Como en todos los aspectos del análisis médico, una buena historia clínica del paciente es fundamental para establecer un diagnóstico. Las preguntas específicas son importantes para evaluar la calidad ambiental y pueden desempeñar un papel importante en las recomendaciones de tratamiento.
Primero, una descripción completa del alojamiento de los animales debe incluir el volumen, el diseño y el mantenimiento rutinario del sistema y la fuente de agua. El número y el tamaño de los animales, las especies (peces y no peces), las nuevas incorporaciones, el uso de la cuarentena, las ornamentaciones, las plantas y los tratamientos anteriores forman parte de la historia del caso y también pueden ser relevantes para la evaluación de la calidad ambiental y el diseño del sistema. Se puede pedir a los propietarios que lleven muestras de los peces y agua a la clínica, o el veterinario puede solicitar visitar el lugar. Las visitas al lugar permiten evaluar con mayor precisión el sistema y observar fácilmente el comportamiento de los peces. Si una visita al lugar no es posible, se puede pedir al propietario que proporcione un vídeo y/o fotos del sistema (incluida la filtración) y de los peces, tanto afectados como no afectados.
Si se llevan peces a la clínica para su examen, se debe proporcionar una muestra de agua separada en una bolsa de plástico o en una botella de agua de plástico limpia. Si la fuente de agua es de un suministro de agua municipal, se debe recoger una segunda muestra en una botella de vidrio para la prueba del cloro/cloramina. Las muestras de agua recogidas por el propietario se deben tomar bajo la superficie del agua sin que se vean burbujas de gas. Se debe solicitar un mínimo de 1 litro de agua del tanque para el análisis regular y una segunda muestra más pequeña (<100 mL) en un recipiente de vidrio para la prueba del cloro. Si se planea un procedimiento que necesite anestesia, se puede solicitar un volumen mayor de agua del tanque para que esté disponible para la recuperación.
