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Manejo de hurones

PorNico J. Schoemaker, DVM, PhD;Y.R.A. van Zeeland, DVM, MVR, PhD, DECZM
Revisado/Modificado jun 2021

La madurez sexual de los hurones se alcanza en la primera primavera después del nacimiento, a la edad de 4-8 meses. En EE. UU., lLa gran mayoría de los hurones se esterilizan o castran antes de las 6 semanas de edad. Fuera de EE. UU., la esterilización se realiza por lo general en los meses de invierno, justo antes de que el hurón alcance la madurez sexual. Las hembras son ovuladoras inducidas y, si no se cruzan o esterilizan, pueden desarrollar pancitopenia F grave relacionada con los estrógenos debido a la persistencia del celo. La esterilización temprana también tiende a reducir el olor almizclado característico de los mustélidos. En Europa, el uso de un implante que contenga el agonista de la GnRH (deslorelina) se ha vuelto común como método de esterilización química frente a la cirugía tradicional.

En EE. UU., las glándulas odoríferas anales se suelen extirpar durante la esterilización; sin embargo, esto no es legal en algunos países. La eliminación de las glándulas odoríferas no afecta al olor almizclado del hurón, que lo producen las glándulas sebáceas.

Alojamiento de hurones

Los hurones pueden alojarse tanto en el interior como en el exterior. Cuando se alojan al aire libre, los hurones deben estar protegidos contra los elementos. Los hurones son muy sensibles al golpe de calor porque no pueden sudar, por lo que el alojamiento nunca debe colocarse bajo la luz solar directa.

Debido a su naturaleza curiosa y viva, los hurones necesitan mucho espacio para jugar. Las jaulas de tamaño estándar para hurones no suelen ser lo suficientemente grandes para esta actividad, por lo que los hurones han de pasar tiempo (supervisado) fuera de su jaula. Además, deben tener muchos juguetes (p. ej., pelotas, túneles, juguetes de alimentación) para jugar y enriquecerse. Debido a que los hurones son notorios artistas del escape y pueden pasar a través de los huecos más pequeños, lo más adecuado es que el alojamiento esté hecho de malla de alambre con rejillas de no más de 2,5 cm, un suelo resistente y una puerta ajustada que pueda cerrarse con cerradura. El techo del recinto debe ser lo suficientemente alto para permitir que el hurón se ponga de pie sobre sus extremidades posteriores. También debe haber una caja de arena, un área de alimentación y un área para dormir (caja nido). La caja de arena debe colocarse lejos de las áreas de alimentación y dormitorio.

El agua se puede proporcionar en un recipiente o en una botella. A menudo se prefieren los biberones porque los hurones tienden a jugar con los cuencos y derraman el contenido. Los cuencos de comida y agua, así como la caja de arena, deben estar sujetos a la jaula o ser lo suficientemente pesados como para que el hurón no pueda volcarlos.

Las hamacas son los lugares favoritos para dormir de los hurones. Una caja para dormir forrada con una camiseta o similar también puede funcionar bien. El heno, la paja y el serrín/virutas de madera no se recomiendan como sustrato en los alojamientos de los hurones porque la inhalación de polvo puede provocar irritación crónica de las vías respiratorias superiores.

Muchos hurones son muy sociables, aunque su homólogo silvestre (el turón) es un animal de vida solitaria. Por tanto, algunos veterinarios recomiendan mantener a los hurones alojados individualmente para evitar el estrés potencial del alojamiento en grupo. Si los hurones se alojan en grupos, el tamaño del grupo debe limitarse a 3 o 4 animales.

Nutrición de los hurones

Los hurones son carnívoros y necesitan altos niveles de proteína (35-40 %) en la dieta. El contenido de grasa puede variar, pero las proporciones de hidratos de carbono (<25 %) y fibra (<2,5 %) de la dieta deben ser relativamente bajas. Hay disponible alimento comercial de alta calidad para hurones, aunque también se puede administrar alimento de alta calidad para gatitos. La alimentación con una dieta más natural a base de roedores, conejos o palomas enteros o dietas con huesos y carne cruda (BARF) se ha vuelto popular en algunos países. Cuando se administran dietas a base de carne cruda, la comida debe ser de calidad para humanos y no estar contaminada con patógenos conocidos, como Salmonella, Campylobacter o ambos.

Cuidado clínico de los hurones

Exploración física.

La exploración física del hurón es básicamente similar a la del perro y el gato. Es más fácil examinar al hurón cuando se sostiene sobre el antebrazo. Los datos biológicos relacionados con la exploración física del hurón se pueden encontrar en Signos vitales en hurones adultos sanos. Durante la palpación abdominal, a menudo se puede detectar un bazo aumentado de tamaño en los hurones adultos. Esta esplenomegalia a menudo con frecuencia a la hematopoyesis extramedular, que no es clínicamente importante. Para excluir otras causas (p. ej., linfoma) y obtener un diagnóstico definitivo, puede estar justificada la ecografía transabdominal y el examen citológico de las biopsias por aspiración.

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Recogida de muestras

Sangre

En general, se pueden recoger volúmenes de sangre venosa de hasta el 1 % del peso corporal (aproximadamente 1 mL por 100 g de peso corporal) en hurones sanos (p. ej., hasta 6,5 mL de un hurón de 650 g). La vena yugular (técnica similar a la de los gatos) y la vena cava craneal son las localizaciones recomendadas para la venopunción, especialmente si se necesitan volúmenes mayores. El abordaje de la vena cava craneal se realiza mejor bajo sedación, aunque esto puede no ser necesario en hurones debilitados. Para este procedimiento, el hurón debe colocarse en decúbito supino y la aguja (26 G) insertarse en la entrada torácica, a la izquierda desde el manubrio, justo craneal a la primera costilla y dirigida hacia el miembro posterior derecho en un ángulo de 30 grados. No hay riesgo de punción cardiaca con esta técnica. Al sedar a un hurón, debe tenerse en cuenta que el isoflurano puede reducir artificialmente el hematocrito hasta en un 40 %. No se observan cambios en las proteínas plasmáticas ni en el recuento leucocitario. Cuando solo se necesita una pequeña cantidad (hasta 1 mL) de sangre, se puede utilizar la vena safena lateral o la vena cefálica.

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Orina

La recogida de una muestra evacuada suele ser suficiente para el análisis de orina. La cistocentesis o el cateterismo están indicados sólo cuando se necesitan cultivos microbianos y pruebas de sensibilidad. Estas técnicas generalmente requieren sedación. La técnica de cistocentesis es comparable a la de perros y gatos. La cateterización es más difícil debido al pequeño tamaño corporal y al pene en forma de J en los hurones macho. Se puede utilizar un catéter urinario de 3 French o un catéter yugular de 20-22 G como catéter urinario. La colocación de un catéter venoso de 24 G puede ayudar a localizar la abertura uretral, que se encuentra ventral a la punta en forma de J del pene en los machos, y puede servir para guiar el catéter uretral dentro de la uretra. El lavado posterior del catéter con solución salina (NaCl al 0,9 %) puede ayudar a que el catéter avance. Hacer avanzar el catéter más allá de la curvatura al nivel del canal pélvico puede ser complicado; la guía por el recto puede ser útil.

Anestesia

Sedación.

Para procedimientos que no causan dolor, la sedación puede ser suficiente para inmovilizar al hurón. La administración de isoflurano al 5 % en oxígeno a través de una mascarilla ajustada (colocada sobre la boca y la nariz) suele ser adecuada. Cuando el hurón está lo suficientemente tranquilo, la concentración de isoflurano puede reducirse al 2 %. Después de suspender la administración de isoflurano, el hurón se suele recuperar rápidamente. También se pueden utilizar fármacos sedantes, como la medetomidina (100 mcg/kg, IM o SC). Se administra el mismo volumen de atipamezol después del procedimiento para antagonizar los efectos de la medetomidina. La combinación de butorfanol y midazolam (0,2-0,3 mg/kg, IM, cada uno) también seda muy eficazmente a los hurones. Aunque el flumazenilo puede usarse para antagonizar los efectos del midazolam, la semivida es mucho más corta que la del midazolam, por lo que pueden ser necesarias dosis repetidas de flumazenilo.

Anestesia

Existen muchos protocolos de anestesia diferentes, por lo que la elección se basa en la experiencia del clínico, el estado de salud del paciente y el tipo de procedimiento se va a realizar. Además de tener la necesidad de una sedación e inmovilización apropiadas, la analgesia adecuada es crucial. Un protocolo consiste en la premedicación con medetomidina (100 mcg/kg, IM o SC) para permitir la colocación de un catéter IV. Entonces se administra propofol (1-3 mg/kg, IV) para permitir la intubación endotraqueal. La anestesia puede entonces mantenerse con 1-2 % de isoflurano en oxígeno. Otro protocolo consiste en la combinación de medetomidina (80 mcg/kg, SC o IM) con ketamina (5 mg/kg, SC o IM). La buprenorfina (10-30 mcg/kg, IM o SC) proporciona una buena analgesia postoperatoria. Además, los AINE (p. ej., meloxicam, 0,2 mg/kg, PO, IV o SC, cada 24 horas) y el tramadol (1-5 mg/kg, PO, cada 12-24 horas) pueden ser analgésicos adecuados para el periodo posoperatorio. Dado que los hurones pueden tener riesgo de desarrollar gastritis y úlceras gástricas, a menudo se recomienda combinar el uso de un AINE con un antiácido (p. ej., omeprazol, 1-4 mg/kg, PO, cada 24 horas; o ranitidina, 5 mg/kg, PO, cada 12 horas).

Vacunación de hurones

Según la vacuna utilizada, los hurones pueden vacunarse frente a la rabia y el moquillo canino cada 1-3 años. Existen tres vacunas antirrábicas aprobadas por el USDA para hurones en EE. UU. (Defensor 1 o 3, IMRAB® 3, y Nobivac® 1-Rabia). Las vacunas contra la rabia sólo se deben administrar a los hurones de al menos 3 meses de edad. Los hurones deben vacunarse frente al moquillo canino a las 8, 11 y 14 semanas de edad. Actualmente, ninguna vacuna contra el moquillo canino está aprobada para su uso en hurones. Dado que algunas vacunas frente al moquillo canino pueden causar seroconversión y enfermedad y otras reacciones alérgicas graves, la mayoría de los veterinarios solo usan la vacuna Nobivac PuppyDPv, ya que se ha descrito que esta vacuna es segura. Para prevenir las reacciones a la vacuna, se recomienda administrar solo una vacuna (es decir, la rabia o el moquillo) cada vez.