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Nutrición de los conejos

PorJoerg Mayer, DVM, DABVP (ECM), DECZM, DACZM
Última revisión/modificación jul 2021

Los conejos son pequeños herbívoros con necesidades alimentarias y sistemas digestivos especializados. Presentan alimentación selectiva, eligen hojas ricas en nutrientes y prefieren brotes nuevos a plantas maduras con mayor contenido en fibra. Por lo tanto, los conejos se consideran selectivos, porque recogen y eligen naturalmente alimentos con mayor densidad energética, lo que los predispone a la obesidad en cautividad. Anatómicamente, los conejos son herbívoros no rumiantes con un intestino grueso agrandado (fermentadores del intestino posterior). Su gran ciego mantiene una población de microorganismos que utiliza los nutrientes no digeridos en el intestino delgado.

La mayoría de la población bacteriana en el ciego está formada por bacterias grampositivas Bacteroides sp. Esto hace que el conejo sea muy sensible a los antibióticos orales; la administración de antibióticos orales puede alterar la población de Bacteroides y dar lugar a trastornos gastrointestinales mortales. La separación del bolo digestivo en función del tamaño de las partículas se produce en la porción caudal del intestino. La acción peristáltica desplaza rápidamente las partículas grandes (>0,5 mm), principalmente lignocelulosa, a través del colon y las excreta como pelotillas fecales duras. Este es el componente de "fibra no digerible" de la dieta.

La importancia clínica de una dieta rica en partículas de gran longitud es mantener la motilidad del ciego y del colon. Esta es la razón por la que estas fibras a veces se denominan "factor de raspado", porque estimulan mecánicamente la motilidad GI. Las partículas más pequeñas (<0,3 mm) y el material soluble se desplazan por la acción antiperistáltica hacia el ciego, donde se someten a la fermentación. Este componente de la dieta se conoce como fibra "digestible" o "fermentable". A intervalos, el contenido cecal es expelido como "heces blandas" o cecotrofos y consumido por el conejo directamente desde el ano. La ingestión de cecotrofos es mayor cuando los conejos se alimentan con una dieta rica en fibra no digerible. Este material reingerido proporciona proteína microbiana, vitaminas (incluyendo todas las vitaminas B necesarias) y pequeñas cantidades de ácidos grasos volátiles que son esenciales en la nutrición de los conejos. Sin embargo, ya que los aminoácidos obtenidos de esta manera solamente constituyen una pequeña contribución para satisfacer las exigencias proteicas de los conejos (especialmente en los animales jóvenes en crecimiento), la dieta debe proporcionar los aminoácidos adicionales, aunque las necesidades de aminoácidos esenciales en conejos todavía no se han definido.

Los conejos no digieren bien la fibra debido a la separación selectiva y la excreción rápida de las partículas grandes en la porción caudal del intestino. Necesitan una concentración elevada de fibra en la dieta (~15 % de fibra bruta) para fomentar la motilidad intestinal y reducir a un mínimo la posibilidad de enfermedad entérica. La ingesta alta de fibra puede proporcionarse mediante el uso de heno timoteo a voluntad (~30-35 % de fibra). La fibra también puede absorber toxinas bacterianas y eliminarlas a través de las heces duras. Las dietas bajas en fibra dan lugar a una incidencia mayor de trastornos entéricos, como por ejemplo enterotoxemia. Los carbohidratos inhiben la liberación de motilina. La motilina es una hormona polipeptídica secretada por las células del duodeno y yeyuno, que estimula la musculatura lisa GI. El exceso de almidón también puede ser sustrato para la proliferación de bacterias patógenas como Clostridium spiroforme, que producen una potente toxina. La fermentación en el ciego produce ácidos grasos volátiles, que son responsables del 40 % de las necesidades calóricas de los conejos. Los ácidos grasos volátiles también ayudan en el control de organismos patógenos al ayudar a mantener el pH normal (6-7) en el ciego.

Tabla
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La aportación de vitaminas A, D y E en la dieta es necesaria. Las bacterias intestinales sintetizan vitamina K y complejo B en cantidades adecuadas; los suplementos alimenticios son, por tanto, innecesarios. La enfermedad y el estrés pueden aumentar las exigencias vitamínicas diarias. La preparación y el almacenamiento de los alimentos debe hacerse de tal manera que reduzca a un mínimo las pérdidas por oxidación, que destruyen las vitaminas, particularmente las vitaminas A y E. Las dietas que contienen ≥30 % de harina de alfalfa suelen proporcionar suficiente cantidad de vitamina A. Las concentraciones de vitamina A en la dieta deben ser >5 000 UI/kg y <75 000 UI/kg. Las concentraciones fuera de estos límites pueden causar abortos, reabsorciones de camadas e hidrocéfalo fetal. Las deficiencias en vitamina E se han asociado con infertilidad, distrofia muscular y muerte fetal y neonatal. Las dietas para conejos que se venden en las tiendas de mascotas o incluso a granel en las tiendas de alimentos, si no se cambian nunca, pueden dar lugar a una deficiencia nutricional. El heno empaquetado para pequeños mamíferos puede haber estado almacenado en el estante durante un periodo prolongado.

Todos los componentes de la dieta básica (es decir, proteínas, fibra, grasas y energía) deben tenerse en consideración según el estado vital (crecimiento, gestación, mantenimiento), raza, situación y estilo de vida del conejo. Las proporciones se encuentran en los requerimientos del National Research Council ( ver la Tabla: Necesidades de nutrientes de los conejos). Los alimentos granulados para conejos proporcionan una buena nutrición a un coste razonable. Siempre debe proporcionarse agua limpia y fresca. La ingesta prolongada de las típicas dietas comerciales que contienen harina de alfalfa por parte de conejos de laboratorio o de compañía, mantenidos durante largos periodos en condiciones de mantenimiento, puede conducir a un daño renal y a depósitos de carbonato de calcio en las vías urinarias. Se suele recomiendar el heno timoteo a voluntad para la dieta de mantenimiento de los conejos adultos. Disminuir el nivel de calcio a un 0,4-0,5 % de la dieta para conejos no lactantes ayuda a reducir estos problemas. Esto puede conseguirse mediante dietas granuladas con una base de heno timoteo. Los conejos adultos de compañía que no se destinan a la cría se deben alimentar con una dieta granulada alta en fibra, restringida a 32 g por 2,5 kg de peso corporal/día para prevenir la obesidad y mantener la salud GI.

Necesidades de agua para conejos

Se ha demostrado en estudios metabólicos que un conejo consume agua a una tasa de aproximadamente 120 mL/kg/día. Esto es aproximadamente el doble de la cantidad que se suele calcular para un perro o un gato del mismo tamaño. El mayor consumo de agua tiene sentido cuando se considera la fisiología del tracto gastrointestinal y la escala metabólica. Los conejos deshidratados deben recibir el doble de líquidos de mantenimiento (240 mL/kg/día, o 10 mL/kg/h) durante al menos 24 h de hospitalización. Si un conejo se presenta por anorexia, la mayoría de las veces también está deshidratado. También se ha demostrado que un conejo beberá significativamente más agua de un recipiente abierto que de un biberón.

Cálculo de la ingesta calórica para conejos

Para establecer las necesidades calóricas diarias de mantenimiento de un conejo, la tasa metabólica basal del animal (TMB) debe calcularse primero como sigue: TMB = kW elevado a 0,75 (TMB = kcal/kg/día; k = constante kcal/kg; W = peso en kg; para los mamíferos placentarios, la constante k es 70). La TMB es la cantidad de calorías necesarias solo para mantener al conejo, sin tener en cuenta la presentación clínica. La TMB se multiplica por un factor patológico de 1,2-2,0 para explicar las necesidades metabólicas superiores a las de mantenimiento. El crecimiento también incrementa la tasa metabólica (factor de enfermedad de 1,5-3,0). Sin embargo, la inanición y la emaciación disminuyen la tasa metabólica, lo que reduce las necesidades calóricas (factor patológico de 0,5-0,9).

Carbohidratos para conejos

El papel de los carbohidratos en las dietas de los conejos suele simplificarse en exceso, y afirmaciones generalizadas como "los carbohidratos son malos para los conejos" no trazan una imagen adecuada. La sensibilidad a las dietas ricas en almidón es objeto de controversia en los conejos adultos, y el papel del almidón como factor predisponente para la disbiosis sigue sin estar claro. Sin embargo, se ha demostrado que los conejos adultos parecen digerir el almidón más eficientemente que los jóvenes. Se ha constatado que los polisacáridos, como los glucooligosacáridos (almidones que liberan glucosa después de la hidrólisis), causan diarrea en los conejos jóvenes. Otros almidones, como los fructooligosacáridos (compuestos de cadenas cortas de fructosa, que se encuentran en muchas frutas y verduras, como la cebolla, la achicoria, el ajo, los espárragos, el plátano, la alcachofa y muchos otros) o los galactooligosacáridos (cadenas cortas de galactosa, que se encuentran en el grupo de los prebióticos), no tienen el mismo efecto. Se observó que la dieta suplementada con fructooligosacáridos disminuía la morbilidad en conejos después de la introducción del agente patógeno Escherichia coli. Por tanto, los fructooligosacáridos se incluyen ahora en muchos alimentos para conejos. Además, se ha demostrado que un 15 % de melaza en el alimento lo toleran bien los conejos en crecimiento. La melaza también es rica en calcio, hierro y magnesio.

Dietas granuladas para conejos

Cuando se hacen gránulos, los ingredientes deben molerse y prensarse juntos para formar un cilindro. Las dietas extruidas o expandidas se muelen de forma grosera, manteniendo intactas las fibras más largas, y después se cuecen para formar una pasta, que se fuerza para darle forma de granulado. El proceso de extrusión de los alimentos da como resultado una galleta ligera. La ventaja es que se pueden incorporar partículas de fibra larga sin que los gránulos se vuelvan friables y se desintegren. El tratamiento térmico aplicado durante la cocción de los ingredientes crudos aumenta la digestibilidad del almidón. Además, las dietas extruidas son más palatables y digestibles que las raciones granuladas. Las dietas granuladas deben administrarse de acuerdo con las recomendaciones del fabricante, ya que un consumo excesivo de granulados puede causar obesidad o hipercalciuria.

Niveles de fibra recomendados para conejos

La fibra no digerible es importante para estimular la motilidad gastrointestinal, prevenir problemas de comportamiento (p. ej., morder el pelo), proporcionar desgaste dental y estimular el apetito y la ingestión de cecotrofos. Se suele recomendar hasta un 20 % de fibra bruta, con un 12,5 % de fibra no digerible para los conejos de compañía. Dado que la fibra bruta es principalmente una medida del componente de la lignina y celulosa de la dieta (fibra no digerible), no es útil para determinar la fibra fermentable o digestible.