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Infección por Haemoproteus en aves de producción

PorArnaud J. Van Wettere, DVM, PhD, DACVP
Última revisión/modificación feb 2020

Las infecciones por Haemoproteus spp son frecuentes en aves silvestres. Puede observarse fiebre, depresión y anorexia. El diagnóstico se realiza mediante frotis sanguíneos, citología tisular, histopatología y/o PCR. No se ha aprobado ningún tratamiento para las aves de producción. La prevención se centra en limitar los insectos vectores.

Haemoproteus spp es el parásito sanguíneo más común en aves, especialmente en aves no domésticas. Se han descrito más de 120 especies. Haemoproteus spp se encuentra en patos, codornices y pavos de vida libre, pero es poco común o está ausente en lotes comerciales, probablemente debido a una exposición limitada al vector o a hábitos alimenticios altamente específicos de los vectores invertebrados, como Culicoides spp y las moscas de la familia Hippoboscidae. Haemoproteus se considera no patógeno en la mayoría de las especies avícolas.

Las aves suele ser asintomáticas; sin embargo, la infección por Haemoproteus puede ser más a menudo más importante de lo que se pensaba anteriormente. Según el número creciente de informes, se ha documentado una disminución de la aptitud del hospedador, la mortalidad de los polluelos, el éxito en el emplumado y el retraso en la recuperación en aves infectadas frente a aves no infectadas. También se ha descrito anorexia, pérdida de peso y letargo. Rara vez se produce una enfermedad mortal. La enfermedad clínica suele atribuirse a anemia, presencia de megaloesquizontes en la musculatura o destrucción de la célula hospedadora.

En las aves de producción, la infección con H lophortyx en el colín de Virginia puede causar enfermedad clínica y un aumento de la mortalidad, con una pérdida de hasta un 20 % del lote. Las codornices de 5-10 semanas de edad por lo general estaban afectadas y los signos clínicos consistían en resistencia a moverse, postración y muerte. Las lesiones macroscópicas incluían congestión del bazo e hígado y estrías hemorrágicas en los músculos. La histología reveló miositis con megaloesquizontes en la musculatura, especialmente de las patas y el dorso, y acumulación de hemosiderina en los macrófagos esplénicos. La infección experimental en pavos con H meleagridis tuvo como resultado cojeras, diarrea, anorexia y depresión. Las lesiones histológicas se asociaron principalmente con el desarrollo de megaloesquizontes en la musculatura. La infección en palomas mensajeras con H columbae o H saccharovi (llamada malaria de las palomas) suele ser asintomática, pero a menudo se le atribuye el mal rendimiento que se debe a otras enfermedades o al alojamiento y manejo inadecuados. La enfermedad clínica en columbiformes es rara.

El diagnóstico se establece mediante el examen de frotis de sangre teñidos y la observación de gametocitos grandes y pigmentados en los eritrocitos maduros que rodean parcial u ocasionalmente el núcleo sin desplazarlo. Los merozoítos no se observan en la sangre periférica. Histológicamente se pueden observar esquizogonias dentro de las células endoteliales del pulmón, hígado y bazo. Se han desarrollado pruebas de PCR para Haemoproteus. Poco se conoce sobre la efectividad del tratamiento. Ningún fármaco está aprobado para su uso comercial. Los fármacos contra la malaria (o paludismo) reducen la parasitemia, pero no eliminan el parásito. En las palomas se ha utilizado la cloroquina, la primaquina, la quinacrina y la buparvacuona. Para tratar a los búhos se han utilizado las combinaciones de cloroquina y primaquina, o cloroquina y mefloquina. No se recomienda el tratamiento en animales asintomáticos. Las medidas para controlar los vectores invertebrados, como el cribado de los aviarios, ayudan a prevenir la transmisión y las infecciones graves.

Puntos clave

  • La infección por Haemoproteus spp suele ser asintomática.

  • Algunas especies de Haemoproteus pueden causar una enfermedad clínica, y rara vez mortal, en pavos y codornices.

  • El diagnóstico se realiza mediante frotis sanguíneos, citología tisular, histopatología y/o PCR.

  • El tratamiento farmacológico puede reducir la parasitemia, pero no elimina la infección.

  • La limitación de la presencia de los insectos vectores ayuda a controlar la enfermedad en las especies sensibles.