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Fiebre efímera bovina

(Enfermedad de los tres días)

PorEyal Klement, DVM, MSc
Última revisión/modificación jun 2020

La fiebre efímera bovina es una enfermedad viral del ganado vacuno y del búfalo de agua transmitida por artrópodos que causa pérdidas en la producción de leche, postración y, a veces, la muerte. El diagnóstico se realiza principalmente mediante PCR. El tratamiento incluye la administración de AINE, acompañada de cuidados de soporte a las vacas recostadas. La eficacia de la vacuna varía.

La fiebre efímera bovina es una enfermedad viral no contagiosa del ganado vacuno y del búfalo de agua transmitida por insectos que se observa en África, Oriente Medio, Australia y Asia. Pueden desarrollarse infecciones inaparentes en el búfalo del Cabo, el alcélafo, el antílope acuático, el ñu, el ciervo y, posiblemente, en las cabras, ovejas y gacelas. Se han registrado niveles bajos de anticuerpos en algunas otras especies de antílopes, jirafas e incluso en cerdos y elefantes, pero la especificidad no se ha confirmado.

Etiología y epidemiología de la fiebre efímera bovina

El virus de la fiebre efímera bovina (VFEB) está clasificado como miembro del género Ephemerovirus, de la familia Rabdoviridae (ARN monocatenario de sentido negativo). El virus es sensible al éter y se inactiva fácilmente a niveles de pH inferiores a 5 y superiores a 10. Aunque se considera que el VFEB existe como un solo serotipo en todo el mundo, la variación antigénica se ha demostrado mediante pruebas de neutralización cruzada, paneles de anticuerpos monoclonales y mapeo de epítopos. Se han identificado varios efemerovirus estrechamente relacionados (como el virus Berrimah, el virus Kimberley, el virus Malakal, el virus del río Adelaida, el virus Obodhiang, el virus Puchong, el virus Kotonkan, el virus Koolpinyah y el virus Mavingoni). Sin embargo, de estos, solo el virus Kotonkan (aislado en Nigeria) se ha asociado con clínica de fiebre efímera en el ganado vacuno.

El VFEB puede transmitirse de ganado infectado a sensible mediante inoculación IV; tan solo 0,005 mL de sangre recolectada durante la etapa febril es infecciosa. Hasta la fecha, la infección por virus obtenidos de cultivos víricos nunca ha tenido éxito. Aunque el virus se ha recuperado de varias especies de Culicoides y de mosquitos anofelinos y culicinos tomadas del campo, no se ha descrito la identidad de la mayoría de los vectores. No se produce transmisión por contacto o fómites. El virus no parece persistir durante periodos prolongados en el ganado vacuno recuperado, aunque se ha detectado en el tejido linfoide 1 semana después del cese de la viremia. La infección da como resultado una inmunidad a largo plazo.

La prevalencia, el alcance geográfico y la gravedad de la enfermedad varían de un año a otro, y las epidemias se producen periódicamente. Durante las epidemias, el inicio es rápido; muchos animales se ven afectados en unos días o 2-3 semanas. La fiebre efímera bovina presenta mayor prevalencia en la estación lluviosa en los trópicos y durante el verano o hasta principios del otoño en los subtrópicos o regiones templadas (cuando las condiciones climáticas favorecen la multiplicación de los insectos picadores), y desaparece abruptamente en invierno. La propagación del virus parece estar asociada con los vientos y el transporte de animales. La morbilidad puede llegar al 80 %; la mortalidad general suele ser del 1-2 %, aunque puede ser mayor en vacas lactantes, toros en buen estado y novillos gordos (10-30 %). Sin embargo, las tasas de mortalidad global descritas han superado el 10 % en brotes en varios países en los últimos años.

Hallazgos clínicos en la fiebre efímera bovina

Los signos clínicos de la fiebre efímera bovina, que se producen repentinamente y varían en gravedad, pueden incluir:

  • Fiebre bifásica a polifásica (40-42 °C).

  • Temblores.

  • Inapetencia.

  • Derribo.

  • Secreción nasal serosa.

  • Babeo.

  • Enfisema pulmonar.

  • Aumento de la frecuencia cardiaca.

  • Taquipnea o disnea.

  • Atonía de preestómagos.

  • Depresión.

  • Rigidez y cojera.

  • Disminución repentina en la producción de leche.

Los signos clínicos suelen ser más leves en el búfalo de agua. El ganado afectado puede quedar recostado y paralizado desde 8 horas hasta >1 semana. Después de la recuperación, la producción de leche puede no volver a los niveles normales hasta la próxima lactancia. Hay algunos informes anecdóticos de aborto. Esto podría ser una consecuencia indirecta de la enfermedad, porque el virus no parece atravesar la placenta ni afectar a la fertilidad de la vaca. Aparentemente, los toros, el ganado pesado y las vacas lecheras de alta lactancia son los más afectados, pero la recuperación espontánea suele darse en unos pocos días. Las pérdidas más insidiosas pueden resultar de la disminución de la masa muscular y de la disminución de la fertilidad en los toros.

Lesiones

La fiebre efímera bovina es una enfermedad inflamatoria. Las lesiones más frecuentes incluyen:

  • Poliserositis que afecta a las superficies pleural, pericárdica y peritoneal.

  • Polisinovitis serofibrinosa, poliartritis, politendinitis y celulitis.

  • Necrosis focal de los músculos esqueléticos.

También se han detectado anomalías histomorfológicas en los nervios periféricos y el cerebro. Además puede haber edema generalizado de los ganglios linfáticos y los pulmones, así como atelectasia.

Diagnóstico de la fiebre efímera bovina

  • Signos clínicos.

  • Identificación del virus por PCR.

El diagnóstico de la fiebre efímera bovina se basa casi exclusivamente en los signos clínicos durante una epidemia. Se ha de recolectar sangre completa de ganado enfermo y aparentemente sano en los rebaños afectados y debe ser suficiente para proporcionar dos frotis de sangre secados al aire, 5 mL de sangre completa en anticoagulante (no EDTA) y ~10 mL de suero. Un recuento diferencial de leucocitos en los frotis sanguíneos puede apoyar o refutar un diagnóstico de campo presuntivo. La mayoría de los casos clínicos tienen una neutrofilia con presencia de muchas formas inmaduras, aunque esto no es patognomónico. El fibrinógeno plasmático aumenta el día del pico de fiebre y permanece elevado durante al menos 7 días. La hipocalcemia puede producirse un día después del inicio de la fiebre.

La confirmación de laboratorio oportuna se realiza principalmente mediante PCR y rara vez mediante aislamiento del virus. La neutralización sérica es diagnóstica retrospectivamente. Un aumento de 4 veces en el título de anticuerpos entre sueros emparejados recolectados con 2-3 semanas de diferencia confirma la infección.

El virus se aísla mejor mediante la inoculación de cultivos de células de mosquitos (Aedes albopictus) con sangre desfibrinada, seguida de transferencia a cultivos de células de riñón de hámster bebé (BHK-21 o BHK-BSR) o de riñón de mono (Vero) después de 15 días. Los ratones lactantes también pueden usarse para el aislamiento primario por inoculación intracerebral. Los virus aislados se identifican mediante PCR y secuenciación, pruebas de neutralización con antisueros específicos del VFEB y ELISA con anticuerpos monoclonales específicos.

Tratamiento y control de la fiebre efímera bovina

  • AINE.

  • Tratamiento de soporte para vacas en decúbito.

El reposo completo es el tratamiento más eficaz para la fiebre efímera bovina, y no se debe estresar ni hacer trabajar a los animales en recuperación porque es probable que recaigan. La administración de fármacos antiinflamatorios al principio de la enfermedad, en dosis repetidas durante 2-3 días, parece ser eficaz. Se debe evitar la administración oral, a menos que el reflejo de la deglución funcione. Las manifestaciones de la hipocalcemia se tratan de la misma manera que las de la fiebre de la leche (paresia puerperal). El tratamiento antibiótico para controlar las infecciones secundarias y la rehidratación con fluidos isotónicos pueden estar justificados.

Existe evidencia contradictoria con respecto a la efectividad de las vacunas del VFEB atenuadas o inactivadas disponibles comercialmente. Aunque una vacuna atenuada del VFEB mostró una alta eficacia en Australia, los informes de otros países indican una menor eficacia de la misma vacuna. Las vacunas con virus inactivados no han producido una protección a largo plazo contra el desafío experimental con virus virulentos y no pueden garantizar una inmunidad duradera. En estudios de campo, fueron eficaces al 50 % solo después de al menos tres vacunaciones. Aunque se ha descrito una vacuna de subunidad que protege contra la exposición de campo y de laboratorio, no está disponible comercialmente. La eficacia del control vectorial permanece incierta, ya que los vectores no se han identificado completamente. No hay evidencia de que las personas puedan infectarse.

Puntos clave

  • La fiebre efímera bovina es una enfermedad del ganado vacuno y los búfalos de agua causada por un rabdovirus y transmitida por insectos voladores que pican.

  • Debido a la naturaleza inflamatoria de la enfermedad, los AINE son muy eficaces para aliviar los signos clínicos y el dolor.

  • La eficacia de la vacuna varía. Las vacunas inactivadas solo proporcionan inmunidad a corto plazo y deben administrarse al menos tres veces para lograr cierta eficacia en la prevención de los signos clínicos.