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Infecciones víricas en primates no humanos

Última revisión/modificación ene 2020

    Varios herpesvirus afectan a los primates no humanos, aunque muchos existen como infecciones latentes o subclínicas en sus reservorios, pero causan una enfermedad grave o la muerte cuando se transmiten de forma natural a otros hospedadores. Se considera que todos los macacos son reservorios potenciales del Cercopithecine herpesvirus 1 (Herpesvirus simiae, virus B). La infección suele ser subclínica o leve (conjuntivitis o vesículas orales) en Macaca spp, pero puede causar encefalitis y encefalomielitis mortales en las personas. La transmisión se puede producir por mordedura, por arañazo o por contaminación de una lesión superficial o de las membranas mucosas (p. ej., conjuntiva) con saliva infecciosa, secreción conjuntival o genitourinaria. Las víctimas mortales humanas, por encefalitis causadas por el virus B, ilustran la importancia de emplear las precauciones apropiadas y los equipos de protección personal adecuados para evitar el contacto directo o indirecto con las secreciones y fluidos corporales de los macacos. Los animales nacidos y criados en cautividad deben evaluarse clínicamente cuando se examinen por primera vez y posteriormente cada año.

    Saimiriine herpesvirus tipo 1 (herpesvirus T) provoca úlceras linguales leves y estomatitis en los monos ardilla, pero causa epizootias mortales en monos nocturnos y en titíes tras infectarse naturalmente. El herpesvirus humano, el herpesvirus simple tipo 1, causa una infección leve en las personas y en ciertos primates, pero los monos nocturnos, los gibones, los capuchinos y la tupaya común (Tupaia glis) son muy sensibles y pueden morir. Los signos incluyen ulceración de la piel o de las membranas mucosas, conjuntivitis, meningitis o encefalitis. Los cuidadores con lesiones orales se deben sustituir hasta que la infección remita, y se debe evitar cualquier interacción con el público.

    En condiciones naturales, se han observado infecciones asintomáticas por el virus de la hepatitis A (virus de la hepatitis de transmisión entérica) en chimpancés (Pan troglodytes) y monos. Los valores incrementados de AST y de ALT tienen valor diagnóstico en primates no humanos. Las personas se han contagiado de chimpancés.

    Al no existir vacunas disponibles para proteger al personal encargado del cuidado de los primates no humanos o a los primates contra los herpes y algunas infecciones de hepatitis vírica, se debe evitar la exposición. La mejor forma para conseguirlo es formar cuidadosamente al personal en el manejo de primates no humanos, usando equipo de protección personal (ropa, mascarillas, gafas o escudos y guantes), distribuyendo a los primates en habitaciones específicas para cada especie y prestando estricta atención a las normas higiénicas. En las instalaciones privadas, se recomienda la preselección de los primates mediante pruebas serológicas y PCR. ( See table Recomendaciones de vacunación para primates no humanos.)

    Otros virus producen con frecuencia enfermedad clínica en los primates importados recientemente. La rubéola (sarampión), adquirida por contacto humano, puede adquirir proporciones epizoóticas. El virus produce exantemas no pruriginosos en la cara, pecho y porciones inferiores del cuerpo; también puede causar neumonía intersticial de células gigantes, rinitis, conjuntivitis, y también gastroenteritis en los primates del Nuevo Mundo. Los titíes son extremadamente sensibles, y no se debe fomentar a los niños, especialmente, a interactuar con estas especies. No existe un tratamiento específico. Se recomienda la vacunación de los macacos Rhesus lactantes y otros macacos utilizando la vacuna humana del sarampión. La vacuna viva modificada contra el sarampión puede causar enfermedad en los titíes, por lo que no está recomendada. La viruela de los monos y otros poxvirus pueden afectar a los grupos de primates. La viruela de los monos es una enfermedad zoonótica que se caracteriza por la aparición de exantemas maculopapulosos y pústulas variólicas. Los monos afectados suelen sobrevivir y después de la recuperación se vuelven inmunes a la enfermedad vírica.

    Las enfermedades inmunosupresoras en primates no humanos pueden estar causadas por diversos retrovirus, incluidos varios ortoretrovirus, denominados anteriormente oncornavirus tipo C y D, y diversos virus de la inmunodeficiencia en simios (VIS). Los VIS son lentivirus estrechamente asociados a la inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH-1) y VIH-2. Los únicos que se han aislado se han encontrado en diferentes especies de primates no humanos. Los VIS tienen baja patogenicidad en sus hospedadores naturales (especies de primates africanos) y a menudo producen una infección asintomática, pero en los macacos pueden causar una enfermedad grave, similar al sida, tras producirse una transmisión interespecie. Se ha demostrado que los VIS pueden infectar a las personas, pero se desconocen las consecuencias de la infección a largo plazo.

    Tabla
    Tabla

    La infección por ortoretrovirus del género Betaretrovirus (anteriormente retrovirus SRV tipo D, 5 serotipos) puede producir una inmunodeficiencia que predispone a un conjunto de enfermedades como la fibromatosis, las micobacteriosis atípicas, la criptosporidiosis intestinal, la neumonía por Pneumocystis, la infección diseminada de citomegalovirus y la candidiasis en colonias de macacos.

    La infección por oncornavirus del género Deltaretrovirus (anteriormente retrovirus de tipo C) produce principalmente enfermedad linfoproliferativa, y rara vez linfoma de células T, en primates del Viejo Mundo y simios. Los signos clínicos y la sensibilidad a un virus u otro depende de la gran variedad interespecífica que hay entre los hospedadores. La transmisión entre los primates no humanos se produce por contacto directo o indirecto con sangre infectada y otros fluidos corporales o de la madre a la progenie.

    Los virus zoonóticos hemorrágicos, como el del Ébola, el de Marburgo y el de la fiebre amarilla, son de riesgo en animales silvestres capturados. Un importante diagnóstico diferencial de estas zoonosis es la fiebre hemorrágica de los simios. Esta infección por Arterivirus es subclínica en monos africanos, pero es muy contagiosa y grave en las especies asiáticas. La necrosis hemorrágica del duodeno proximal es una lesión patognomónica. Las poblaciones en cautividad que finalmente se alojan en instalaciones privadas son de bajo riesgo.