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Enfermedad inflamatoria intestinal en caballos

PorAllison J. Stewart, BVSc (Hons), PhD, DACVIM-LAIM, DACVECC
Última revisión/modificación oct 2022

La enfermedad inflamatoria intestinal en caballos incluye la enteritis granulomatosa (EG), la enterocolitis linfoplasmocitaria (ELP), la enfermedad epiteliotrópica eosinofílica multisistémica (EEEM) y la enterocolitis eosinofílica focal idiopática (EEI). La enfermedad se caracteriza por la infiltración de los intestinos delgado y grueso con células inflamatorias, como linfocitos, células plasmáticas y eosinófilos.

La enfermedad inflamatoria intestinal en caballos puede limitarse a un segmento corto del intestino o puede ser más difusa. Tiene como resultado una malabsorción y la enteropatía perdedora de proteínas. La diarrea puede ser o no una característica clínica. La enfermedad inflamatoria intestinal se debe considerar en el diagnóstico diferencial en caballos con pérdida de peso, cólico recurrente o hipoproteinemia, así como en algunos caballos con enfermedad cutánea generalizada.

Patogenia de la enfermedad inflamatoria intestinal en caballos

La fisiopatología de los diversos síndromes que comprenden la enfermedad inflamatoria intestinal no se conoce bien. Se ha sugerido que se produce una respuesta inmunitaria alterada frente a un factor intestinal común (p. ej., alimento, parásitos, bacterias). Existen similitudes histopatológicas entre la EG en los caballos, la enfermedad de Johne en el ganado vacuno y la enfermedad de Crohn en las personas. Las razas estándar parecen estar predispuestas a la EG y a la EEEM, lo que sugiere una posible predisposición genética.

Diagnóstico de la enfermedad inflamatoria intestinal en caballos

El diagnóstico de la enfermedad inflamatoria intestinal se basa en los signos clínicos, la baja concentración de proteínas séricas, el posible engrosamiento del intestino, los indicios de malabsorción y la biopsia intestinal o rectal. La malabsorción de carbohidratos es secundaria a la atrofia de las vellosidades en todo el intestino delgado. La incapacidad para absorber la glucosa oral o la D-xilosa confirma la malabsorción del intestino delgado.

La ecografía es el mejor diagnóstico para la detección del engrosamiento de la pared intestinal (si se puede visualizar el área afectada del intestino) o la linfadenopatía mesentérica. Rara vez, la palpación rectal puede ayudar a detectar el engrosamiento intestinal, y la linfadenopatía mesentérica o la citología del líquido abdominal pueden revelar células neoplásicas. La biopsia GI puede realizarse mediante endoscopia, laparoscopia o laparotomía. Las biopsias intestinales de espesor total pueden obtenerse mediante un procedimiento laparoscópico a través de una incisión en el flanco o mediante una celiotomía de la línea media ventral. Debido a que la mayoría de los caballos presentan hipoproteinemia grave en el momento del diagnóstico, la curación de la incisión puede ser problemática.

El diagnóstico histológico es subjetivo y debe ser realizado por un patólogo con experiencia en la lectura de biopsias intestinales equinas. La biopsia de la mucosa rectal es útil en el diagnóstico de ~50 % de los casos de EG y EEEM, pero rara vez es útil en el diagnóstico de ELP y EEI. Se puede identificar un número elevado de eosinófilos y linfocitos en la pared intestinal de los caballos normales; sin embargo, debe evitarse la sobreinterpretación. La presencia de granulomas eosinofílicos, vasculitis y necrosis fibrinoide de los vasos intramurales es diagnóstica de EEEM. Los caballos con EEEM pueden tener una dermatitis grave, infiltraciones eosinofílicas en el hígado o el páncreas y, a veces, una eosinofilia notable. Los caballos con EEI presentan infiltración eosinofílica restringida al intestino y tienen un mejor pronóstico de supervivencia.

Tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal en caballos

Se han probado varios tratamientos médicos para la enfermedad inflamatoria intestinal con un éxito limitado. Se han utilizado corticoesteroides, cambios dietéticos, metronidazol y el antimetabolito azatioprina. El síndrome hipereosinofílico en las personas a menudo responde a la hidroxiurea o la vincristina y a veces se utilizan interferón alfa y ciclosporina. El soporte nutricional debe consistir en la administración frecuente de raciones ricas en energía y de buena calidad. El pronóstico es grave.

Si solo una zona limitada y accesible del intestino está afectada, puede tener éxito la extirpación quirúrgica. Esto es más común en la EEI, en la que los caballos suelen presentar cólico en lugar de pérdida de peso. El engrosamiento focal, a veces restringido a las bandas murales circunferenciales, se detecta mediante laparotomía exploratoria o necropsia; se puede establecer un diagnóstico mediante histopatología posterior. Los caballos con EEI responden a la resección quirúrgica del segmento enfermo del intestino. El tratamiento médico con corticoesteroides y la administración de comidas pequeñas y frecuentes también ha conducido a la resolución de los signos clínicos después de la descompresión del intestino delgado sin resección.