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Papera en caballos

(Moquillo)

PorBonnie R. Rush, DVM, MS, DACVIM
Revisado/Modificado ene 2014

La papera es una enfermedad de los équidos infecciosa, contagiosa y caracterizada por la abscesificación de los ganglios linfoides de las vías respiratorias superiores. El microorganismo causal, Streptoccoccus equi equi, es muy adaptable al hospedador y produce la enfermedad clínica solamente en caballos, asnos y mulas. Es un coco betahemolítico del grupo C de Lancefield, grampositivo, parásito obligado y patógeno primario.

Etiología y patogenia:

S equi equi es altamente contagiosa y causa una elevada morbilidad y una baja mortalidad en la población sensible. La transmisión se produce a través de fómites y por el contacto directo con exudados infecciosos. Los animales portadores son importantes para el mantenimiento de la bacteria entre epizootías y el inicio de los brotes en instalaciones previamente libres de la enfermedad. La supervivencia del microorganismo en el medio ambiente depende de la temperatura y la humedad; es sensible a la desecación, al calor extremo y a la exposición a la luz solar y debe protegerse dentro de las secreciones mucoides para sobrevivir. Bajo condiciones ambientales ideales, este microorganismo puede sobrevivir ~4 semanas fuera del hospedador. En condiciones de campo, la mayoría de los microorganismos no sobreviven 96 h.

Hallazgos clínicos:

El periodo de incubación de la papera es de 3-14 días y el primer signo de infección es la fiebre (39,4-41,1 °C). Dentro de las 24-48 h tras la fase inicial de la fiebre, el caballo muestra signos típicos de papera, incluso una secreción nasal de mucoide a mucopurulenta, depresión y linfadenopatía submandibular. Los caballos con afección de los nódulos linfáticos retrofaríngeos tienen dificultades para tragar, ruido inspiratorio de las vías respiratorias (la compresión de la dorsal pared faríngea) y cabeza y cuello extendidos. Los animales mayores con inmunidad residual pueden desarrollar una forma de la enfermedad atípica o catarral con secreción nasal mucoide, tos y fiebre leve. La papera metastásica ("papera bastarda") se caracterizan por abscesos en otros nódulos linfáticos corporales, especialmente en los nódulos linfáticos abdominales y con menor frecuencia en el tórax. S equi es la causa más común de absceso cerebral en caballos, aunque rara.

Diagnóstico:

El diagnóstico se confirma mediante el cultivo bacteriano del exudado de los abscesos o muestras de frotis nasal. El hemograma completo revela leucocitosis neutrofílica e hiperfibrinogenemia. Los valores bioquímicos serológicos suelen ser irrelevantes. Los casos complicados pueden requerir intervenciones como la exploración endoscópica de las vías respiratorias superiores (incluidas las bolsas guturales), la exploración ecográfica del área retrofaríngea o la exploración radiográfica del cráneo para identificar la localización y la extensión de los abscesos retrofaríngeos.

Tratamiento:

El entorno para los caballos con enfermedad clínica debe ser caliente, seco y libre de polvo. Las compresas calientes se aplican en los lugares de linfadenopatía para facilitar la maduración de los abscesos. Facilitando el drenaje de los abscesos maduros se acelera la recuperación. Los abscesos reventados deben lavarse con una solución de povidona yodada diluida (3-5 %) durante varios días hasta que la secreción cese. Los AINE pueden administrarse con juicio para reducir el dolor y la fiebre y mejorar el apetito en los caballos con enfermedad clínica fulminante. La traqueotomía puede ser necesaria en caballos con abscesos retrofaríngeos y compresión faríngea.

El tratamiento antimicrobiano es controvertido. El comienzo del tratamiento antibiótico tras la formación de los abscesos puede favorecer temporalmente la mejoría clínica de la fiebre y la depresión, pero finalmente prolonga el curso de la enfermedad por retraso de la maduración de los abscesos. La antibioterapia está indicada en casos con disnea, disfagia, fiebre alta prolongada y grave letargo/anorexia. La administración de penicilina durante la etapa precoz de la infección (≤24 h de la aparición de la fiebre) suele evitar la formación de abscesos. El inconveniente del tratamiento antimicrobiano temprano es el fracaso en la producción de una respuesta inmunitaria protectora, de modo que los caballos resultan sensibles a la infección una vez finalizado el tratamiento. Si la terapia antimicrobiana está indicada, la penicilina procaína (22 000 UI/kg, IM, dos veces al día) es el antibiótico de elección. Las infecciones de la bolsa gutural no tratadas pueden dar lugar a un empiema gutural persistente con o sin formación de condroides.

Prevención:

La inmunidad tras la exposición se prolonga después de la enfermedad natural en la mayoría de los caballos, y la protección se asocia con producción local de anticuerpos (mucosa nasal) contra la proteína M antifagocítica. La tasa de ataques clínicos de papera está disminuida un 50 % en los caballos vacunados con productos IM que no inducen la inmunidad de la mucosa. La producción local (mucosa) de anticuerpos exige la estimulación antigénica de la mucosa. Con el fin de obtener una respuesta inmunitaria de la mucosa se diseñó una vacuna intranasal con una cepa viva atenuada de S equi equi. Esta cepa atenuada no es sensible a la temperatura (inactivada por la temperatura corporal interna), similar a la vacuna de la gripe intranasal. Las complicaciones descritas incluyen abscesos por S equi equi en los subsiguientes sitios de inyección IM (bacterias viables en las manos del administrador), linfadenopatía submandibular, secreción nasal serosa y púrpura hemorrágica ( ver Otras reacciones de tipo III).

Control:

Los caballos clínicamente afectados se han de separar físicamente de la manada y los deben atender distintos cuidadores vestidos con ropa protectora. La temperatura rectal de todos los caballos expuestos a la enfermedad se debe obtener dos veces al día, y los caballos que estén desarrollando fiebre deben aislarse (y potencialmente tratarse con penicilina). El equipo contaminado se debe limpiar con detergente y desinfectarse usando gluconato de clorhexidina o glutaraldehído. Las moscas pueden transmitir la infección mecánicamente; por consiguiente, los esfuerzos deben centrarse en controlar la población de moscas durante un brote. Los herradores, los entrenadores y los veterinarios deben usar ropa protectora o cambiarse la ropa antes de ir a la siguiente instalación equina. Los caballos procedentes de compra deben examinarse cuidadosamente para detectar la existencia de enfermedad o excreción (cultivo nasofaríngeo) y someterse a cuarentena durante unos 14-21 días. Se deben obtener dos frotis de cultivos nasales negativos durante el periodo de cuarentena.

La mayoría de los caballos continúan excretando S equi durante ~1 mes tras la recuperación. Se deben obtener tres frotis nasofaríngeos negativos, en intervalos de 4-7 días, antes de liberarlos de la cuarentena, y el mínimo periodo de aislamiento debe ser de 1 mes. Se ha identificado en un pequeño número de caballos excreción prolongada de bacterias (hasta 18 meses). El empiema de bolsas guturales es la fuente de infección en la mayoría de los estados prolongados de portador. El cultivo bacteriano de la muestra nasofaríngea y/o del lavado de la bolsa gutural se utiliza para identificar los portadores persistentes.