La esporotricosis es una enfermedad granulomatosa crónica esporádica de las personas y de diversos animales domésticos y de laboratorio causada por Sporothrix spp. La infección suele resultar de la inoculación directa del microorganismo en lesiones de la piel, mediante el contacto con plantas, el suelo o por penetración de cuerpos extraños.
El microorganismo Sporothrix es dimórfico y forma micelios en la vegetación y en el agar dextrosa Sabouraud a 25-30 °C, pero aparece en forma de levadura en los tejidos y medios a 37 °C. Es ubicuo en el suelo, la vegetación y la madera; está distribuido por todo el mundo, y en EE. UU. se encuentra con mayor frecuencia en las regiones costeras y en los valles de los ríos. La enfermedad diseminada provocada por la inhalación de esporas es poco común.
La esporotricosis se ha descrito en perros, gatos, caballos, vacas, camellos, delfines, cabras, mulas, aves, cerdos, ratas, armadillos y personas. La infección zoonótica puede producirse de gatos a humanos y se ha descrito sin evidencia de traumatismo. Por el contrario, la transmisión desde otras especies infectadas parece requerir la inoculación de la piel previamente traumatizada. Se cree que el gran número de microorganismos que se encuentran en las heridas felinas, las uñas y las heces es responsable del aumento del potencial zoonótico de la esporotricosis felina.
Se han descrito epidemias de esporotricosis en Brasil asociado con la especie S. brasiliensis. Los datos de estos estudios apoyan la importancia de los gatos en la transmisión zoonótica del microorganismo. Los cuidadores de gatos infectados tenían cuatro veces más probabilidades de infectarse que otros que vivían en la misma casa.
Hallazgos clínicos y lesiones de la esporotricosis en animales
La esporotricosis puede clasificarse en tres formas; linfocutánea, cutánea y diseminada. La forma linfocutánea es la más frecuente. En ella se desarrollan pequeños nódulos dérmicos o subcutáneos de consistencia firme, de 1-3 cm de diámetro, en el punto de inoculación. A medida que la infección asciende a través de los vasos linfáticos, se propaga y se desarrollan nuevos nódulos. Las lesiones se ulceran y segregan un exudado serohemorrágico.
En los gatos, las lesiones se observan con mayor frecuencia en la cabeza, especialmente en el puente de la nariz y las orejas. Aunque la enfermedad sistémica no se aprecia inicialmente, la forma crónica de la enfermedad puede originar fiebre, apatía y depresión. Los signos respiratorios pueden ser evidentes.
La forma cutánea persiste localizada en el punto de inoculación, aunque las lesiones pueden ser multicéntricas. La esporotricosis diseminada es poco frecuente pero potencialmente mortal, y puede desarrollarse por falta de atención de las formas cutánea y linfocutánea o si al paciente se le trata con corticoesteroides de manera incorrecta. La infección se propaga por vía hematógena o por diseminación tisular desde el punto inicial de inoculación a los huesos, pulmones, hígado, bazo, testículos, tracto GI o SNC.
Diagnóstico de la esporotricosis en animales
Citología, especialmente en gatos.
Las levaduras pueden confundirse con otros microorganismos fúngicos como Histoplasma.
Cortesía del Dr. John Prescott.
El diagnóstico de esporotricosis puede establecerse por examen de cultivos (muestras obtenidas de lesiones que no han reventado) o por examen microscópico de los exudados o de las muestras de biopsia. En los tejidos y el exudado, el microorganismo está presente en forma de pocas o numerosas células individuales, redondas o con forma de cigarro dentro de los macrófagos. Las células fúngicas son pleomórficas y pequeñas (2-10 × 1-3 micrómetros); puede haber papilas con aspecto de pala de pimpón. Una pared celular que no se tiñe rodea las levaduras cuando se usan tinciones de tipo Wright o Romanowsky.
Las levaduras Sporothrix se asemejan mucho a las levaduras Hystoplasma, pero Hystoplasma no demuestra la morfología en forma de cigarro común a Sporothrix. Se ha utilizado la técnica de inmunofluorescencia indirecta para detectar anticuerpos de las células levaduriformes en los tejidos. En especies distintas a los gatos, Sporothrix se encuentra frecuentemente en escasa concentración en los exudados y tejidos infectados, de modo que para alcanzar un diagnóstico es preciso, por lo general, realizar un cultivo o una tinción inmunohistoquímica.
En los cultivos, se forma un micelio verdadero con hifas delgadas, ramificadas y septadas, que contienen delgados conidióforos con conidios en forma de pera. El cultivo y la prueba de PCR pueden ser útiles para determinar las especies de Sporothrix implicadas, porque esto puede afectar al tratamiento y al pronóstico. Los ELISA de anticuerpos pueden estar disponibles y son sensibles y específicos en gatos; otras especies no han sido evaluadas.
Tratamiento de la esporotricosis en animales
Itraconazol para la esporotricosis; se pueden añadir yoduros.
Los gatos a menudo necesitan >12 meses de tratamiento; pueden producirse fallos.
El itraconazol (10 mg/kg cada 24h) es el fármaco de elección para el tratamiento de la esporotricosis. El tratamiento se prolonga durante al menos un mes posterior a la resolución de los signos clínicos. La terbinafina (30 mg/kg, PO, diariamente) también se ha empleado con éxito. Como alternativa, el yoduro de potasio, administrado PO, se ha utilizado con cierto éxito solo o en combinación con azoles.
Durante el tratamiento, el paciente debe estar monitorizado para detectar posibles signos clínicos de intoxicación por yodo: pueden producirse anorexia, vómitos, depresión, espasmos musculares, hipotermia, cardiomiopatía, colapso cardiovascular y muerte. Los gatos son especialmente sensibles a los compuestos yodados y al desarrollo de yodismo. La resección quirúrgica, la crioterapia o la hipertermia localizada han mostrado cierto éxito en un número limitado de casos.
Riesgo zoonótico de la esporotricosis en animales
La esporotricosis es una zoonosis importante, con transmisión de felino a humano bien documentada. Debe observarse una higiene estricta al manipular pacientes (especialmente gatos) sospechosos o diagnosticados de esporotricosis. A las personas que están en contacto con animales infectados, se les deberá informar de la naturaleza infecciosa de la enfermedad cuando se aborden las opciones terapéuticas. Se debe practicar una buena bioseguridad, incluido el equipo de protección personal (EPP) y la desinfección de las instalaciones.
Puntos clave
La esporotricosis es una enfermedad fúngica crónica que se manifiesta con heridas que no cicatrizan y tractos supurantes.
Los gatos son un reservorio y un riesgo zoonótico.
Después de la curación clínica, el tratamiento de elección es el itraconazol.