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Oomicosis en animales

(Pitiosis, lagenidiosis)

PorTamara Gull, DVM, PhD, DACVM, DACVIM (LA), DACVPM
Revisado/Modificado abr 2023

La oomicosis está causada por hongos de la clase Oomicetes. Estos microorganismos no son verdaderos hongos, pero son patógenos acuáticos, predominantemente de plantas, que se encuentran en agua dulce tibia y estancada.

Los oomicetos están más estrechamente relacionado con las algas que con los hongos, pero la oomicosis, la enfermedad que causan, se parece mucho a la enfermedad fúngica. Estos microorganismos, a diferencia de los hongos verdaderos, producen zoosporas móviles que son los agentes infecciosos.

Entre los microorganismos de importancia en medicina veterinaria figuran varias especies de las siguientes:

  • Saprolegnia spp (p. ej., S diclina) y Achyla, que son los agentes comunes de enfermedad cutánea en los peces.

  • Pythium insidiosum, la causa de una oomicosis cutánea y subcutánea en caballos (cáncer de pantano, sanguijuelas); una enfermedad cutánea, subcutánea y GI en perros; y una enfermedad cutánea y paranasal de gatos y ganado vacuno.

  • Lagenidium spp, la causa de lesiones cutáneas y sistémicas y aneurismas de grandes vasos en perros.

La pitiosis es una enfermedad común de los animales domésticos en algunas zonas tropicales y subtropicales del mundo. En los perros, la pitiosis se da con más frecuencia en el sudeste de Asia, la costa este de Australia, América del Sur y EE. UU., especialmente a lo largo de la costa del Golfo. En EE. UU., la enfermedad se observa más a menudo en los meses de otoño e invierno.

Hallazgos clínicos y lesiones de la oomicosis en animales

En el caballo, las lesiones consisten en grandes nódulos granulomatosos, ulcerados y fistulosos más o menos circulares o en tumefacciones subcutáneas con masas mineralizadas necróticas de color amarillo grisáceo intralesionalmente (kunkers). Las lesiones se encuentran con mayor frecuencia en las extremidades (especialmente en las posteriores), el abdomen, el pecho, los labios y los genitales. La distribución de las lesiones se atribuye a la naturaleza acuática del microorganismo.

Las lesiones son extremadamente pruriginosas, drenan un exudado mucosanguinolento abundante y frecuentemente aparecen autotraumatizadas. Los granulomas contienen hifas aseptadas amplias y ramificadas, de 1-10 mcm de diámetro. La afectación ósea puede ser característica de la pitiosis crónica. La pitiosis entérica de los caballos se caracteriza por lesiones gastrointestinales fibrosas y estenosantes que contienen focos de material caseoso e hifas fúngicas.

Las muestras extraídas durante la cirugía o la necropsia consisten en tejido fibroso con áreas focales de necrosis firmes, espaciadas irregularmente, que varían en tamaño y color. Microscópicamente, las alteraciones varían desde focos de inflamación aguda exudativa con numerosos eosinófilos a una reacción granulomatosa con áreas secuestradas de necrosis y un armazón de hifas ramificadas, de paredes gruesas y anchura irregular.

Las formas gastrointestinal y cutánea de pitiosis se producen en perros y gatos y se caracterizan por una inflamación granulomatosa y eosinofílica grave. La infección por P insidiosum se observa más frecuentemente en el tracto GI de perros adultos jóvenes. El estómago, el intestino delgado proximal y la unión ileocólica se afectan con mayor frecuencia; sin embargo, cualquier parte del intestino, esófago o colon puede verse afectada.

Los signos clínicos incluyen vómitos, pérdida de peso y anorexia. La pérdida de peso puede ser grave, pero los perros afectados no suelen aparecer enfermos sistémicamente hasta bien avanzada la enfermedad. Las lesiones se caracterizan por lo general por un grave engrosamiento de la pared gástrica o intestinal, con linfadenopatía mesentérica en la que los ganglios están embebidos en una gran masa firme granulomatosa que envuelve al mesenterio.

Puede desarrollarse isquemia intestinal, infarto o hemoabdomen agudo debido a la extensión de la enfermedad a vasos sanguíneos mesentéricos. Los piogranulomas entéricos normalmente consisten en focos necróticos infiltrados y rodeados de neutrófilos, eosinófilos, macrófagos epitelioides, células plasmáticas y células gigantes multinucleadas. Los agentes etiológicos pueden no ser identificables en muestras teñidas con H&E. Los cortes teñidos con la coloración de metenamina plata de Gomori muestran hifas ramificadas, raramente septadas.

La pitiosis cutánea en pequeños animales está caracterizada por heridas que no cicatrizan, masas invasivas y nódulos ulcerados con tractos drenantes. Las extremidades, el extremo de la cola, la parte ventral del cuello y el perineo se afectan con mayor frecuencia. La pitiosis en gatos es rara y suele consistir en lesiones cutáneas o nasofaríngeas.

La lagenidiosis/paralagenidiosis es una infección oomicótica de los perros caracterizada por lesiones cutáneas y subcutáneas progresivas multifocales que afectan con mayor frecuencia a las extremidades, la región mamaria, el perineo o el tronco. La linfadenopatía regional es común.

Lagenidiumgiganteum var caninum causa una infección cutánea más agresiva con afectación sistémica, mientras que Paralagenidium spp tienden a provocar una enfermedad cutánea de progresión más lenta. Las lesiones cutáneas aparecen como nódulos dérmicos o subcutáneos firmes, o como áreas ulceradas, engrosadas y edematosas de celulitis profunda con regiones de necrosis y numerosos tractos drenantes.

En contraposición con el curso clínico de la pitiosis cutánea, en perros con infección por Lagenidium, a menudo se observa afectación en sitios distantes. Pueden estar afectados los nódulos linfáticos torácicos y abdominales, los pulmones y, especialmente, los grandes vasos. Los pacientes con afectación de los grandes vasos o de los nódulos linfáticos sublumbares suelen tener lesiones cutáneas o subcutáneas en las extremidades posteriores y a menudo desarrollan edema en estas. Los grandes aneurismas de los vasos sanguíneos pueden sufrir rotura aguda, lo que da lugar a hemoperitoneo y muerte súbita del animal.

Diagnóstico de la oomicosis en animales

  • Cultivo o métodos moleculares necesarios para confirmar el diagnóstico.

  • ELISA para anticuerpos de Pythium insidiosum.

En los caballos, las lesiones de la oomicosis, comúnmente conocidas como "pitiosis", son similares a las de la entomoftoromicosis o mucormicosis y pueden confundirse con la habronemiasis cutánea, tejido de granulación excesivo y ciertas neoplasias equinas como el carcinoma de células escamosas o los sarcoides. Las lesiones de oomicosis tienen núcleos necróticos (kunkers) que son distintos del tejido circundante y pueden extraerse digitalmente, y sobresale una secreción mucosanguínea abundante de la lesión. Estas dos características permiten a menudo un diagnóstico presuntivo. Histológicamente, las lesiones contienen hifas ramificadas (en ángulo recto), raramente septadas, de 4-8 micrómetros de diámetro.

En los perros, el diagnóstico puede establecerse por el aislamiento de P insidiosum a partir de los tejidos infectados. Se ha utilizado la identificación en cultivo y la PCR. Hay un ELISA disponible para la detección de anticuerpos frente a P insidiosum en perros que parece ser tanto sensible como específico; esta prueba también puede usarse en gatos, pero tiene menor sensibilidad y especificidad. Este ELISA también puede ser útil para controlar la respuesta al tratamiento.

La serología de inmunotransferencia para la detección de anticuerpos para Lagenidium en suero canino puede proporcionar un diagnóstico presuntivo de lagenidiosis, pero deben interpretarse junto con los resultados de las pruebas serológicas para la infección de P insidiosum debido al potencial de reactividad cruzada en el suero de perros con pitiosis.

Las características histológicas de la lagenidiosis son similares a las de la pitiosis, la entomoftoromicosis y la mucormicosis. No obstante, las hifas de Lagenidium son mucho más grandes y visibles en tejidos teñidos con H&E. El diagnóstico definitivo de la lagenidiosis y pitiosis se establece mejor mediante cultivo e identificación con PCR.

Tratamiento de la oomicosis en animales

  • Resección quirúrgica amplia, incluida la amputación, para la pitiosis cutánea o GI.

  • En lesiones no resecables, itraconazol + terbinafina + prednisona con disminución gradual.

El pronóstico para la pitiosis o la lagenidiosis es desfavorable si no se puede realizar una escisión quirúrgica amplia. La escisión quirúrgica completa es el tratamiento de elección (márgenes de 5 cm + 2 planos fasciales); sin embargo, a menudo la enfermedad está demasiado extendida en el momento del diagnóstico como para permitir una completa resección. En pacientes con lesiones limitadas a una sola extremidad distal, se recomienda la amputación.

El tratamiento médico de la pitiosis debe incluir itraconazol (10 mg/kg cada 24 horas) y terbinafina (5-10 mg/kg cada 24 horas) más una dosis decreciente de prednisona durante el primer mes. También puede intentarse el tratamiento con el complejo lipídico de anfotericina B, pero rara vez tiene éxito.

Aproximadamente, el 20 % de los perros con pitiosis responden a una terapia antifúngica a largo plazo. Puede haber disponible un producto de inmunoterapia experimental; este producto ha demostrado cierta eficacia en caballos, pero poco efecto en perros. El mefenoxam, un fungicida agrícola, se ha utilizado experimentalmente en perros, pero anecdóticamente ha sido ineficaz y no se recomienda.

La lagenidiosis parece responder mal al tratamiento médico. En los caballos, el pronóstico es reservado, y la pronta detección e instauración del tratamiento es esencial para obtener un resultado satisfactorio. Los factores que influyen en el pronóstico incluyen el tamaño y la localización de la lesión y la duración de la infección. Las lesiones de pequeño tamaño y corta duración que aún no han invadido estructuras críticas suelen responder mejor al tratamiento. La escisión quirúrgica, la inmunoterapia o una combinación de ambas pueden ser efectivas.

La inmunoterapia consiste en una serie de inyecciones intradérmicas o subcutáneas de antígenos de hifas enteras o muertas o de antígenos solubles obtenidos por precipitación del hongo causante de la infección.

Puntos clave

  • Las infecciones por oomicetos causan lesiones granulomatosas eosinofílicas subcutáneas o gastrointestinales.

  • El diagnóstico es por histopatología combinada con cultivo o prueba de PCR.

  • Esta enfermedad responde mal al tratamiento médico; se recomienda una extirpación quirúrgica amplia.