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Influenza canina (gripe)

PorCaroline C. Tonozzi, DVM, DACVECC
Última revisión/modificación feb 2022

La influenza canina se transmite de perro a perro por aerosolización de dos cepas del virus de la influenza canina (H3N8 y H3N2), así como por objetos contaminados y fómites. La mayoría de las infecciones son leves con tos persistente. Los perros infectados también pueden ser asintomáticos y excretar el virus. El tratamiento es de apoyo, con medidas de control que consisten en prácticas rutinarias de control de infecciones, medidas de higiene y vacunación.

Etiología, epidemiología y transmisión de la influenza canina

Se han identificado dos cepas del virus de la influenza canina (VIC): H3N8 y H3N2. La cepa H3N8 se identificó por primera vez en EE. UU. en 2004 y había evolucionado a partir de la influenza equina. La cepa H3N2 se identificó como originaria de Asia como influenza aviar asiática. En 2015 se identificó un brote de H3N2 en Chicago. Los brotes son más comunes cuando no se ha vacunado a los perros y están en contacto estrecho (p. ej., en perreras, protectoras y parques para perros).

El VIC se transmite de perro a perro por aerosolización del virus, a través de objetos contaminados (p. ej., recipientes de agua) y por otros fómites (personas). El periodo de incubación de la papera es de 3-14 días después de la exposición. Los perros son más contagiosos 2-4 días después de la infección y pueden ser contagiosos antes de mostrar signos clínicos. Aproximadamente el 20 % de los perros infectados permanecen asintomáticos, pero todavía pueden excretar el virus. Los perros deben considerarse contagiosos hasta 4 semanas después de la exposición.

Hallazgos y diagnóstico clínicos de la influenza canina

  • Signos clínicos.

  • Pruebas serológicas.

Los perros de cualquier raza o edad pueden verse afectados. La mayoría de los perros expuestos (aproximadamente 80 %) desarrollan una infección leve, con una tos que persiste 1-3 semanas y puede ser similar a la tos de la traqueobronquitis infecciosa canina. Otros posibles signos clínicos incluyen secreción ocular y nasal, estornudos, fiebre, letargo y anorexia. Algunos perros enferman gravemente, con fiebre alta (40-41 °C), neumonía e infección bacteriana secundaria. La tasa de mortalidad es elevada, de 1–5 %.

No existe una prueba rápida para el diagnóstico específico de la influenza canina. Los hisopos nasales o faríngeos de perros enfermos durante <3 días pueden enviarse para la prueba de PCR. Después de 4 días de enfermedad, la prueba de PCR puede dar lugar a falsos negativos, porque ha pasado el momento de máxima excreción del virus. Los anticuerpos séricos contra el VIC pueden detectarse a partir de los 7 días después de la aparición de los signos clínicos. El mejor método para confirmar la infección es la prueba serológica con muestras de suero de animales en estado agudo y convaleciente. Las radiografías torácicas pueden o no tener cambios, a menos que haya una neumonía bacteriana secundaria.

Tratamiento, prevención y control de la influenza canina

  • Cuidados de apoyo

  • Prácticas de control de infecciones

  • Vacunación

El tratamiento es principalmente de soporte; la mayoría de los perros se recuperan en 2-3 semanas. Los antibióticos no tienen efecto sobre el VIC, pero pueden usarse para tratar infecciones bacterianas secundarias. El tratamiento antiviral (oseltamivir) no está aprobado ni recomendado para su uso en perros con VIC.

Las vacunas frente al VIC son todas vacunas muertas y específicas para la cepa H3N8 o H3N2 de la influenza A y pueden administrarse por separado. También está disponible una vacuna que combina las dos cepas del virus en una sola vacuna. Son necesarias dos dosis de vacuna para desarrollar una respuesta inmunitaria eficaz.

Las prácticas rutinarias de control de infecciones y una buena higiene dentro de las instalaciones son claves para prevenir la diseminación. Se deben tomar las precauciones de aislamiento adecuadas, como mantener a los animales a una distancia mínima de 6 metros de otros animales, así como el uso de técnicas adecuadas de lavado de manos. El VIC puede persistir en el medio ambiente durante 1-2 días, pero los desinfectantes comunes lo destruyen fácilmente. No hay evidencia de transmisión del VIC (H3N2) de los perros a las personas.

Puntos clave sobre la influenza canina

  • Se deben utilizar prácticas de aislamiento apropiadas con un perro que se sabe o se sospecha que tiene VIC. Se ha de usar un equipo de protección personal cuando se manejan perros con VIC. Hay que lavarse las manos y ponerse una bata y guantes nuevos entre las manipulaciones de cada paciente.

  • Aunque la mayoría de los pacientes con VIC son perros, los gatos también se han infectado con H3N2.

  • Los síntomas clínicos (tos) pueden persistir hasta 30 días.

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