En los 4-14 días después del parto, los potros a menudo presentan una diarrea leve autolimitante. Durante este tiempo, la madre normalmente está teniendo su primer ciclo estral posparto, de aquí el nombre de "diarrea del celo del potro". Sin embargo, la diarrea también puede ocurrir en este momento en potros huérfanos; por lo tanto, es poco probable que la actividad hormonal en la yegua esté involucrada en la patogenia. Aunque se desconoce la causa, puede estar relacionada con alteraciones en la microbiota del potro o con un cambio en la dieta (el potro está comenzando a comer pequeñas cantidades de heno y grano). La coprofagia también puede desempeñar un papel.
El potro se mantiene activo y alerta y tiene un apetito normal. Las constantes vitales permanecen dentro de la normalidad. Las heces son de semiformadas a acuosas y no huelen mal. La monitorización es importante para garantizar que el estado del potro no se deteriore. No es necesario instituir un tratamiento específico; sin embargo, la aplicación de un protector cutáneo alrededor del periné ayuda a evitar la escaldadura.