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Condritis aritenoidea en caballos

PorMaureen H. Kemp, BVMS, PhD
Revisado/Modificado jul 2020

    La condritis aritenoidea en el caballo es una afección inflamatoria progresiva de los cartílagos aritenoides que se cree que se desarrolla después de la ulceración o penetración de la superficie mucosa del cartílago aritenoide. Suele ser unilateral, pero también puede presentarse como una afección bilateral. La invasión bacteriana local causa infección, calor e hiperemia del cartílago circundante, que es bastante doloroso y puede conducir a cierto grado de paresia laríngea. Si no se trata, el caballo puede desarrollar un exceso de tejido de granulación que se proyecta hacia la luz traqueal y puede causar una obstrucción parcial. Esto puede dar lugar a estridor inspiratorio y espiratorio. Si la infección se extiende al cuerpo del cartílago, puede causar deformación del cartílago, reducción del flujo de aire e intolerancia al ejercicio. La tos puede ser sugestiva de la enfermedad en cualquier estadio.

    El diagnóstico se establece principalmente con la endoscopia de las vías aéreas superiores, aunque la calcificación del cartílago puede observarse en casos crónicos usando radiografía, y se han descrito características ecográficas. En el Pura Sangre Inglés joven, el diagnóstico de condritis aritenoide a menudo se establece en el momento de la venta. Estos casos suelen ser leves, agudos y no se asocian con signos clínicos. Se debe prestar atención la búsqueda de lesión de rozamiento en el aritenoide contralateral.

    La afección a menudo responderá al tratamiento antibiótico de amplio espectro, que suele administrarse por vía parenteral, seguido de varias semanas de medicación con sulfamida potenciada por vía oral. Algunos clínicos también usarán un aerosol faríngeo diario de antibióticos y/o agentes antiinflamatorios administrados a través de un catéter nasofaríngeo. La respuesta al tratamiento se monitoriza endoscópicamente y se detiene cuando las lesiones se han resuelto. El pronóstico para una resolución completa suele ser bueno.

    En los caballos con una producción excesiva de tejido de granulación, la resección quirúrgica del tejido de granulación puede lograrse utilizando un lazo nasal o láser a través de un endoscopio. Si las lesiones son más grandes o menos accesibles, la resección quirúrgica puede realizarse mediante una laringotomía en el caballo de pie o anestesiado. En los casos graves con deformación del cartílago o falta de respuesta a otros enfoques de tratamiento, puede ser necesaria una aritenoidectomía parcial. Sin embargo, el pronóstico para las carreras después de la aritenoidectomía es reservado y está relacionado con la gravedad de la afección, y puede que solo ofrezca una forma de salvar al caballo para esfuerzos menos atléticos.