La criptococosis es una enfermedad fúngica sistémica que a menudo afecta a las vías respiratorias (especialmente la cavidad nasal), el SNC, los ojos y la piel. Los hongos causantes existen en los tejidos en forma de levadura encapsulada y probablemente en el medio ambiente en forma filamentosa o en forma de levadura no encapsulada.
La infección se produce en todo el mundo por Cryptococcus neoformans y C gattii, entre otros. Los hongos se encuentran en el suelo y en las heces de las aves (especialmente las palomas). La transmisión se realiza por inhalación de esporas o por contaminación de heridas. En las heces aviares, el hongo puede presentarse en una forma no encapsulada tan pequeña como 1 mcm, que puede inhalarse profundamente en el tracto respiratorio.
La criptococosis se observa con mayor frecuencia en gatos, pero también aparece en perros, en el ganado vacuno, caballos, ovejas, cabras, aves y animales silvestres. En el ser humano, muchos casos se asocian a un defecto de la respuesta inmunitaria de tipo celular. Existen múltiples serotipos de Cryptococcus con cada serotipo asignado a una o más especies; no se dispone de suficiente información para separar la patogenicidad de cada serotipo o especie.
Hallazgos clínicos y lesiones de la criptococcosis en animales
Cortesía del Dr. John Prescott.
Cortesía del Dr. John Prescott.
Cortesía del Dr. Kirk N. Gelatt.
En los gatos, la criptococosis crónica es frecuente y suele limitarse a las vías respiratorias superiores. Los signos clínicos secundarios a la infección de la cavidad nasal son los más frecuentes y comprenden: estornudos, secreción nasal crónica unilateral o bilateral, mucopurulenta, serosa o hemorrágica; presencia de pólipos en los ollares; y/o una inflamación subcutánea de consistencia firme, localizada sobre el dorso de la nariz. Las lesiones cutáneas también son frecuentes y se caracterizan por la presencia de pápulas y nódulos cuya consistencia varía de fluctuante a firme.
Las lesiones de mayor tamaño tienden a ulcerarse, y dejan una superficie desnuda con un exudado seroso. Los signos neurológicos asociados a la criptococosis del SNC pueden incluir depresión, cambios de comportamiento, agresividad, movimientos en círculo, paresia y ceguera. También pueden desarrollarse anomalías oculares, como pupilas dilatadas sin capacidad de respuesta y ceguera debida al desprendimiento de retina de tipo exudativo, coriorretinitis granulomatosa, panoftalmitis y neuritis óptica.
Si se produce una enfermedad diseminada, también se pueden encontrar lesiones en el hueso o en los nódulos linfáticos.
En contraste con los gatos, más del 50 % de los perros pueden tener enfermedad diseminada con afectación ocular o del SNC. Los signos clínicos suelen corresponder a la meningoencefalitis, la neuritis óptica y la coriorretinitis granulomatosa.
Se han descrito lesiones en la cavidad nasal de muchos perros; sin embargo, no suele ser el hallazgo primario o la causa de la consulta. Aproximadamente, un 50 % de los perros tienen lesiones en el tracto respiratorio, por lo general en los pulmones, y la mayoría presentan granulomas en todos los órganos. Los órganos involucrados más frecuentemente, en orden decreciente, son el SNC, las vías respiratorias, la piel, los riñones, los nódulos linfáticos, el bazo, el hígado, la tiroides, las glándulas adrenales, el páncreas, los huesos, el tracto GI, los músculos, el miocardio, la próstata, las válvulas cardiacas y las tonsilas.
La criptococosis bovina solamente se ha descrito en casos de mastitis, y muchas de las vacas de un rebaño pueden estar infectadas. Las vacas afectadas presentan anorexia, disminución de la producción de leche, tumefacción y endurecimiento de los cuarterones afectados y aumento de los nódulos linfáticos supramamarios. La leche se torna viscosa, mucoide y de color blanco grisáceo, o puede ser un líquido acuoso con flóculos. La enfermedad en los caballos se manifiesta casi invariablemente como masas obstructivas dentro de la cavidad nasal.
El periodo de incubación puede variar de 2 a 13 meses. Las lesiones asociadas a criptococosis varían desde una masa de consistencia gelatinosa, constituida por numerosos microorganismos, que apenas produce inflamación, hasta la formación de un granuloma. La lesión suele estar constituida por agregados de microorganismos encapsulados dentro de un retículo de tejido conectivo.
La respuesta de tipo celular consiste inicialmente en la presencia de macrófagos y células gigantes, acompañados por células plasmáticas y linfocitos en escasa proporción. La presencia de células gigantes epitelioides y de áreas de necrosis caseosa es menos frecuente que en el resto de las micosis sistémicas.
Diagnóstico de la criptococcosis en animales
Citología con tinción de Gram.
Las levaduras son estructuras ovoides de 5-10 mcm con gemación de base estrecha.
El método más rápido de diagnóstico de la criptococosis consiste en la evaluación citológica de los exudados cutáneos o de la cavidad nasal, del LCR o de muestras obtenidas mediante paracentesis de las cámaras acuosa o vítrea del ojo o mediante frotis de impronta de las masas nasales o cutáneas. La tinción de Gram es la más útil; el microorganismo mantiene el color violeta, mientras que la cápsula se tiñe ligeramente de color rojo por la safranina.
La tinta china se puede también utilizar para visualizar el microorganismo, que aparece sin teñir y muestra su silueta sobre el fondo negro. Este método no es tan definitivo como la tinción de Gram, a menos que estás presentes unas yemas, ya que los linfocitos, las gotas lipídicas y las partículas de tinta china agregadas pueden confundirse con el microorganismo. La tinción de Wright se ha utilizado más frecuentemente en el diagnóstico de los casos declarados en perros y gatos; sin embargo, este método de tinción puede hacer que el microorganismo se encoja y que su cápsula se distorsione. Por esta razón, las tinciones con nuevo azul de metileno y ácido peryódico de Schiff (PAS) se consideran mejores que la tinción de Wright.
Debido a que las técnicas diagnósticas citológicas son rápidas, siempre que se sospeche que las lesiones están producidas por criptococos deben realizarse frotis de impronta o preparaciones con hidróxido potásico. El examen histopatológico con tinciones fúngicas o inmunohistoquímica puede ser útil si no se observan microorganismos en las impresiones.
La detección del antígeno capsular de Cryptococcus en suero, orina o LCR es de gran utilidad y constituye un método rápido de diagnóstico en los casos sospechosos donde el microorganismo no se puede identificar. La prueba de aglutinación en látex está disponible como preparado comercial. El título de antígenos puede utilizarse también para determinar la respuesta al tratamiento. Una prueba inmunocromatográfica en el lugar de atención para suero también tiene una alta sensibilidad y especificidad.
El microorganismo puede cultivarse fácilmente a partir de exudados, LCR, orina, líquido sinovial y muestras histológicas, siempre que se disponga de un volumen suficiente de muestra. Si existe la posibilidad de una contaminación bacteriana, se utiliza el agar Sabouraud con antibióticos.
Tratamiento de la criptococcosis en animales
Fluconazol para gatos; para los perros con enfermedad diseminada se debe añadir anfotericina B.
Tratar hasta que el título de antígeno sea repetidamente negativo.
El fluconazol (10 mg/kg, PO, cada 12 horas) y el itraconazol (5-10 mg/kg cada 24 horas) se consideran los tratamientos de elección. La anfotericina B puede añadirse en pacientes, especialmente perros, con enfermedad diseminada. Se debe consultar un formulario para las diversas formulaciones y protocolos de dosificación de la anfotericina B para una especie determinada.
La flucitosina puede utilizarse sola; no obstante, puede desarrollarse resistencia al fármaco, por lo que es recomendable la combinación con anfotericina. La actividad de las enzimas hepáticas debe controlarse frecuentemente durante el tratamiento. La flucitosina no debe usarse en perros debido al desarrollo de necrólisis epidérmica tóxica. El voriconazol no se suele tolerar en gatos ni en perros.
El tratamiento con glucocorticoides de acción corta puede ser necesario durante los primeros días o semanas de tratamiento en pacientes con criptococosis del SNC; el deterioro neurológico durante la primera semana de tratamiento es frecuente y no es un indicador de pronóstico negativo.
El tratamiento debe continuar hasta que al menos dos pruebas de antígeno criptocócico sean negativas, lo que puede tardar meses o años. Los caballos pueden tratarse con reducción de volumen de la masa nasal y tratamiento con azol tópico seguido posquirúrgicamente de tratamiento con azol sistémico. No existe un tratamiento registrado para la mastitis criptocócica en el ganado vacuno.
Puntos clave
La criptococosis es una enfermedad mundial que afecta con mayor frecuencia a gatos y humanos.
La enfermedad se diagnostica fácilmente mediante citología.
El tratamiento suele ser fluconazol durante un periodo prolongado.