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Parálisis laríngea en perros y gatos

PorMaureen H. Kemp, BVMS, PhD
Revisado/Modificado jul 2020

    La parálisis laríngea es común en perros y rara en gatos. Los signos incluyen:

    • Tos seca.

    • Cambios de voz.

    • Respiración ruidosa que evoluciona hacia una marcada dificultad respiratoria con el estrés y el esfuerzo.

    • Estridor.

    • Colapso.

    Puede haber regurgitación y vómitos. La progresión de los signos clínicos es lenta, y suele requerir de meses a años antes de que la disnea sea evidente. Es un problema adquirido común en los perros de edad media a avanzada de razas grandes y gigantes, como el Labrador Retriever, el Setter Irlandés y el Gran Danés. Con menor frecuencia se observa como enfermedad hereditaria congénita en los perros Boyero de Flandes, Leonberger, Husky Siberiano, Bulldog y perros de trineos de carreras.

    El diagnóstico se basa en los signos clínicos; se requiere una laringoscopia con anestesia suave para la confirmación. Los movimientos laríngeos están ausentes o son paradójicos con la respiración. La electromiografía muestra ondas agudas positivas, potenciales de denervación y, a veces, miotonía. Las radiografías no son diagnósticas. La atrofia por denervación se observa en las secciones histológicas de los músculos laríngeos.

    El diagnóstico diferencial incluye:

    • Miositis.

    • Tumor recurrente de la laringe o del nervio vago.

    • Inflamación.

    • Miastenia gravis.

    • Hipotiroidismo grave.

    • Traumatismo.

    • Degeneración neurológica generalizada más extendida.

    El tratamiento tiene por objetivo aliviar los signos de obstrucción de las vías aéreas. La tranquilización y los corticoesteroides son temporalmente eficaces en los casos leves. La obstrucción grave puede requerir una traqueotomía.

    El tratamiento definitivo es quirúrgico y se dirige a agrandar la abertura de la glotis. Actualmente, las técnicas recomendadas incluyen:

    • Lateralización del cartílago aritenoides.

    • Ventriculocordectomía y aritenoidectomía parcial.

    • Laringofisura almenada.

    • Traqueostomía permanente.

    Los estudios han demostrado que la ventriculocordectomía bilateral a través de una laringotomía media ventral ha tenido un buen éxito terapéutico a largo plazo para el tratamiento quirúrgico de la parálisis laríngea idiopática en perros, y la lateralización aritenoide unilateral parece ser un método adecuado para tratar la parálisis laríngea en gatos.