal, el orificio uretral puede confundirse con una abertura genital. El clítoris bien desarrollado de las hembras de chinchilla (y cobayas) puede extruirse manualmente a través del orificio uretral y confundirse con un pene. Durante el celo, la membrana de cierre vaginal se disuelve, abriendo el orificio vaginal. No hay tumefacción vulvar que indique estro, sino que el perineo cambia de color, de un rosa apagado a un rojo intenso. El color perineal aumenta drásticamente en el momento de la perforación vaginal y permanece intenso durante la mayor parte de la fase lútea del ciclo estral.

Las chinchillas macho no tienen un verdadero escroto. Los testículos están contenidos dentro del canal inguinal o abdomen, y 2 pequeños sacos escrotales móviles están próximos al ano, dentro de los cuales puede caer el epidídimo caudal. El aspecto externo de los sacos escrotales es similar al escroto no pendular de los cerdos y los gatos. El pene es fácilmente visible debajo del ano, del cual está separado por una extensión de piel desnuda. El pene puede exteriorizarse manualmente 1-2 cm cuando está flácido. La punta del pene erecto se extiende hasta el nivel de la axila, una distancia de ~11 cm.

Como ocurre con otros roedores, la distancia anogenital proporciona la mejor indicación inicial del sexo del animal. En los machos, la distancia anogenital es mayor. La extrusión del pene desde el orificio uretral confirmará el sexo de la chinchilla, siempre que el clítoris no se confunda con un pene. Hay 2 características diferenciadoras principales: el pene es significativamente más grande que el clítoris y el pene extruido puede separarse y distinguirse del prepucio (mientras que el clítoris extruido tiende a evacuarse y el prepucio del clítoris no es evidente).

Mantenimiento

Las chinchillas son muy tolerantes al frío pero sensibles al calor. El rango de temperatura ambiente al que se adaptan las chinchillas es de 18,3-26,7 °C. La exposición a temperaturas ambientales más elevadas, especialmente en presencia de humedad elevada, puede provocar un golpe de calor. Una buena regla general es sumar los valores unitarios de la temperatura (en Fahrenheit) y la humedad, y considerar cualquier valor >150 como peligroso. Por ejemplo, 85 °F + 65 % de humedad = 150. Las chinchillas desarrollarán un pelaje enmarañado si se mantienen en un ambiente cálido (>26,7 °C) y húmedo.

Las chinchillas se alojan fácilmente en jaulas de fondo con rejilla o de fondo compacto, aunque las jaulas de fondo compacto se recomiendan para las hembras preñadas que van a tener crías. El espaciamiento de la rejilla en las jaulas debe ser estrecho, porque las fracturas tibiales se producen frecuentemente en las chinchillas jóvenes que se enredan en las patas traseras. Las chinchillas son animales tímidos; en la naturaleza se esconden en grietas de las rocas. En cautividad, necesitan un lugar para esconderse. Las tuberías de cloruro de polivinilo (PVC), especialmente las secciones de codo, Y y T, son lugares ideales para esconderse. Los tubos deben tener 10-13 cm de diámetro y son fáciles de desinfectar colocándolos en un lavavajillas.

Las chinchillas requieren baños de polvo para mantener un pelaje saludable. Se debe colocar diariamente en la jaula una caja que contenga una mezcla de arena plateada y tierra de Fuller (9:1), de 5-10 cm de profundidad. durante ~30 min/día. Si se dejan baños de polvo en la jaula durante mucho tiempo, se ensuciarán con heces y deberán limpiarse y sustituirse por una mezcla de polvo. El baño de polvo a menudo causa irritación de los ojos, dando lugar a conjuntivitis sin signos clínicos asociados de infección de las vías respiratorias superiores. Se ha descrito que los baños de polvo excesivos producen hiperplasia y granulomas del epitelio pulmonar.

Las chinchillas tienen un alto requerimiento de fibra dietética. Su dieta debe consistir principalmente en heno de hierba de alta calidad. Las dietas granuladas para chinchillas están disponibles comercialmente y deben usarse para complementar la dieta. También se han utilizado con éxito dietas granuladas para cobayas o conejos para complementar la dieta. Al igual que los conejos y las cobayas, las chinchillas producen 2 tipos de gránulos fecales: uno rico en nitrógeno destinado a la cecotrofia y otro bajo en nitrógeno liberado en forma de gránulos fecales.

En ocasiones se han descrito cálculos urinarios, urolitiasis, calcificación renal metastásica y nefritis. Los cálculos suelen estar compuestos de carbonato de calcio. Estas afecciones se asocian a menudo con una dieta rica en calcio y baja en fósforo, como el heno de alfalfa.

Las colonias de reproducción polígamas son comunes entre los criadores de chinchillas, y se ha ideado un sistema de alojamiento individual de las hembras que permite que un solo macho sirva a 12 hembras. Se han utilizado con éxito una variedad de técnicas de reproducción, y el apareamiento se facilita observando los cambios en la membrana de cierre vaginal y realizando una citología vaginal. Las hembras gestantes no hacen nidos.

Las chinchillas poseen glándulas reproductoras accesorias masculinas bien desarrolladas y anatómicamente elaboradas. Las secreciones de estas glándulas forman un tapón duro que permanece en el tracto femenino después de la cópula. La glándula vesicular proporciona la mayor parte de las secreciones de la glándula accesoria, y el líquido se endurece o gelifica cuando se mezcla con las secreciones prostáticas. A menudo se encuentra un tapón ceroso, duro y de forma irregular (5 a 7 cm de largo, 2,5 cm de diámetro) en la jaula de la hembra después de la monta.

Exploración física

Cabe repasar la apariencia y el comportamiento general de la chinchilla. Los signos de la enfermedad incluyen pérdida de peso, postura encorvada, marcha anormal, pelo desaliñado, dificultad para respirar, letargo y falta de respuesta a la estimulación. Las chinchillas deben manipularse con calma y con cuidado para minimizar el estrés. Los animales dóciles, no gestantes, se pueden sacar de una jaula agarrando y levantando la base de la cola mientras se sostiene el cuerpo con la mano opuesta. La sujeción rutinaria puede realizarse envolviendo una toalla alrededor del cuerpo. Las chinchillas pequeñas pueden agarrarse suavemente alrededor del tórax, teniendo cuidado de no limitar la respiración. Las hembras gestantes no deben manipularse salvo que sea necesario. La preñez se detecta por palpación a los 90 días de la gestación y puede determinarse a través de pesajes regulares. Para el día 42 de gestación, la ganancia de peso en las chinchillas preñadas aumenta rápidamente.

Una reacción de protección en las chinchillas conocida como desprendimiento del pelo da lugar a la caída de una gran masa de pelo, mostrando debajo una piel suave y limpia. También puede producirse en una manipulación inadecuada, en peleas o en situaciones que sobreexciten a las chinchillas. El pelo puede tardar varios meses en volver a crecer y frecuentemente con un tono diferente. Para evitar el desprendimiento de la piel, las chinchillas deben siempre manipularse con cuidado y con el mínimo estrés.

Enfermedades infecciosas

Casi todas las descripciones importantes sobre enfermedades infecciosas de chinchillas durante los últimos 60 años provienen de colonias de chinchillas criadas para la producción de pelo, y la mayoría de las descripciones de enfermedades bacterianas en colonias tienen una antigüedad de ≥30 años. Las revisiones de las enfermedades de las chinchillas a menudo dan la falsa impresión de que estos animales son muy sensibles a las enfermedades infecciosas. Sin embargo, la incidencia de enfermedades infecciosas en las chinchillas de compañía es baja.

Infecciones bacterianas en Chinchillas

Las infecciones bacterianas más comunes en las chinchillas son causadas por:

  • pseudomonas

  • yersinia

  • listeria

Históricamente, las infecciones por Pseudomonas aeruginosa, la yersiniosis y la listeriosis fueron frecuentes entre las chinchillas criadas en granjas peleteras. Las estimaciones del número de chinchillas criadas en granjas peleteras en EE. UU. en 1954 eran >100 000 animales. A mediados de la década de 1960, estas cifras se redujeron significativamente a solo unos pocos miles. Desde 1980, las descripciones de la yersiniosis y la listeriosis en chinchillas provienen casi exclusivamente de chinchillas criadas en granjas peleteras en Hungría, Polonia, Eslovaquia y Croacia. Estos 4 países europeos suministran casi el 50 % de las 200 000 pieles de chinchilla producidas anualmente en todo el mundo.

Las infecciones bacterianas oportunistas en las chinchillas pueden causar enfermedad, localizada en un solo órgano o como septicemia. Los animales afectados suelen estar inmunocomprometidos por la edad, la enfermedad subyacente, el estado nutricional o los factores relacionados con el mantenimiento (p. ej., mala higiene, mala ventilación, alimento contaminado). Se han asociado miembros de la familia Enterobacteriaceae y P aeruginosa con una morbilidad y mortalidad significativas en las chinchillas. Sin embargo, Enterobacteriaceae y P aeruginosa también pueden aislarse de animales clínicamente sanos. Por lo tanto, la mayoría de estos microorganismos no se consideran patógenos primarios.

Las infecciones por P aeruginosa en chinchillas de compañía y los brotes epizoóticos en chinchillas peleteras son las enfermedades bacterianas más frecuentes. Inicialmente, la infección suele estar localizada en un órgano y puede asociarse con conjuntivitis, enteritis, neumonía, otitis media e interna, metritis y aborto. Puede producirse una forma aguda generalizada con septicemia y muerte súbita. P aeruginosa se ha aislado del 40 % de las chinchillas sanas y, por tanto, puede formar parte de la microbiota intestinal normal. El estrés, las enfermedades concomitantes o el agua de bebida contaminada predisponen a la infección y a la enfermedad clínica. La conjuntivitis es un signo inicial común de infección por Pseudomonas en las chinchillas. A menudo siguen anorexia, letargo y disminución de la producción fecal. Las lesiones patológicas características son la necrosis miliar en el parénquima de los órganos internos y una tiflocolitis necrotizante.

El tratamiento antibiótico de las infecciones por P aeruginosa debe basarse en el cultivo y las pruebas de sensibilidad, ya que las cepas altamente virulentas y resistentes a múltiples fármacos suelen afectar a las chinchillas. Por lo general, P aeruginosa es sensible a las fluoroquinolonas, cefalosporinas de tercera generación o aminoglucósidos. Las formulaciones tópicas que contienen polimixina B y gentamicina pueden usarse para el tratamiento empírico debido a la baja prevalencia de cepas resistentes a estos fármacos. Las vacunas multicomponentes de P aeruginosa (bacterias muertas con formol, proteínas asociadas a endotoxinas y/o toxoides) se han usado en chinchillas peleteras con cierto éxito. Sin embargo, estas vacunas no son adecuadas para las chinchillas de compañía debido a su inmunidad variable frente a diferentes cepas de Pseudomonas, una respuesta inmunitaria limitada de 6-8 meses y reacciones adversas en el punto de inyección.

Los agentes causales de la yersiniosis, Yersinia pseudotuberculosis y Y enterocolítica, se encuentran en todo el mundo en áreas de clima suave y subtropical, y se describen brotes en chinchillas criadas en granjas peleteras. Y enterocolitica es la especie más frecuentemente aislada en chinchillas. La yersiniosis es una enfermedad entérica que daña el epitelio del íleon, el ciego y el colon, produciendo hemorragia y ulceración de la mucosa. La infiltración linfoide produce hipertrofia de las placas de Peyer y de los nódulos linfáticos mesentéricos, así como granulomas necrotizantes. La diseminación sistémica produce lesiones granulomatosas en los pulmones, el bazo y el hígado, seguidas de la muerte. Una cepa de "tipo chinchilla" de Y enterocolítica (biovariedad 3, serovariedad 1, 2a, 3) persiste enzoóticamente entre las poblaciones de chinchillas en todo el mundo.

La listeriosis es frecuente en las chinchillas criadas en granjas peleteras, pero no se ha descrito en las chinchillas de compañía. Los científicos originales que describieron la listeriosis en chinchillas afirmaron que las chinchillas son altamente sensibles a la infección con Listeria monocytogenes. Esta afirmación no ha sido probada, pero desafortunadamente se repite a menudo. L monocytogenes es una bacteria ambiental capaz de existir tanto como patógeno animal como saprófito vegetal. La mayoría de los casos de listeriosis en animales surgen de la ingestión de alimentos contaminados, y la enfermedad es común en animales, incluidas las chinchillas, alimentados con ensilaje. La listeriosis es una enfermedad cecal en las chinchillas con diseminación sanguínea. El principal órgano diana es el hígado, donde las bacterias se multiplican dentro de los hepatocitos. El reclutamiento precoz de células polimorfonucleares conduce a la lisis de los hepatocitos, la liberación bacteriana, la septicemia y, en los hospedadores supervivientes, el desarrollo de abscesos en los pulmones, el cerebro, el bazo, los nódulos linfáticos y el hígado.

Otras causas registradas de infecciones bacterianas en chinchillas incluyen Clostridium spp, Salmonella spp, Klebsiella spp y Streptococcus equi subsp zooepidemicus. Los animales afectados por la enterotoxemia clostridial muestran signos inespecíficos de septicemia, como pérdida de apetito, dificultad respiratoria y diarrea, y mueren pocos días después de la aparición de los signos clínicos. Las epizootías descritas por Salmonella se caracterizan por gastroenteritis y abortos en chinchillas criadas en granjas peleteras. Se han relacionado casos clínicos de infección por Salmonella en chinchillas de compañía con la presencia de reptiles o aves silvestres. Un caso descrito de abscesos cervicales causados por S equi zooepidemicus en una chinchilla parece similar a la presentación clásica en cobayas.

Infecciones virales en chinchillas

No se han descrito enfermedades víricas específicas para las chinchillas. Las chinchillas son sensibles al virus del herpesvirus 1 humano 1 y pueden desempeñar un papel como reservorio temporal de infecciones humanas. Existen dos descripciones de casos que cursan una infección viral espontánea, similar al herpes, en chinchillas. Los animales afectados mostraron conjuntivitis y posteriormente signos neurológicos de convulsiones, desorientación, decúbito y apatía. En el examen histológico se encontró meningitis no supurativa y polioencefalitis con necrosis neuronal y cuerpos de inclusión intranucleares. Además, los ojos presentaban queratitis ulcerativa, uveítis, retinitis y degeneración retiniana y neuritis óptica. Los signos clínicos, la distribución de las lesiones y el antígeno viral sugieren que el herpesvirus humano 1 es una infección ocular primaria con posterior diseminación al SNC en las chinchillas.

Infecciones parasitarias en chinchillas

Protozoos

Históricamente, las chinchillas alojadas en grupos en granjas de pieles y colonias de investigación tenían una alta prevalencia de giardiasis. Sin embargo, la capacidad de Giardia duodenalis (sinónimo G lamblia) en causar enfermedad en chinchillas es difícil de establecer. Giardia rara vez se encuentra en muestras fecales de chinchillas silvestres, y las chinchillas sanas pueden albergar microorganismos de G duodenalis en número reducido en el intestino delgado. La infección experimental de chinchillas sanas con quistes de Giardia no indujeron enfermedad clínica. Se cree que los factores predisponentes, como el estrés y las malas condiciones, causan un aumento en el número de parásitos, dando lugar a diarrea y potencialmente a la muerte. Los animales recientemente destetados parecen propensos a desarrollar signos clínicos. Los signos de la giardiasis en las chinchillas de compañía pueden incluir una secuencia cíclica de pérdida de apetito y diarrea, asociada con un deterioro de la condición corporal y del pelaje.

Las chinchillas con giardiasis se pueden tratar con metronidazol, albendazol o fenbendazol. Se desconoce si estos compuestos erradican completamente los quistes de Giardia o solo inhiben la producción de quistes; por lo tanto, los animales tratados pueden seguir siendo una fuente de eliminación crónica de quistes. Para evitar la reinfección, todos los animales en contacto con individuos infectados deben tratarse y el entorno ha de desinfectarse a fondo. Las partes interiores de las jaulas de madera, como las tablas de descanso, deben desecharse. Los quistes de Giardia permanecen infecciosos hasta varias semanas en un ambiente fresco y húmedo.

La toxoplasmosis se encontró frecuentemente en chinchillas criadas en granjas peleteras, pero actualmente rara vez se observa. Las lesiones de la necropsia incluyen hemorragias pulmonares, un bazo engrosado y agrandamiento de los nódulos linfáticos mesentéricos. Las chinchillas también pueden desarrollar meningoencefalitis necrótica focal debido a Toxoplasma gondii.

Otras infecciones por protozoos incluyen Eimeria chinchilla, que se observa en las chinchillas criadas en granjas peleteras. Las descripciones de casos aislados en chinchillas de compañía incluyen sarcocistosis hepática, gastroenteritis por Cryptosporidium spp y meningitis por Frenkelia spp.

Cestodos y nematodos

La prevalencia de infecciones por nematodos y cestodos en las chinchillas de compañía es baja. Se han descrito brotes de nematodiasis cerebral causados por el ascárido del mapache Baylisascaris procyonis en chinchillas alojadas al aire libre en climas altos del norte de América. Se ha descrito un quiste orbitario debido a Taenia coenurus en una chinchilla de compañía con exoftalmía.

Infecciones fúngicas en chinchillas

Ha habido dos descripciones de infección en chinchillas por Histoplasma capsulatum. En la necropsia se encontró hemorragia pulmonar, bronconeumonía y esplenitis piogranulomatosa y hepatitis, observándose el microorganismo en numerosas células gigantes. H capsulatum se cultivó a partir del heno timoteo utilizado como alimento.

Las dermatofitosis son infrecuentes en las chinchillas. Trichophyton mentagrophytes es el dermatofito aislado más a menudo, aunque Microsporum canis y M gypseum se han aislado en brotes de dermatofitosis espontánea. Las chinchillas infectadas muestran pequeñas placas alopécicas descamativas en la nariz, detrás de las orejas o en las patas delanteras. Las lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y, en los casos avanzados, se produce una gran área circunscrita de inflamación con formación de costras. Aunque la mayoría de los estudios micológicos de las chinchillas se basan en animales con signos clínicos, los cultivos fúngicos de chinchillas criadas en granjas peleteras muestran una incidencia del 5 % de T mentagrophytes en animales con piel normal y una incidencia del 30 % en animales con piel dañada.

El diagnóstico de la dermatofitosis se basa en la aparición de las lesiones y el aislamiento del agente causal mediante el uso de un medio de cultivo DTM (dermatophyte test medium). El examen con lámpara de Wood rara vez es útil, porque la mayoría de los casos están causados por T mentagrophytes, que no emite fluorescencia bajo luz ultravioleta. El tratamiento consiste en itraconazol (10 mg/kg una, PO) o terbinafina (30-40 mg/kg/día, PO) durante 4-8 semanas. La tiña es contagiosa para las personas y otros animales.

Enfermedad dental

Las anomalías de la corona y la raíz de los molares son frecuentes en las chinchillas. Se han descrito anomalías relacionadas con la enfermedad dental subclínica en un tercio de las chinchillas aparentemente sanas que se presentan para la exploración física rutinaria. Se han propuesto causas nutricionales (p. ej., una dieta menos abrasiva en cautividad) y causas genéticas como factores predisponentes para el desarrollo de enfermedades dentales. La elongación del diente y sus complicaciones secundarias, que afectan a la raíz, a la corona clínica o a ambas, son la causa subyacente de la mayoría de los signos clínicos. Las chinchillas a menudo son capaces de comer y mantener una buena condición corporal hasta que se han desarrollado complicaciones graves, como traumatismos de los tejidos blandos por picos dentales afilados o abscesos periodontales.

Los signos indicativos de enfermedades dentales incluyen:

  • antecedentes de reducción de la ingesta de alimentos

  • cambio de preferencias alimentarias hacia alimentos más fáciles de masticar

  • Pérdida de peso.

  • reducción de la producción fecal

  • Piel manchada de saliva y pelo con costras y alopecia del área perioral.

  • Humectación y formación de costras en el mentón ("babeo") y las patas delanteras.

  • epífora

  • mal estado del pelaje

  • Mordiscos en el pelo.

  • en la exploración clínica, se pueden encontrar irregularidades palpables de los bordes ventrales de la mandíbula y superficies oclusales sobrecrecidas o irregulares de los incisivos.

Se recomienda un examen completo de la cavidad oral bajo anestesia general, porque el 50 % de las lesiones intraorales pueden pasar desapercibidas cuando se examina la boca en una chinchilla consciente. El examen intraoral guiado por endoscopia es el método preferido. Los molares a menudo muestran alargamiento coronal, formación de picos o puntas afilados en los bordes de las superficies oclusales y espacios coronales interproximales ensanchados que contienen alimento y pelo. A menudo se observa pérdida de sustancia dental o decoloración marrón de las superficies dentarias oclusales e interproximales. Las erosiones de la mucosa bucal, la hiperplasia gingival y la formación de bolsas gingivales son hallazgos secundarios frecuentes. La radiografía es un instrumento útil para comprobar la posición de los dientes y el sobrecrecimiento de las raíces. La TC del cráneo es útil en el diagnóstico precoz de la maloclusión.

El pronóstico de las chinchillas con enfermedad dental depende de la gravedad de la enfermedad, del estado general del animal y del cumplimiento del propietario. Los exámenes intraorales repetidos y los tratamientos bajo anestesia general son necesarios para controlar las complicaciones y mantener una calidad de vida aceptable para el animal. El tratamiento consiste en la eliminación de las puntas (las pinzas gingivales pequeñas funcionan bien para esto), la reducción de las coronas alargadas y la eliminación de los restos impactados en las bolsas gingivales. La aplicación de gel de doxiciclina en las bolsas gingivales y periodontales profundas reduce la inflamación periodontal. Los animales con infección periodontal significativa pueden tratarse con penicilina G benzatínica (50 000 UI, SC, cada 5 días). La extracción de los molares debe limitarse a aquellos dientes que están gravemente enfermos y son móviles. La analgesia es esencial después de cualquier procedimiento dental (buprenorfina, 0,03-0,05 mg/kg, SC, 3 veces al día; meloxicam, 0,3-0,5 mg/kg, PO o SC, 1 o 2 veces al día). Las chinchillas en estadios avanzados de enfermedad dental deben alimentarse con heno blando de pasto con hojas, verduras, gránulos humedecidos y papillas de "cuidados intensivos" ofrecidas en un plato o mediante jeringa.

Trastornos gastrointestinales

Las chinchillas, al igual que otros roedores, no pueden vomitar. Se puede observar asfixia cuando la entrada a la tráquea está obstruida por un gran trozo de alimento o cama o en las hembras paridas que se comen su placenta. La aspiración de diminutas partículas de cuerpo extraño puede irritar las vías respiratorias inferiores y desencadenar una respuesta edematosa asfixiante, que conlleva babeo, náuseas, toses y disnea mientras la chinchilla intenta desalojar el cuerpo extraño. Si no se trata, el ahogamiento puede conducir a la asfixia y la muerte. Está descrito el megaesófago, que conduce a regurgitación y neumonía por aspiración. Las chinchillas afectadas muestran neumonía recidivante a pesar del tratamiento. Se realizan radiografías de contraste para el diagnóstico.

Las úlceras gástricas son frecuentes en las chinchillas jóvenes y están ocasionadas frecuentemente por suministrar una alimentación basta, forrajes fibrosos o alimentos enmohecidos. Los animales afectados clínicamente pueden estar anoréxicos o asintomáticos. Las lesiones pueden ser solo evidentes en la necropsia, con úlceras en la mucosa gástrica y erosiones cubiertas por un fluido negro y espeso. La prevención comprende la reducción de la fibra alimentaria y la alimentación con una dieta comercial granulada.

La distensión abdominal, o timpanismo, puede ser el resultado de cambios alimentarios repentinos, especialmente de atracones. El timpanismo se ha descrito en hembras lactantes en las 2-3 semanas tras el parto y puede estar relacionada con la hipocalcemia. La producción de gas por parte de la microbiota bacteriana en las asas intestinales estáticas se acumula rápidamente en 2-4 h. Los animales afectados se encuentran letárgicos y disneicos, con un abdomen distendido y doloroso. Pueden rodar o estirarse mientras intentan aliviar sus molestias. El tratamiento puede requerir el paso de una sonda gástrica o una paracentesis para aliviar la acumulación de gases. Las hembras lactantes pueden responder favorablemente al gluconato de calcio administrado lentamente por vía intravenosa.

La diarrea y las heces blandas son presentaciones comunes en las chinchillas. Las posibles etiologías son infecciones (p. ej., parásitos, bacterias), alimentación inapropiada de verduras frescas, dietas ricas en carbohidratos o cambios repentinos en la dieta. En la exploración clínica, la chinchilla puede no mostrar signos clínicos o, en los casos graves, estar anoréxica, deshidratada y deprimida. Las causas infecciosas se excluyen según la historia clínica y las pruebas diagnósticas apropiadas. El tratamiento debe consistir en una terapia antimicrobiana parenteral sistémica (enrofloxacino a 10 mg/kg, SC, diluido 2 veces al día) si se diagnostican predominantemente patógenos oportunistas gramnegativos, si se sospecha una causa infecciosa pero no se ha confirmado o si el animal tiene un estado general comprometido. Se debe evitar el uso de fármacos orales porque su absorción y eficacia disminuyen cuando la función gastrointestinal es anormal. Una vez que el animal está comiendo y la función gastrointestinal mejora, se puede utilizar la vía oral. Se observan a menudo heces blandas en las chinchillas por sobrecrecimiento intestinal secundario de levaduras, causado por Cyniclomyces guttulatus (previamente Saccharomycopsis guttulata). Sin embargo, un mayor número de esta levadura se considera un efecto secundario causado por una enfermedad gastrointestinal subyacente más que por un patógeno primario.

El estreñimiento es más común que la diarrea. Las chinchillas pueden esforzarse para defecar y no producir bolitas fecales o tener una producción reducida de bolitas más pequeñas, delgadas y duras que pueden estar teñidas de sangre. La palpación abdominal revela una ingesta cecal consistente y un abdomen tenso. La intususcepción intestinal es un diagnóstico diferencial crítico cuando dejan de defecar. Un cambio repentino en la dieta, una dieta inadecuada con una cantidad insuficiente de fibra soluble e insoluble, o causas infecciosas pueden dar lugar a una disbacteriosis, gastroenteritis, íleo paralítico y, por consiguiente, estreñimiento. La deshidratación, la anorexia, las enfermedades dentales y la compresión uterina en las hembras gestantes también pueden provocar estreñimiento. Los casos crónicos pueden llevar a prolapso rectal, torsión intestinal, impactación cecal o flexión colónica. Para proporcionar alivio, el tracto GI debe rehidratarse. La fluidoterapia enteral (100 mL/kg/día, PO, dividida en 4-5 dosis) estimulará el reflejo gastrocecal y rehidratará la ingesta deshidratada. Las chinchillas con dolor abdominal pueden resistir la fluidoterapia enteral, y será necesario administrar buprenorfina (0,03-0,05 mg/kg, SC, 3 veces al día) y fluidoterapia parenteral.

Los patólogos observan a menudo hígado graso sin signos clínicos u otras lesiones histológicas en las necropsias rutinarias de chinchillas. Esto se debe muy probablemente a una anorexia prolongada antes de la muerte.

Enfermedades metabólicas y otras

Se han descrito algunos casos de diabetes mellitus tipo II en chinchillas con sobrepeso. Los signos clínicos pueden incluir falta de apetito, letargo y pérdida de peso. El diagnóstico se basa en una historia clínica de polidipsia y poliuria, hiperglucemia (≥200 mg/dL) y glucosuria. Las chinchillas y otros roedores histricognatos (p. ej., cobayas, degús, tuco-tucos) son inusuales porque sus insulinas muestran una potencia biológica muy baja en relación con la insulina de cerdo, aunque la afinidad de unión al receptor es significativamente mayor, lo que indica que la eficacia de su insulina en los receptores es ~2 veces menor que la de la insulina porcina. La hipoglucemia es siempre un gran riesgo cuando se trata la diabetes con insulina humana recombinante o insulina porcina. El tratamiento implica la reducción de la obesidad y la alimentación con una dieta rica en proteínas, baja en grasas y rica en carbohidratos complejos.

La enfermedad sistémica o las afecciones dolorosas pueden dar lugar a problemas gastrointestinales secundarios con signos clínicos inespecíficos como anorexia, disminución de la producción fecal y letargo. La identificación de la causa subyacente es fundamental para mejorar el resultado y reducir la posibilidad de recidiva. La evaluación diagnóstica inicial debe consistir en radiografías de cuerpo entero, examen de parásitos fecales, citología fecal y cultivo fecal en busca de patógenos oportunistas entéricos (p. ej., E coli, P aeruginosa). El análisis de orina, el análisis bioquímico del plasma y un hemograma completo ayudan a diagnosticar trastornos metabólicos no GI y coexistentes (p. ej., lipidosis hepática, cetosis, enfermedad renal) para determinar el pronóstico y el tratamiento. Además del tratamiento específico para el trastorno GI primario subyacente, las pautas generales de tratamiento incluyen la reposición del déficit de hidratación y el mantenimiento de la normovolemia mediante fluidoterapia parenteral y enteral, apoyo nutricional y calórico y analgesia (buprenorfina, 0,03-0,05 mg/kg, SC, tres veces al día) si se sospecha una afección dolorosa.

Lesiones traumáticas

El mecanismo de evitación de los depredadores conocido como desprendimiento de pelaje, en el que una chinchilla libera una gran cantidad de pelo, permitiéndole escapar, no debe confundirse con el vicio de masticar el pelaje. Las chinchillas pueden morderse el pelo unas a otras, dando como resultado un pelaje apolillado. Clínicamente, la pérdida de pelo se observa a lo largo del dorso, los flancos, los laterales y las patas. Las áreas afectadas aparecen más oscuras porque queda descubierta la piel bajo el pelo. Las madres suelen transmitir el vicio a la descendencia. La mayor incidencia de la masticación del pelo en los grupos comerciales puede ser una prueba de un comportamiento redirigido mal adaptado. Algunos clínicos afirman que las chinchillas afectadas sufren de desnutrición y se mastican el pelo para satisfacer las necesidades dietéticas. Es probable que en este tipo de malnutrición intervengan múltiples factores alimentarios, y la causa exacta requiere más estudios dietéticos.

Durante la reproducción, se observan a menudo heridas por mordedura que forman abscesos en animales alojados en grupo. Staphylococcus spp se aísla a menudo en el cultivo de los abscesos. Las chinchillas hembras son más grandes que los machos y más agresivas. Son muy selectivas en la elección de los machos para el apareamiento y mantienen a raya a los machos "inadecuados" orinando, pateando y mordiendo. Las heridas por mordedura a menudo provocan la pérdida de trozos de orejas y dedos. Es común que las hembras más viejas maten a un macho joven alojado en la misma jaula.

Las orejas grandes y delicadas de la chinchilla se lesionan con facilidad, la mayoría de las veces por mordeduras. La terapia incluye la limpieza del área afectada y aplicar antibióticos tópicos. No suele ser eficaz y no se recomienda suturar las grandes laceraciones de la oreja. Si el daño es grave, el tejido auricular puede requerir un desbridamiento significativo o una extirpación quirúrgica parcial. Un traumatismo puede tener como resultado la rápida aparición de un hematoma con sangre y suero ocupando el espacio entre la piel y el cartílago. Los hematomas deben abrirse con una lanceta y eliminar el contenido suavemente para evitar un mayor daño sobre la oreja. La piel sobre el hematoma debe permanecer en contacto con el cartílago subyacente y debería inmovilizarse con suturas si fuera necesario.

Se ven con frecuencia fracturas traumáticas de la tibia y se asocian con el animal que se agarra la extremidad posterior en una jaula. La tibia es un hueso recto más largo que el fémur, con poca cobertura de tejido blando; el peroné es virtualmente inexistente. Las fracturas tibiales son transversales o espirales cortas y suelen asociarse con fragmentos óseos. Las tibias de las chinchillas son delgadas y frágiles y la reparación quirúrgica puede ser difícil; las complicaciones son frecuentes. Los vendajes blandos y acolchados y las férulas laterales no suelen proporcionar la estabilidad adecuada para que las fracturas de tibia cicatricen. La fijación externa y los clavos intramedulares, solos o combinados, se han recomendado para la estabilización quirúrgica de las fracturas tibiales en chinchillas. Es necesario restringir el ejercicio en un recinto de un solo nivel, idealmente sin rejilla en la jaula. El pronóstico de las fracturas tibiales es reservado, y las complicaciones después de la fijación quirúrgica son frecuentes e incluyen la holgura e infección del clavo óseo, no unión de la fractura, necrosis de la extremidad distal y automutilación. Se debe considerar la amputación de la extremidad posterior si la estabilización quirúrgica de la fractura falla o está contraindicada. Las chinchillas suelen adaptarse muy bien después de la amputación.

Trastornos reproductivos e iatrogénicos

En las chinchillas, la estructura fina de la membrana interhemal del laberinto placentario es hemomonocorial, que consiste en una sola capa de trofoblastos sincitiales. A este respecto, el laberinto placentario es similar al de la cobaya, otro roedor histricognato. Las hembras de chinchillas pueden experimentar un trastorno puerperal inusual de émbolos trofoblásticos, que dan lugar a una embolia pulmonar.

Las chinchillas suelen dar a luz temprano en la mañana y rara vez después de la medianoche. La distocia suele asociarse con la presentación de un único feto de gran tamaño o con la presentación incorrecta de una o más crías. La atonía uterina también se ha descrito como causa de distocia. Las chinchillas se recuperan bien después de la cesárea.

Las chinchillas macho pueden desarrollar una afección conocida como "anillo de pelo", que es un anillo de pelo alrededor del pene y debajo del prepucio que finalmente puede dar lugar a parafimosis. Esta afección dolorosa puede causar constricción uretral y retención urinaria aguda. La parafimosis crónica también puede provocar infecciones y lesiones graves en el pene que afectan a la capacidad reproductora. La causa más común de anillo de pelo es la transferencia de pelo de la hembra durante la cópula; sin embargo, el pelo puede provenir de otros machos o incluso del mismo animal. Los machos deben examinarse en busca de anillos de pelo al menos cuatro veces al año; los machos reproductores activos deben examinarse cada pocos días. Los anillos de pelo se pueden cortar o quitar suavemente del pene después de aplicar un lubricante estéril; ocasionalmente puede ser necesaria la sedación o la anestesia para eliminarlos. En algunos casos de parafimosis, la etiología no es un anillo de pelo, sino más bien excitación sexual provocada por la separación de una pareja o el agotamiento sexual debido al exceso de hembras en la misma jaula.

Trastornos neoplásicos

A pesar de una esperanza de vida descrita de hasta 20 años, las chinchillas rara vez desarrollan neoplasias, según informes de casos en la literatura. Los exámenes post mortem de 1005 chinchillas criadas en granjas peleteras antes de 1949 y otras 1000 chinchillas criadas en granjas peleteras con edades comprendidas entre <6 meses y 11 años entre 1949 y 1952 no registraron neoplasias como causa de fallecimiento. Entre 1994 y 2003, se presentaron 325 chinchillas para investigación clínica en un importante hospital veterinario universitario. Los tumores se diagnosticaron en solo tres animales (1 %). Durante el mismo periodo, la incidencia de neoplasias fue mayor en conejos y roedores que en chinchillas (cobayas, 7 %; ratas, 34 %; y conejos, 6 %). Las descripciones aisladas de tumores en chinchillas incluyen neuroblastoma, carcinoma, lipoma, hemangioma, linfoma maligno, carcinoma hepático y osteosarcoma lumbar.

Otros trastornos

Trastornos relacionados con la edad en Chinchillas

Las chinchillas viejas pueden desarrollar cataratas corticales posteriores e hialosis asteroidea.

Enfermedad cardíaca en chinchillas

En las chinchillas jóvenes se escuchan a menudo soplos cardiacos que van de leves a moderados. Las descripciones de enfermedad cardiaca en chinchillas son escasas, y la relevancia de los soplos cardiacos en chinchillas jóvenes clínicamente sanas sigue siendo desconocida. Ha habido descripciones anecdóticas de cardiomiopatía, defecto del septo ventricular e insuficiencia de las válvulas mitral y tricúspide. La ecocardiografía se usa para diferenciar los soplos inocentes de los patológicos.

Trastornos del pie en chinchillas

Los trastornos de los pies afectan predominantemente a las patas traseras. Las lesiones pueden incluir hiperqueratosis y eritema; con menos frecuencia, pueden desarrollarse infecciones profundas o lesiones abiertas de la cara plantar de los pies. En los casos leves, las mejoras ambientales y la aplicación de glicerina o vaselina a menudo resuelven la hiperqueratosis y el eritema. En los casos graves, las lesiones se desbridan quirúrgicamente, seguido del tratamiento de la herida abierta y el vendaje hasta que la cicatrización sea completa.

Riesgos zoonóticos

El principal riesgo zoonótico de las chinchillas es la transmisión potencial de Giardia. Los estudios han indicado la existencia de siete grupos genéticos (o ensamblajes) dentro de Giardia, dos de los cuales (A y B) se encuentran tanto en personas como en animales, mientras que los cinco restantes (C-G) son específicos del hospedador. La mayoría de las infecciones por chinchilla ocurren con el ensamblaje B. Sin embargo, no se ha realizado el genotipado de los ensamblajes A y B de las Giardia de especies animales para determinar su potencial zoonótico. Por lo tanto, las chinchillas infectadas por Giardia pueden ser un reservorio potencial de transmisión zoonótica.

Para más información

  • Consulte también la información para propietarios sobre las chinchillas.