El síndrome de malabsorción se caracteriza por un retraso del crecimiento y una falta de pigmentación en los pollos en crecimiento. Se sospecha una causa viral, pero no se ha confirmado. No hay pruebas confirmatorias o tratamientos eficaces.
El síndrome de malabsorción es una enfermedad transmisible caracterizada por un retraso del crecimiento y una falta de pigmentación cutánea en los pollos en crecimiento, sobre todo en los pollos de engorde. Los pavos también pueden estar afectados; en estas aves se asemeja al síndrome de mortalidad por enteritis de los pavipollos.
Etiología y transmisión del síndrome de malabsorción en aves de producción
El síndrome de malabsorción en aves de avicultura se ha reproducido con homogeneizados intestinales libres de bacterias, lo que sugiere un origen viral. Se ha implicado a enterovirus, parvovirus, astrovirus, calicivirus, arenavirus, togavirus, reovirus y rotavirus. Los enterovirus, reovirus y micotoxinas se han considerado los factores etiológicos más probables, aunque los informes recientes sugieren un papel importante para los astrovirus y los parvovirus inusuales. Un problema que dificulta la comprensión de la etiología es la incapacidad para aislar estos virus. Dado que la enfermedad se observa en pollos muy jóvenes, es probable que los virus se transmitan verticalmente, aunque la diseminación fecal/oral se produce después de la eclosión. No se entiende bien la participación de las micotoxinas de los piensos. Un manejo inadecuado puede contribuir al problema.
Hallazgos clínicos del síndrome de malabsorción en aves de producción
El síndrome de malabsorción en aves de avicultura se suele reconocer en pollos de engorde de 1-3 semanas de vida. Se caracteriza por:
Crecimiento desigual.
Retraso del crecimiento temporal.
Enanismo permanente.
Falta de pigmentación en la piel, patas o pico.
Emplumado lento.
Plumas rotas o torcidas ("alas de helicóptero").
Alimento no digerido en las heces.
Bajos índices de conversión de alimentos.
La diarrea es frecuente durante las fases iniciales, y se observa coprofagia. Otros signos clínicos incluyen cojera, osteodistrofia y encefalomalacia secundaria.
Las aves con una afectación grave no responden inmediatamente a los cambios en la alimentación o las prácticas de manejo y se suelen separar de los lotes antes del procesado. El número de afectados en un lote puede variar desde unos pocos hasta el 90 %.
Cortesía del Dr. Jean Sander.
Lesiones
La gravedad y el tipo de lesiones resultantes de las infecciones de campo y laboratorio con síndrome de malabsorción varían en función de los agentes y las combinaciones de agentes implicados. Las lesiones suelen incluir proventrículos agrandados, molleja pequeña, atrofia del páncreas, timo y bolsa, y moco naranja en la luz del intestino delgado. No se encuentran lesiones microscópicas consistentes, aunque se han descrito lesiones quísticas en el intestino delgado, y a veces hay cambios en la bolsa y el timo. En ocasiones puede observarse una encefalomalacia o raquitismo, presumiblemente como resultado de una mala absorción o una mala asimilación de los nutrientes.
Cortesía del Dr. Jean Sander.
Diagnóstico del síndrome de malabsorción en aves de producción
Los signos clínicos y las lesiones post mortem permiten un diagnóstico presuntivo de síndrome de malabsorción en avicultura. Debido a la compleja etiología y a la presencia de virus entéricos en lotes normales, las investigaciones de laboratorio pueden ser difíciles de interpretar, especialmente porque el cultivo del virus puede ser difícil o imposible. Un manejo precoz deficiente de los lotes (especialmente el suministro de alimento y agua y el control de la temperatura) puede conducir a un cuadro similar en ausencia de una infección específica.
Prevención y control del síndrome de malabsorción en aves de producción
No existe un tratamiento eficaz para las aves gravemente afectadas por el síndrome de malabsorción. Una buena higiene reduciría los riesgos provocados por múltiples organismos infecciosos.
No existen vacunas para prevenir el síndrome de malabsorción. Algunas vacunas de reovirus se comercializan para prevenir el enanismo y la insuficiente conversión del alimento debido a reovirus patógenos.
Una buena nutrición y saneamiento de los lotes y la prevención de enfermedades intercurrentes son beneficiosos. Deben analizarse las toxinas dietéticas en los piensos, y estos no deben administrarse a las aves comerciales cuando existan niveles elevados de toxinas. Los antibióticos y suplementos vitamínicos pueden ser de ayuda.
Riesgo zoonótico del síndrome de malabsorción en aves de producción
No se ha registrado riesgo zoonótico asociado al síndrome de malabsorción.
Puntos clave
El síndrome de malabsorción puede causar una reducción significativa del crecimiento en las aves afectadas.
Es probable que sea de etiología viral.
No existe prevención o tratamiento específico disponible.