La ciatostominosis larvaria es un síndrome clínico causado por la aparición masiva de larvas de ciatostoma enquistadas desde las paredes intestinales grandes. Se caracteriza por una tiflocolitis generalizada aguda, que da lugar a una diarrea acuosa profusa, y los caballos a menudo presentan edema ventral. Las pruebas de laboratorio suelen revelar neutrofilia e hipoalbuminemia, y la ecografía puede revelar paredes intestinales grandes edematosas y engrosadas. La flotación fecal y el recuento de huevos no son diagnósticos. El tratamiento incluye fluidoterapia intensiva, antiinflamatorios y medicación larvicida.
Cortesía del Dr. Martin K. Nielsen.
Los ciatostomas, también conocidos como pequeños estróngilos, son ubicuos en caballos de pastoreo en todo el mundo, y la subfamilia comprende 50 especies dentro de 14 géneros diferentes. Cuarenta de estas especies infestan a los caballos y es común encontrar coinfestaciones con 10-20 especies diferentes en un solo caballo. Los caballos clínicamente sanos pueden albergar cargas de ciatostomas que van desde unos pocos miles hasta más de un millón de nematodos. Se sabe muy poco sobre las diferencias biológicas y patogénicas entre especies debido a la falta de herramientas de diagnóstico ante mortem para diferenciarlas. Como resultado, los ciatostomas se consideran como un grupo biológicamente uniforme en cuanto a patogenicidad y resistencia antihelmíntica.
Como parte del ciclo biológico normal, las larvas ingeridas de la tercera fase (L3) migran a las paredes intestinales del ciego y el colon, donde se enquistan y pasan por las fases inicial (EL3), tercera tardía (LL3) y cuarta (L4). Las L4 se excretan y vuelven a migrar a la luz intestinal como L4 luminales antes de alcanzar la fase final y sexualmente madura (L5). Las larvas EL3 experimentan grados variables de desarrollo detenido (hipobiosis) durante periodos que van desde unas pocas semanas o meses hasta varios años. En climas con estaciones de pastoreo bien definidas, se ha descrito un patrón estacional de la proporción relativa de EL3 detenidos. Esto da lugar a una acumulación de EL3 a lo largo de la temporada de pastoreo, con el mayor número durante los meses de otoño e invierno. Como resultado, los caballos pueden albergar cientos de miles de larvas enquistadas, especialmente caballos <5 años de edad.
La ciatostomosis larvaria se produce cuando un gran número de larvas enquistadas emergen sincrónicamente de sus quistes dentro de las paredes intestinales. Cada larva induce una reacción inflamatoria y un número elevado puede conducir a una tiflocolitis generalizada que afecta principalmente al ciego y al colon ventral. Sin embargo, a pesar de la ubicuidad de los parásitos ciatostómicos y de la acumulación de larvas enquistadas, la ciatostomosis larvaria rara vez se observa en todo el mundo. La mayoría de los casos descritos parecen proceder de países de climas templados del norte.
Signos clínicos de la ciatostominosis larvaria en caballos
El caso típico de ciatostomosis larvaria aguda es un caballo joven (1-4 años de edad, rara vez potros), pero la afección puede ocurrir también en caballos maduros. El caballo a menudo ha sido desparasitado recientemente con un antihelmíntico no larvicida eficaz y se presenta a finales de otoño, invierno o principios de primavera con estos signos clínicos:
Aparición súbita de diarrea acuosa profusa.
Deshidratación grave.
Varios grados de shock circulatorio.
Edema de la región esternal, prepucio y extremidades distales.
Posibles signos de cólico.
Pérdida de peso.
La temperatura corporal puede estar aumentada, normal o baja.
Los hallazgos de laboratorio suelen incluir:
Leucocitosis neutrofílica.
Hipoproteinemia e hipoalbuminemia.
Eosinofilia (en algunos casos).
Aumento de las concentraciones de marcadores de fase aguda (p. ej., amiloide A, fibrinógeno).
Acidosis láctica y acidosis metabólica.
Diagnóstico de la ciatostominosis larvaria en caballos
No hay signos patognomónicos y las pruebas diagnósticas no son útiles en los casos clínicos. La flotación fecal y el recuento de huevos no son útiles porque la afección está causada por fases larvarias que emergen de las paredes intestinales y no por los adultos productores de huevos. De manera similar, las larvas de ciatostomas a veces se pueden observar en un guante rectal o en muestras fecales, pero esto solo documenta la presencia de parásitos y no indica patología.
El diagnóstico de la enfermedad se basa en la presentación clínica, los hallazgos clínicos de laboratorio y la historia del tratamiento antihelmíntico del caballo y exclusión de diagnósticos diferenciales. Por lo tanto, los cultivos fecales y las pruebas de PCR para salmonelosis, así como los ensayos de toxina clostridial y muestreo para Neorickettsia risticii (la causa de la fiebre equina del Potomac) son relevantes en cualquier caso de colitis hiperaguda. La ecografía puede ayudar a diferenciar el cólico de los casos de colitis y, a menudo, revela paredes cecales o colónicas marcadamente engrosadas y edematosas junto con signos de diarrea acuosa. En los casos crónicos de ciatostomosis, puede producirse pérdida de peso y formación de edema debido a pérdidas graves de proteínas entéricas. La ecografía puede ayudar a diferenciar los casos de enteropatía proliferativa equina debido a la enteritis por infestación por Lawsonia intracellularis, que se suele diagnosticar en los potros destetados.
Tratamiento de la ciatostominosis larvaria en caballos
En la presentación aguda, el tratamiento debe dirigirse a medidas de soporte:
Reemplazo de las pérdidas de líquidos y electrolitos.
Corrección de trastornos ácido-base.
Expansores plasmáticos si el caballo está hipoproteinémico.
Tratamiento antiinflamatorio.
Apoyo nutricional y reparación de la mucosa.
Anticoagulación.
Antibióticos si hay sospecha de sobreinfección bacteriana.
El tratamiento antiinflamatorio se suele recomendar para estabilizar la tiflocolitis generalizada, pero hay muy pocas pruebas que documenten los efectos beneficiosos o apoyen la elección de la dosis y el curso de tratamiento. Se ha sugerido la administración oral de prednisolona o dexametasona, pero algunos clínicos prefieren los AINE. Ambas opciones de tratamiento deben usarse con precaución debido a sus posibles efectos secundarios en los caballos.
En la década de 1990, se describieron tasas de mortalidad de ~50 % en la ciatostomosis larvaria aguda. Los casos parecen menos frecuentes ahora, pero el pronóstico de supervivencia sigue siendo similar.
La recomendación actual es incluir un antihelmíntico larvicida como parte del plan de tratamiento. El antihelmíntico de elección es una sola dosis oral de moxidectina (0,4 mg/kg). Un régimen de 5 días de fenbendazol oral (10 mg/kg en América del Norte, 7,5 mg/kg en Europa) también tiene una etiqueta de eficacia larvicida, pero la resistencia antihelmíntica a los benzimidazoles está muy extendida en los ciatostomas. Por lo tanto, el régimen larvicida de fenbendazol solo debe intentarse en los casos en los que la eficacia total y la ausencia de signos de resistencia se hayan probado y documentado recientemente.
Prevención de la ciatostominosis larvaria en caballos
Las recomendaciones actuales para el control de los parásitos están diseñadas para reducir el riesgo de ciatostomosis larvaria mediante pruebas diagnósticas fecales, monitorización rutinaria de la eficacia antihelmíntica y una combinación de tratamientos estratégicos y dirigidos. Junto con un buen manejo de los pastos y la regulación de la densidad de población, esto debería reducir la contaminación parasitaria de los pastos y reducir la presión de la infestación.
Se puede encontrar una presentación detallada de las recomendaciones actuales para el control de parásitos equinos en las directrices de la American Association for Equine Practitioners (AAEP) (véase más adelante).
Riesgo zoonótico de la ciatostominosis larvaria en caballos
Ninguno.
Puntos clave
La ciatostomosis larvaria es una tiflocolitis generalizada aguda causada por la aparición masiva de larvas de ciatostomas desde la mucosa intestinal.
Los ciatostomas son ubicuos en caballos de pastoreo en todo el mundo, pero la ciatostomosis larvaria es extremadamente rara.
El diagnóstico se basa en la presentación clínica, los hallazgos de laboratorio y la historia.
Las pruebas diagnósticas fecales y el hallazgo de muestras de ciatostoma en las heces no tienen valor diagnóstico.
El tratamiento de elección es una sola dosis de moxidectina y cuidado de soporte.
Las recomendaciones actuales para el control de parásitos equinos están diseñadas para reducir el riesgo de infección, previniendo la ciatostomosis larvaria.
Para más información
Recomendaciones de la AAEP para el control de parásitos equinos.
Consulte también la información para propietarios sobre pequeños estróngilos en caballos.
