La papera es una enfermedad infecciosa de alta prevalencia caracterizada por abscesos de los nódulos linfáticos de las vías respiratorias superiores secundarios a la infección por Streptococcus equi equi. La terminología abreviada "Strep equi" se acepta ampliamente para referirse a este microorganismo.
La papera es una enfermedad altamente infecciosa de los équidos caracterizada por la formación de abscesos del tejido linfoide de las vías respiratorias superiores. Sigue siendo una de las enfermedades infecciosas de los caballos más frecuentes en todo el mundo. El microorganismo causal, Streptoccoccus equi equi, es muy adaptable al hospedador y produce la enfermedad clínica solamente en caballos, asnos y mulas. Es una bacteria cocoide del grupo C de Lancefield betahemolítica encapsulada y grampositiva, y a diferencia de Streptococcus equi zooepidemicus, se considera un parásito obligado y un patógeno primario en los équidos.
La papera se convirtió en una enfermedad de declaración obligatoria en EE. UU. en 2017, aunque las pautas de cada estado sobre la declaración varían. El diagnóstico de papera se basa en el cultivo del exudado de un nódulo linfático con absceso o en una serie de PCR de lavados guturales o nasofaríngeos. El tratamiento de los casos no complicados se basa principalmente en cuidados de apoyo, con la administración de antimicrobianos recomendados para los casos complicados. Las medidas de prevención y control son fundamentales, especialmente durante los brotes de enfermedad.
Etiología y patogenia de la papera en caballos
S equi equi es altamente infecciosa y causa una elevada morbilidad y una baja mortalidad en poblaciones sensibles. La morbilidad puede alcanzar el 100 % en los caballos sin experiencia inmunitaria previa. La enfermedad es más grave en caballos de 1-5 años de edad; sin embargo, se ha descrito en potros de tan solo 3 meses y en adultos mayores. La transmisión es por contacto directo con caballos infectados o con fómites contaminados. Mientras que los caballos con signos clínicos evidentes de la enfermedad son fuentes obvias de infección, los portadores asintomáticos (hasta el 40 % de los caballos infectados naturalmente) y los caballos que se recuperan de la infección pero que ya no muestran signos clínicos evidentes desempeñan un papel importante en los brotes de la enfermedad y la perpetuación del microorganismo dentro de la población. La supervivencia del microorganismo en el medio ambiente depende de la temperatura y la humedad; las condiciones húmedas y frías y la protección dentro de las secreciones mucosas mejoran la supervivencia. S equi es sensible a la desecación, al calor extremo y a la exposición a la luz solar; la mayoría de los organismos no sobreviven >3 días en el medio ambiente.
Las bacterias S equi logran entrar en las vías respiratorias superiores por inhalación o ingestión y colonizan los nódulos linfáticos regionales pocas horas después de la infección. La replicación bacteriana y la entrada de neutrófilos contribuyen a la linfadenopatía y al absceso de los nódulos linfáticos que caracterizan la enfermedad clínica. También puede producirse la diseminación hematógena y linfática de las bacterias más allá de las vías respiratorias superiores, lo que da lugar a la formación de abscesos por todo el organismo (papera metastásica). Las bacterias S equi son resistentes a la fagocitosis por los neutrófilos y poseen varios factores de virulencia que contribuyen a la patogenicidad bacteriana, incluida la evasión de las defensas del hospedador. Un factor, la proteína SeM, desempeña un papel central en la virulencia de S equi.
Hallazgos clínicos de la papera en caballos
Por cortesía del Dr. Mariano Mora.
Cortesía del Dr. Sameeh M. Abutarbush.
Por cortesía de la Auburn University, College of Veterinary Medicine.
El periodo de incubación de la papera es de 3-14 días y el primer signo de infección es la fiebre (39,4-41,1 °C). Los caballos comienzan a eliminar bacterias a los 2 o 3 días de tener fiebre y continuarán eliminando bacterias durante 2 a 3 semanas o más. Durante las 24-48 horas posteriores al pico inicial de fiebre, el caballo mostrará signos típicos de papera, que incluyen secreción nasal de mucoide a mucopurulenta, depresión y linfadenopatía submandibular con o sin abscesos. Los caballos con afección de los nódulos linfáticos retrofaríngeos tienen dificultades para tragar, ruido inspiratorio de las vías respiratorias y cabeza y cuello extendidos. La rotura de los abscesos de los nódulos linfáticos retrofaríngeos internos de la bolsa gutural da lugar a empiema y coincide con la presencia de secreción nasal mucopurulenta a medida que el exudado drena de las bolsas. El exudado poco claro dentro de las bolsas guturales puede dar lugar a la formación de condroides, inflamación crónica y desarrollo de un estado de portador. Los animales mayores con inmunidad residual pueden desarrollar una forma de la enfermedad atípica o catarral con secreción nasal mucoide, tos y fiebre leve.
Las complicaciones potenciales asociadas con la infección por S equi incluyen papera metastásica ("papera bastarda") y las secuelas inmunitarias de púrpura hemorrágica y miositis asociada a S equi. La papera metastásica se caracteriza por abscesos en otros nódulos linfáticos corporales, especialmente en los nódulos linfáticos abdominales y con menor frecuencia en el tórax. S equi es la causa más común de absceso cerebral en caballos, aunque rara.
Diagnóstico de la papera en caballos
Recogida de muestras y pruebas diagnósticas.
El muestreo directo de un nódulo linfático con absceso es lo ideal, pero no siempre es posible y no permite el muestreo de los portadores o al principio del desarrollo de la enfermedad. Otras técnicas de muestreo incluyen un frotis o lavado nasofaríngeo o un lavado de la bolsa gutural. De estos, los hisopos son los menos sensibles. Un lavado nasofaríngeo es relativamente fácil de recoger y proporciona mayor sensibilidad que un hisopo. Un lavado de bolsa gutural es el más técnico y requiere más tiempo; sin embargo, proporciona la mayor sensibilidad y se prefiere para detectar animales portadores.
El cultivo se ha considerado la prueba de referencia para confirmar el diagnóstico de papera y sigue siendo el método preferido para detectar S equi en aspirados o exudados de abscesos o en animales con signos clínicos obvios de enfermedad. Los resultados falsos negativos son posibles al inicio de la enfermedad o con portadores debido a la diseminación intermitente o la diseminación de bacterias en número reducido. La prueba de PCR es más sensible que el cultivo y se prefiere, especialmente en un lavado de la bolsa gutural, para detectar portadores. Las pruebas serológicas para detectar títulos de anticuerpos específicos de SeM o antígenos de superficie rara vez se usan solas, pero pueden ser útiles para detectar infecciones previas o recientes, complicaciones asociadas a la papera o para guiar las decisiones sobre la vacunación.
El análisis hematológico suele ser inespecífico o sin complicaciones, aunque el hemograma a menudo revela leucocitosis neutrofílica e hiperfibrinogenemia. El examen endoscópico de las vías respiratorias superiores es útil y debe incluir la evaluación de las bolsas guturales en busca de empiema o condroides (pus espeso). En casos complicados o casos de papera metastásica, el examen ecográfico o radiográfico puede ser útil para identificar la ubicación y la extensión de los abscesos.
Tratamiento de la papera en caballos
Antimicrobianos, a veces.
Tratamiento de apoyo
El tratamiento para caballos infectados por S equi depende de la gravedad de la enfermedad y de la fase de la enfermedad y variará en los casos de papera metastásica según la manifestación de la enfermedad.
El tratamiento antimicrobiano es controvertido. La administración de penicilina durante la etapa precoz de la infección (≤24 horas del inicio de la fiebre) puede evitar la formación de abscesos y la eliminación. El inconveniente del tratamiento antimicrobiano temprano es el fracaso en la producción de una respuesta inmunitaria protectora, de modo que los caballos resultan sensibles a la infección una vez finalizado el tratamiento. La administración de antimicrobianos no se recomienda durante la papera no complicada después de la formación de un absceso, ya que puede prolongar la maduración de los abscesos (y por tanto el desarrollo de la enfermedad) y también puede interferir en el desarrollo y la persistencia de la inmunidad humoral.
Por cortesía de la Auburn University, College of Veterinary Medicine.
Cortesía del Dr. Bonnie R. Rush.
El tratamiento antimicrobiano está indicado en casos con disnea, disfagia, fiebre alta prolongada y letargo grave o anorexia, y también en las manifestaciones de las complicaciones de la enfermedad (p. ej., papera metastásica, púrpura hemorrágica, miositis). Si el tratamiento antimicrobiano está indicado, la penicilina procaína (22 000 UI/kg, IM, cada 12 horas) es el antimicrobiano de elección. Las cefalosporinas y los macrólidos son opciones adicionales de antimicrobianos. Las infecciones de la bolsa gutural no tratadas pueden dar lugar a un empiema gutural persistente con o sin formación de condroides. El lavado repetido de la bolsa gutural, la extirpación endoscópica o quirúrgica de los condroides o la administración local con geles antimicrobianos pueden ser necesarios para la resolución de la infección en estos casos.
El tratamiento de apoyo debe incluir la provisión de un ambiente cálido, seco y libre de polvo con alimentos sabrosos, la aplicación de compresas calientes en los sitios de linfadenopatía para facilitar la maduración de los abscesos y la administración adecuada de AINE para disminuir el dolor y la fiebre y mejorar el apetito. Facilitando el drenaje de los abscesos maduros se acelera la recuperación. Los abscesos reventados deben lavarse con una solución de povidona yodada diluida (3-5 %) durante varios días hasta que la secreción cese. En los casos graves pueden ser necesarios cuidados intensivos como la traqueostomía, la administración de fluidos intravenosos y la alimentación a través de una sonda nasogástrica permanente.
Prevención de la papera en caballos
La inmunidad posterior a la exposición se prolonga después de la enfermedad natural en la mayoría de los caballos que no reciben tratamiento antimicrobiano durante la infección primaria. La protección se asocia con la producción mucosa local (nasal) de anticuerpos frente a la proteína M antifagocitaria, y muy probablemente también implica una respuesta inmunitaria sistémica. Tanto el extracto como las vacunas vivas atenuadas están disponibles para su administración a animales sanos. Se desaconseja la vacunación durante un brote y especialmente en caballos que han estado en contacto directo con caballos con papera. La tasa de ataques clínicos de papera está disminuida un 50 % en los caballos vacunados con productos intramusculares y se encuentran disponibles varias vacunas con extractos libres de células. Con el fin de obtener una respuesta inmunitaria de la mucosa se diseñó una vacuna intranasal con una cepa viva atenuada de S equi equi. Las complicaciones descritas con el producto intranasal incluyen enfermedad clínica asociada a la vacuna, abscesos en los puntos de inyección intramuscular posteriores (debido a bacterias vivas en las manos del administrador, después de usar la vacuna intranasal), linfadenopatía submandibular, secreción nasal serosa y púrpura hemorrágica ( See also page Otras reacciones de tipo III).
Control de la papera en caballos
La papera es una enfermedad de declaración obligatoria y los clínicos deben conocer las directrices de cada estado para la declaración. La prevención de la papera se basa en el aislamiento de los recién llegados a la propiedad durante 14-21 días, el contacto restringido o el aislamiento de los caballos residentes que han estado expuestos durante los viajes a exposiciones y la cuarentena de las instalaciones durante un brote. También se debe considerar el cribado adicional de los recién llegados para determinar el estado de portador subclínico y se ha de controlar a los animales para detectar la presencia de la enfermedad. Durante un brote, los caballos deben separarse físicamente en grupos de acuerdo con el estado de infección (clínicamente afectados, expuestos, limpios). Se debe aplicar una estricta bioseguridad y, si es posible, cada grupo debe ser atendido por cuidadores separados que usen ropa protectora. Para detectar nuevos casos de enfermedad, se debe controlar la temperatura rectal de todos los caballos dos veces al día. El equipo contaminado se debe limpiar con detergente y desinfectarse usando gluconato de clorhexidina o glutaraldehído. Las moscas pueden transmitir la infección mecánicamente; por consiguiente, los esfuerzos deben centrarse en controlar la población de moscas durante un brote. Los herradores, los entrenadores y los veterinarios deben usar ropa protectora o cambiarse la ropa antes de ir a la siguiente instalación equina.
Los caballos que se están recuperando continúan eliminando S equi durante ~4-6 semanas tras la recuperación. El cribado de la excreción o del estado de portador no debe iniciarse hasta 3 semanas después de la resolución de los signos clínicos de la enfermedad. Una prueba de PCR de un solo lavado bilateral de la bolsa gutural (preferiblemente con endoscopia) es el medio más sensible para detectar la infección continuada; sin embargo, también pueden usarse 3 lavados nasofaríngeos negativos a intervalos de 7 días para la liberación de la cuarentena si esto no es posible. Se ha identificado en un pequeño número de caballos una excreción prolongada de bacterias (hasta 18 meses). El empiema de las bolsas guturales es la fuente de infección en la mayoría de los estados de portador prolongado y justifica un tratamiento adecuado y una nueva prueba cuando se detecta.
Puntos clave
La papera está causada por las bacterias grampositivas Streptococcus equi equi y es una enfermedad altamente contagiosa y de declaración obligatoria.
La manifestación clínica más común de la papera es la linfadenopatía y el absceso de los nódulos linfáticos de las vías respiratorias superiores. A menos que la enfermedad se complique, el tratamiento es principalmente de apoyo.
El diagnóstico se basa en el cultivo o PCR del material del absceso o de los lavados de la bolsa gutural o nasofaríngea.
Las vacunas nasales e intramusculares están disponibles, pero pueden estar asociadas con complicaciones, incluidas las enfermedades asociadas a la vacuna.
La bioseguridad y la detección apropiada de los portadores son esenciales para el control y la prevención de los brotes.
Para más información
Boyle AG, et al. ACVIM Consensus Statement. Streptococcus equi infections in horses: guidelines for treatment, control, and prevention of strangles–revised consensus statement. J Vet Intern Med 2018; 32:633-647.
AAEP: Infectious disease guidelines: Strangles
Consulte también la información para propietarios sobre la papera en caballos.