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Enfermedad de la bolsa gutural en caballos

PorBonnie R. Rush, DVM, MS, DACVIM
Revisado/Modificado ene 2014

Empiema

El empiema de la bolsa gutural se define como la acumulación de exudado purulento séptico en la bolsa gutural. La infección se suele desarrollar posteriormente a la infección bacteriana (principalmente por Estreptococcus spp) de las vías respiratorias altas. Los signos clínicos incluyen una secreción nasal purulenta e intermitente, una tumefacción dolorosa de la región de las parótidas y, en los casos graves, rigidez de la cabeza y respiración estertorosa. La fiebre, la depresión y la anorexia pueden observarse o no. El diagnóstico se establece mediante la exploración endoscópica de la bolsa gutural. Las radiografías de la faringe demostrarán una línea de fluido en la bolsa gutural y pueden permitir la identificación de una masa retrofaríngea asociada.

El tratamiento sistémico antimicrobiano único no resolverá la infección; es necesario realizar el lavado de la bolsa gutural. El gel de penicilina (preparado con penicilina sódica) puede administrarse directamente en la bolsa gutural y puede aumentar la eliminación bacteriana. Los abscesos retrofaríngeos pueden resolverse por la rotura del absceso dentro de la cavidad de la bolsa usando una cuchilla endoscópica. Si la exploración endoscópica en el interior de la bolsa gutural no es exitosa, el drenaje quirúrgico es necesario para los abscesos retrofaríngeos. El empiema de la bolsa gutural puede comprimir la parte dorsal de la faringe y producir la obstrucción de la vía aérea superior. Puede ser necesaria una traqueotomía para proporcionar una vía aérea alternativa temporal en estos casos. Si el empiema de la bolsa gutural no se trata, se puede formar material condroide en la bolsa gutural y servirá como una fuente crónica de exudados infecciosos. Un pequeño número de condroides pueden extirparse endoscópicamente, pero las acumulaciones de exudado, material condroide o los abscesos retrofaríngeos no resueltos requieren drenaje quirúrgico.

Micosis de las bolsas guturales

Las placas micóticas de la bolsa gutural se suelen encontrar en la zona caudodorsal de la bolsa gutural medial, sobre la arteria carótida interna. En ocasiones, las placas fúngicas pueden ser múltiples o difusas. El organismo fúngico más común asociado con la micosis de la bolsa gutural es Aspergillus spp ( ver Aspergilosis en animales). Se producen signos clínicos debidos al daño de los nervios craneales y de las arterias de la mucosa de la bolsa gutural. El signo más frecuente es la epistaxis, que se debe a la erosión de la pared de la arteria carótida interna (la mayoría de las veces) o de las ramas de la arteria carótida externa. La hemorragia es espontánea y grave, y puede haber episodios repetidos que preceden a un episodio hemorrágico mortal. Es posible que se desarrolle disfagia, síndrome de Horner y desplazamiento dorsal del velo palatino en respuesta a una lesión fúngica de los nervios craneales y del nervio simpático que cruza superficialmente la bolsa gutural. La disfagia es un indicador de mal pronóstico y está altamente correlacionado con la no supervivencia. El diagnóstico se establece mediante la exploración endoscópica de la bolsa gutural. El tratamiento consiste en una terapia antifúngica tópica y sistémica, basada en el antibiograma. La terapia tópica antifúngica se administra directamente sobre la lesión por medio de infusión por el conducto de biopsia de un endoscopio. Se puede prevenir una hemorragia mortal por medio de la oclusión de las arterias afectadas en su trayecto a través de la bolsa usando un catéter con globo distal o un émbolo en espiral. Es necesario ocluir las arterias más proximales y distales a la lesión para prevenir una hemorragia retrógrada del círculo de Willis.

Timpanismo de la bolsa gutural

El timpanismo de la bolsa gutural se observa en los caballos desde recién nacidos hasta el año de edad, y afecta más a menudo a las hembras que a los machos. Se ha identificado una base genética de esta enfermedad en potros de razas Árabe y Alemán de sangre caliente. En algunos casos, la afección se adquiere debido a la inflamación de las vías respiratorias superiores. La bolsa gutural afectada está distendida por aire y forma una tumefacción indolora característica en la región de las parótidas. En los animales gravemente afectados, la respiración puede volverse estertórea. El timpanismo puede deberse a una inflamación o malformación del orificio faríngeo de una trompa de Eustaquio, que entonces actúa como una válvula de un único sentido que permite que el aire penetre en la bolsa pero evita su retorno a la faringe. El diagnóstico se basa en los signos clínicos y el examen radiográfico del cráneo. En los animales gravemente afectados puede desarrollarse un empiema secundario. El timpanismo suele ser unilateral, si bien se han descrito casos bilaterales. La intervención médica con AINE y el tratamiento antimicrobiano resuelven la mayoría de los casos debidos a la inflamación de las vías respiratorias superiores. La intervención quirúrgica está justificada en caballos con malformación en la apertura de la bolsa gutural y consiste en la fenestración de la membrana que separa la bolsa gutural afectada de la normal. Esto abre una vía para que el aire de la bolsa afectada pase a la bolsa normal y de ahí a la faringe. El pronóstico posoperatorio es favorable.

Rotura del músculo recto anterior mayor de la cabeza

La rotura traumática del recto anterior mayor es la segunda causa más frecuente (después de la micosis) de hemorragia grave de la bolsa gutural. El recto anterior mayor de la cabeza es uno de los músculos ventrales rectos de la cabeza. Se inserta en el esfenoides inferior en la base del cráneo. El punto de rotura se produce en el sitio de inserción del músculo dorsal a la cavidad de la bolsa. La rotura es consecuencia de una lesión traumática del occipucio (que se levanta hacia atrás) y produce una hemorragia profusa. La hemorragia en el espacio retrofaríngeo puede causar asfixia y muerte. Durante el examen endoscópico, la tumefacción y la hemorragia se pueden observar en los aspectos más rostrales y mediales de la bolsa gutural mediante retroflexión del endoscopio. En la exploración radiológica lateral, se puede observar una fractura con avulsión del esfenoides inferior por encima de la región de la bolsa gutural. Se observan déficits neurológicos significativos con esta fractura. El tratamiento consiste en reposo durante 4-6 semanas; se administran antibióticos de amplio espectro durante 5-7 días para cualquier infección en el sitio de la rotura muscular. El pronóstico de recuperación completa es favorable, pero los signos neurológicos persistentes o la hemorragia recurrente empeoran el pronóstico.