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Obstrucción recurrente de las vías respiratorias en caballos

(RAO, enfermedad pulmonar obstructiva crónica)

PorBonnie R. Rush, DVM, MS, DACVIM
Revisado/Modificado ene 2014

La obstrucción recurrente de las vías respiratorias (RAO, por sus siglas en inglés) es un limitante común del rendimiento y enfermedad respiratoria alérgica de los caballos que se caracteriza por tos crónica, secreción nasal y dificultad respiratoria. Se observan episodios de obstrucción de las vías respiratorias cuando los caballos sensibles están expuestos a alérgenos comunes. La mayoría de los caballos muestran signos clínicos cuando están estabulados, usan cama de paja y se les alimenta con heno, mientras que la eliminación de estos factores incitantes da lugar a la remisión o atenuación de los signos clínicos. La fisiopatología implica una pequeña inflamación de las vías respiratorias (neutrofílica), producción de moco y broncoconstricción en respuesta a la exposición al alérgeno.

Etiología:

La edad media de aparición es a los 9 años. Aproximadamente un 12 % de los caballos adultos tiene algún grado de inflamación de las vías aéreas inferiores inducida por alérgenos. No existe predisposición por raza o sexo; no obstante, sí que parece haber un componente hereditario a la sensibilidad.

Hallazgos clínicos:

Los caballos se presentan con fosas nasales con erupciones, taquipnea, tos y línea de elevación. El típico patrón respiratorio se caracteriza por una fase espiratoria de la respiración prolongada y dificultosa. La tos puede ser productiva y a menudo se produce durante la alimentación o el ejercicio. Los músculos abdominales responden ayudando a la espiración, y la hipertrofia de estos músculos produce la clásica línea exhalatoria. Los hallazgos característicos de la auscultación incluyen una fase espiratoria de la respiración prolongada, sibilancias, burbujeo traqueal y campos pulmonares sobreexpandidos. Las sibilancias están producidas por el flujo aéreo que pasa por las vías aéreas estrechadas, y son más pronunciadas durante la espiración. Las crepitaciones pueden estar presentes y se asocian con producción excesiva de moco. Los caballos afectados de leve a moderadamente pueden presentar signos clínicos mínimos en reposo, pero la tos y la intolerancia al ejercicio se notan durante el desempeño de este. Los caballos con RAO no suelen estar febriles excepto si se ha desarrollado una neumonía bacteriana secundaria.

Los caballos del sudeste de EE. UU. pueden mostrar signos clínicos durante los pastos de final de verano, lo que probablemente refleja la sensibilidad a mohos o polen de gramíneas. Esto se denomina enfermedad pulmonar obstructiva asociada al pasto de verano. El manejo es similar al de un caballo con RAO, con la adición de evitar los pastos.

Diagnóstico:

El diagnóstico de RAO está determinado en la mayoría de los caballos en función de la historia y los hallazgos característicos del examen físico. Los resultados de la hematología y la bioquímica sérica son irrelevantes. Los hallazgos radiográficos en los caballos con RAO son infiltración peribronquial y campos pulmonares sobreexpandidos (aplanamiento del diafragma). Las radiografías torácicas son de poco beneficio para la confirmación del diagnóstico de RAO y es posible que no sean necesarias en los caballos con signos clínicos característicos, excepto si no existe respuesta al tratamiento estándar después de 14 días de tratamiento. No obstante, pueden ser útiles para descartar los diagnósticos diferenciales más importantes, incluyendo neumonía intersticial, fibrosis pulmonar o neumonía bacteriana.

El lavado broncoalveolar rara vez se requiere para el diagnóstico de la RAO fulminante, y no es inocuo en los caballos que son disneicos en reposo. Está indicado en caballos con enfermedad de leve a moderada con un mal rendimiento y que tosen durante el ejercicio. La inflamación neutrofílica (20-90 % del recuento celular total) confirma la presencia de una inflamación de las vías respiratorias bajas y diferencia los caballos con neumonitis eosinofílica, neumonía fúngica o infestación por gusanos pulmonares de los caballos con RAO. Las espirales de Curschmann se pueden observar al realizar una evaluación citológica y representan bloques de mocos/células espesados producidos por las vías aéreas obstruidas.

Tratamiento:

El tratamiento individual más importante es el manejo ambiental para reducir la exposición al alérgeno. La medicación aliviará los signos clínicos de la enfermedad; no obstante, la enfermedad respiratoria volverá tras la interrupción de la medicación si el caballo permanece en el entorno donde se encuentra el alérgeno. Los elementos responsables más comunes son los polvos orgánicos presentes en el heno, que no necesita aparecer manifiestamente mohoso para desencadenar un episodio en un caballo sensible. Los caballos se deben mantener en pastos de hierba fresca como fuente de fibra, suplementada con alimentos granulados. Las balas redondas de heno son especialmente alergénicas y una causa frecuente del fallo del tratamiento de los caballos en pastos. Los caballos que permanecen estabulados deben mantenerse en un entorno limpio y controlado. Los alimentos comerciales completos eliminan la necesidad de fibra. Los cubos de heno y el ensilado de heno son una fuente alternativa de fibra aceptable, baja en alérgenos, y puede que los caballos los prefieran sobre los alimentos completos. Remojar el heno con agua antes de la alimentación puede controlar los signos clínicos en los caballos afectados moderadamente, pero no es aceptable para los caballos muy sensibles. Los caballos mantenidos en establos no se deben albergar en un mismo edificio como un ruedo interior, el heno no debe almacenarse encima de ellos y han de evitarse las camas de paja. Los caballos con enfermedad pulmonar obstructiva asociada a pastos de verano se deben mantener en establos libres de polvo.

El tratamiento médico consiste en una combinación de agentes broncodilatadores (proporcionan el alivio que produce la obstrucción de las vías aéreas) y preparados de corticoesteroides (para reducir la inflamación pulmonar). Un tratamiento broncodilatador (agonistas beta y agentes parasimpaticolícos) proporcionará un alivio inmediato de la obstrucción de las vías aéreas hasta que los corticoesteroides controlen los signos clínicos de la enfermedad. Los caballos afectados gravemente se controlan idealmente con broncodilatadores en aerosol (p. ej., albuterol, ipratropio) y corticoesteroides sistémicos (p. ej., dexametasona, 0,1 mg/kg/día, IV). Los caballos con inflamación de las vías respiratorias de leve a moderada pueden tratarse con corticoesteroides en aerosol y broncodilatadores en aerosol o sistémicos (clembuterol). No es apropiado tratar la RAO con broncodilatadores como único tratamiento. Los AINE, los antihistamínicos y los antagonistas de receptores de leucotrienos no han mostrado un beneficio terapéutico.