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Indigestión simple en rumiantes

(Indigestión alimentaria leve)

PorPeter D. Constable, BVSc (Hons), MS, PhD, DACVIM, College of Veterinary Medicine, University of Illinois at Urbana-Champaign
Última revisión/modificación jun 2022

La indigestión simple se produce con mayor frecuencia en el ganado vacuno alimentado a mano y es el resultado de una ración anormal. El diagnóstico se basa en múltiples animales que presentan disminución del apetito y de la motilidad del estómago, pH anormal del rumen y una ración anormal. El tratamiento se centra en la alimentación con una dieta típica de rumiantes.

La indigestión simple de los rumiantes es una alteración leve de la función gastrointestinal que se da con más frecuencia en el ganado vacuno y raramente en ovino y caprino. Es un diagnóstico de exclusión y suele estar relacionado con un cambio brusco en la calidad o la cantidad de la dieta.

Etiología de la indigestión simple en rumiantes

Casi cualquier factor dietético que pueda alterar el entorno intrarruminal puede causar una indigestión simple. La indigestión simple es común en vacuno lechero y de carne alimentado a mano, debido a las variaciones en la calidad y cantidad del alimento. El ganado lechero puede ingerir cantidades excesivas de alimento altamente palatable, como maíz o ensilado de hierba; el ganado de carne puede ingerir cantidades excesivas de forraje de mala calidad e indigestible durante el invierno. Durante los periodos de sequía, las vacas y las ovejas pueden verse obligadas a comer grandes cantidades de paja de mala calidad, material de las camas o grano. La indigestión simple puede aparecer tras un cambio brusco en la alimentación, al usar alimentos en mal estado o congelados, al introducir urea en la ración, al soltar al ganado en pastos de cereales suculentos o al incorporar raciones muy ricas en grano en los cebaderos de terneros.

La indigestión simple se suele asociar con un cambio brusco en el pH del contenido ruminal, como una disminución del pH ruminal debido a la fermentación rápida de los carbohidratos ingeridos o un aumento del pH ruminal debido a la hipomotilidad del estómago y la putrefacción del alimento ingerido. Puede resultar también de la acumulación de cantidades excesivas de alimento relativamente indigestible que puede alterar físicamente la función ruminal. Se suelen ver afectados varios animales simultáneamente en un grupo porque la indigestión simple tiene una base nutricional, aunque la gravedad de los signos clínicos puede variar entre los animales.

Hallazgos clínicos de la indigestión simple en rumiantes

Los signos clínicos de indigestión simple dependen del tipo de animal afectado y de la causa del trastorno. En el ganado lechero, la sobrealimentación con ensilado causa anorexia y una reducción moderada de la producción diaria de leche. El rumen suele estar lleno, duro y pastoso. Las contracciones primarias de los preestómagos están disminuidas o están ausentes, pero las contracciones secundarias de los preestómagos pueden estar presentes, aunque por lo general disminuyen en su fuerza. La temperatura, el pulso y il ritmo respiratorio son normales. Las heces son de consistencia normal a dura, pero su cantidad es reducida. La recuperación suele ser espontánea en 24-48 h.

La indigestión simple debida a la alimentación excesiva con grano produce principalmente anorexia y desde hipomotilidad hasta atonía ruminal (estasis). El rumen no está necesariamente lleno y puede contener cantidades excesivas de líquido. Las heces suelen ser de blandas a acuosas y fétidas. El mecanismo de formación de la diarrea es incierto, pero es muy probable que se deba a una mayor osmolaridad luminal como resultado de la rápida degradación de los carbohidratos ingeridos. El animal afectado está despierto y alerta y suele comenzar a comer en las siguientes 24 h. Un trastorno digestivo más grave debido a la alimentación excesiva con grano se describe como sobrecarga de grano.

Diagnóstico de la indigestión simple en rumiantes

  • Disminución del apetito y motilidad de los preestómagos, y pH ruminal anómalo en múltiples animales.

  • Cambio reciente de la dieta.

El diagnóstico de indigestión simple se basa en los antecedentes de un cambio brusco en la naturaleza o la cantidad de la dieta, la afectación de varios animales de un grupo y, lo que es más importante, la exclusión de otras causas de disfunción de los preestómagos. El líquido ruminal puede tener un pH anormal (<6 o >7), una disminución en el número y tamaño de los protozoos o un tiempo prolongado de reducción del azul de metileno (una medida de la actividad metabólica bacteriana). En las explotaciones, no debe sospecharse una indigestión simple si solo un animal del grupo está afectado.

No se observan la reacción sistémica ni las respuestas dolorosas a la palpación profunda del xifoides en la reticuloperitonitis traumática. La ausencia de cetonuria y los antecedentes ayudan a eliminar la cetosis clínica de entre los trastornos considerados. La posibilidad de un desplazamiento de abomaso a la izquierda normalmente puede ser descartado mediante percusión y auscultación simultáneas.

La indigestión vagal, el vólvulo abomasal y el vólvulo cecocólico se vuelven más fácilmente detectables a medida que progresan. La sobrecarga de grano se puede distinguir de la indigestión simple por su mayor gravedad, letargo y el descenso pronunciado en el pH del contenido ruminal a <5,5.

Tratamiento de la indigestión simple en rumiantes

  • Interrupción de la dieta anormal.

  • Alimentación con una ración típica de rumiantes.

El tratamiento de la indigestión simple está dirigido a corregir los factores dietéticos sospechosos. La recuperación espontánea es habitual cuando los animales se alimentan con una ración típica de rumiantes y por lo general no se necesita tratamiento adicional. La administración de agua tibia o solución salina (NaCl al 0,9 %) (~20 L, por vía oral [p. ej., en forma de solución oral o con sonda gástrica], una vez), seguida de un masaje vigoroso del rumen, puede ayudar a restaurar la función ruminal en el ganado vacuno adulto (no se han establecido tiempos de retirada). El hidróxido de magnesio (294 g en 4 L de agua, PO, repetido según sea necesario) puede ser útil cuando se han ingerido cantidades excesivas de grano, pero el hidróxido de magnesio solo debe administrarse a bovinos con un pH ruminal bajo (<6); de lo contrario, puede producirse un exceso de alcalinización de los preestómagos y sistémica. La leche extraída de los animales durante el tratamiento y durante 12 horas (1 ordeño) después del último tratamiento no debe utilizarse como alimento.1 Los supuestos ruminatorios (p. ej., nux vomica, tártaro emético, parasimpaticomiméticos) no se recomiendan como tratamientos auxiliares. El jengibre puede ser eficaz como ruminotórico, pero se necesitan estudios adicionales. Si se ha ingerido demasiada urea ( ver Intoxicación por nitrógeno no proteico (intoxicación por amoníaco)) o proteína, se puede administrar vinagre (ácido acético al 5 %) (2-6 L, PO, repetir según sea necesario2) para devolver el pH del rumen al rango normal. Si se reduce el número o la actividad de los microbios ruminales, la transferencia de líquido ruminal (4-8 L, infundidos por vía ruminal a través de sonda gástrica, una vez) de una vaca sana será de ayuda. Las soluciones electrolíticas orales o intravenosas pueden ser necesarias para corregir las anomalías electrolíticas y ácido-base, especialmente en el ganado deshidratado.

Referencias

Puntos clave

  • La indigestión simple afecta a múltiples bovinos en una explotación alimentados con una ración anormal.

  • El ganado afectado presenta disminución del apetito, reducción de la motilidad de los preestómagos y características anómalas del líquido ruminal.

  • El tratamiento debe centrarse en cambiar la dieta.

Para más información

  • Fubini SL, Yeager AE, Divers TJ. Noninfectious diseases of the gastrointestinal tract. In: Divers TJ, Peek SF, eds. Rebhun's Diseases of Dairy Cattle. 3rd ed. Elsevier; 2018:168–248.