La colitis X no es realmente una enfermedad, sino un término histórico utilizado para describir causas no diagnosticadas de enterocolitis hiperaguda, mortal, en caballos, caracterizada por el inicio súbito de diarrea acuosa profusa y la instauración de shock hipovolémico. Muchos caballos afectados tienen antecedentes de estrés. Los diagnósticos diferenciales incluyen la salmonelosis hiperaguda, la enterocolitis por clostridios, la colitis por Aeromonas spp, la fiebre equina del Potomac y el coronavirus equino.
Salmonella spp y Clostridium difficile pueden ser difíciles de cultivar a partir de material fecal líquido, y el diagnóstico de salmonelosis o enterocolitis clostridial puede pasarse por alto fácilmente. Se recomienda el cultivo de muestras de tejido GI y de los nódulos linfáticos mesentéricos, además del contenido intestinal de los casos de necropsia. Los cultivos negativos y las pruebas de toxinas para clostridios no excluyen necesariamente estas afecciones; por lo tanto, se recomienda la desinfección a fondo de las instalaciones, instalaciones del hospital y remolques en todos los casos.
Clínicamente puede haber un periodo febril de corta duración, pero la temperatura corporal pronto se vuelve normal o inferior a la normal. Hay taquipnea, taquicardia y depresión marcada. Aparece una diarrea explosiva seguida de deshidratación extrema. A veces la muerte ocurre antes de que la diarrea se haga evidente, observándose enterocolitis grave en la necropsia. El shock hipovolémico y endotóxico se manifiesta por prolongación del tiempo de relleno capilar, membranas mucosas violáceas y extremidades frías. La muerte puede ocurrir en las 3 h siguientes a la aparición de los signos clínicos.
En casos menos agudos, la muerte se produce en 24-48 h. En la necropsia, el edema y la hemorragia en la pared del colon mayor y el ciego son intensos, y el contenido intestinal es líquido y a menudo está teñido en sangre.
Típicamente, el hematocrito es >65 % incluso poco después de la aparición de los signos clínicos. El recuento leucocitario varía de normal a neutropénico, con una degenerativa desviación a la izquierda. También se produce acidosis metabólica y trastornos electrolíticos.
El inicio de la enfermedad a menudo está estrechamente relacionado con el estrés, como por ejemplo el producido por la cirugía o el transporte. Los signos clínicos son similares a los de otras enfermedades diarreicas, como la salmonelosis hiperaguda, la toxemia causada por especies de Clostridium spp, la fiebre equina del Potomac, el shock endotóxico experimental y la anafilaxia. Se puede observar una afección similar después de administrar lincomicina a caballos. La colitis X es el término reservado para aquellos casos en los que no se puede establecer un diagnóstico definitivo y el caballo muere.
El tratamiento de la colitis X no suele ser efectivo (por definición), pero debería ser parecido al de la salmonelosis. Para combatir la deshidratación grave se necesitan grandes volúmenes de fluidos IV y a menudo se tienen que administrar electrolitos. Se requiere plasma o coloides sintéticos para mantener la presión oncótica plasmática si la hipoproteinemia es secundaria a una enteropatía perdedora de proteínas. El flunixino meglumina, el meloxicam o el firocoxib pueden disminuir la inflamación, y la polimixina B puede ayudar a unirse a la endotoxina. Los antibióticos de amplio espectro están indicados para tratar la bacteriemia que a menudo se produce de forma secundaria a la translocación bacteriana a través del tracto GI lesionado.