El enfisema pulmonar es una de las dos afecciones incluidas en el término general de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), junto con la bronquitis crónica. El enfisema pulmonar se identifica por una marcada sobredistensión de los alvéolos, junto con la destrucción de las estructuras alveolares e intersticiales de soporte. La TC es actualmente la mejor forma de diagnosticar la enfermedad y el tratamiento se basa en la combinación de broncodilatadores y medicamentos antiinflamatorios. Debido a que causa un daño permanente, la prevención es clave.
Por lo general, se reconocen dos principales formas de enfisema pulmonar. El enfisema alveolar es el agrandamiento anormal permanente de los espacios de aire distales al bronquiolo terminal y la destrucción de los septos alveolares sin aparente fibrosis. El enfisema intersticial es la presencia de aire dentro del tejido conectivo del estroma del pulmón (interlobular, subpleural, mediastínico, subcutáneo).
Epidemiología y patogenia del enfisema pulmonar en animales
El enfisema afecta a ~10 % de las personas con EPOC; los principales factores de riesgo son la exposición al humo del tabaco y la deficiencia de antitripsina alfa1. En animales, se presenta de modo característico como secundario a un proceso patológico pulmonar obstructivo primario.
Aunque la patogenia del enfisema pulmonar no se entiende del todo, se han sugerido al menos tres mecanismos:
Un desequilibrio entre la proteasa secretada por neutrófilos y macrófagos, y la actividad antiproteasa da lugar a la destrucción de las paredes alveolares y de la matriz intersticial.
Mantenimiento inadecuado de la estructura pulmonar y reparación después de una lesión.
La afección se desarrolla secundariamente a la obstrucción de las vías respiratorias en la espiración debido a bronquitis/bronquiolitis crónica o anomalías congénitas de la pared de las vías respiratorias.
Este último mecanismo produce una lesión por "válvula de seguridad", en la que el aire es todavía capaz de entrar en los alvéolos al inspirar o a través de la ventilación colateral, pero es incapaz de salir libremente y causa atrapamiento del aire.
Ganado vacuno
Las enfermedades pulmonares asociadas con obstrucción de las vías respiratorias y disnea, como la infección por el virus respiratorio sincitial bovino, los síndromes de enfermedad respiratoria aguda, como el edema pulmonar agudo y el enfisema y la intoxicación por batata mohosa, se asocian comúnmente con el enfisema intersticial. El enfisema intersticial grave puede causar grandes colecciones de gas en todas las partes del pulmón y enfisema subcutáneo cuando el aire se diseca a lo largo de los planos de fascia desde los pulmones, a través del mediastino y de la entrada torácica al tejido subcutáneo del lomo. Debido al desarrollo de los tabiques interlobulares y a la falta de ventilación colateral, los bovinos son particularmente propensos al enfisema intersticial.
Caballos
En los caballos, la obstrucción recurrente de las vías respiratorias, o "arcadas", se asocia con bronquitis crónica y bronquiolitis, lo que da lugar a hiperinflación alveolar por atrapamiento de aire. La afección es parcialmente reversible con broncodilatadores; sin embargo, alrededor del 12 % de los caballos desarrollan enfisema alveolar, presumiblemente por sobredistensión crónica de las paredes alveolares y desequilibrio proteasa/antiproteasa asociado a la inflamación pulmonar.
Perros y gatos
El enfisema lobar congénito de los perros (como se han descrito en la raza Pequinés) se produce secundariamente a la aplasia o hipoplasia del cartílago bronquiolar que colapsa durante la espiración, lo que provoca el atrapamiento del aire. En los gatos, la sobredistensión de los alvéolos puede darse durante la fase terminal del asma o como resultado de una EPOC. Los irritantes de las vías respiratorias, comúnmente asociados con esto en los gatos (especialmente en los gatos de interior) son el humo del tabaco, los alérgenos y la contaminación del aire. Se cree que la obesidad y las enfermedades dentales exacerban esta afección en los gatos, y la raza Siamés presenta un mayor riesgo.
Hallazgos clínicos y diagnóstico del enfisema pulmonar en animales
El diagnóstico depende de los signos clínicos, las radiografías y las pruebas de funcionalidad pulmonar, si están disponibles.
Los animales con enfisema pulmonar pueden presentar dificultad para respirar y tos, y la exploración física puede revelar sonidos respiratorios anormales, como sibilancias y crepitaciones. El área de auscultación torácica está típicamente agrandada debido a la hiperinsuflación pulmonar. La oximetría de pulso o la gasometría arterial pueden mostrar una deficiencia inespecífica de oxígeno. Las radiografías torácicas y la TC pueden mostrar pulmones hiperlúcidos con un diafragma aplanado. Las pruebas de función pulmonar, aunque rara vez están disponibles, pueden proporcionar un diagnóstico definitivo.
En la necropsia, los pulmones no se colapsan y permanecen sobreinflados. La histología es el único método para diferenciar la sobreinsuflación pulmonar secundaria al enfisema pulmonar debido al atrapamiento de aire por la obstrucción de las vías aéreas o a bronquiolitis crónica o bronquitis. Se pueden observar burbujas de aire (ampollas) de varios tamaños en el espacio subpleural y el intersticio, así como alrededor de los riñones y el saco pericárdico en el ganado vacuno con enfisema. Las lesiones pueden desarrollarse como ampollas subpleurales o enfisema localizado en un lóbulo o lesiones difusas.
Tratamiento del enfisema pulmonar en animales
Oxígeno, fármacos antiinflamatorios y broncodilatadores.
El tratamiento agudo de los animales hipoxémicos (p. ej., PaO2 <80), hipóxicos (p. ej., lactato por encima del rango de referencia) o con dificultad para respirar incluye oxígeno, medicamentos antiinflamatorios inyectables y broncodilatadores en aerosol, si están disponibles. Si se conoce el proceso de la enfermedad primaria, el tratamiento dirigido a él es esencial y puede dar lugar a una mejoría significativa de los signos clínicos. El tratamiento de la enfermedad crónica incluye la administración de broncodilatadores y fármacos antiinflamatorios, junto con medidas de control de la calidad del aire.
Puntos clave
Con excepción de las formas congénitas, la mayoría de los casos de enfisema pulmonar son secundarios a una afección inflamatoria y esta es irreversible.
El tratamiento incluye broncodilatadores, medicamentos antiinflamatorios y abordar el proceso de la enfermedad primaria siempre que sea posible.
Mantener alta la calidad del aire y eliminar o minimizar los irritantes pulmonares es clave para la prevención.
Para más información
Consulte también la información para propietarios sobre enfisema en perros y enfisema en gatos.