La neosporosis es una enfermedad causada por la infección con parásitos protozoos del género Neospora, más a menudo N caninum, pero tambien N hughesi en caballos. Los problemas observados con mayor frecuencia incluyen el aborto bovino y la miositis progresiva con paresia en cachorros. El diagnóstico se basa en una combinación de signos clínicos, histopatología, serología y PCR. No existen tratamientos aprobados en el ganado vacuno, pero los antibióticos pueden ser útiles en los perros.
Neospora caninum es un parásito protozoario microscópico de distribución mundial. Muchos animales domésticos (p. ej., perros, ganado vacuno, ovejas, cabras, búfalos de agua, caballos, pollos) y animales silvestres y en cautividad (p. ej., rinocerontes, roedores, conejos, coyotes, lobos, zorros) pueden infectarse. La neosporosis es una de las causas más comunes de aborto bovino, especialmente en vacas de granjas intensivas. El aborto por neosporosis también se produce en ovejas, cabras, búfalos de agua y camélidos, aunque pueden ser menos sensibles que el ganado vacuno.
Una segunda especie de Neospora, N hughesi, causa mielitis en caballos y comparte características clínicas con la mielitis protozoaria equina, que en América del Norte y del Sur suele estar causada por Sarcocystis neurona. La infección por N hughesi también se ha descrito en un potro abortado. No se ha documentado un hospedador definitivo para N hughesi. La discusión se refiere solo a la infección por N caninum.
Epidemiología de la neosporosis en animales
La neosporosis en los rebaños de ganado vacuno se manifiesta con patrones de aborto endémico y epidémico, pero también es posible que un rebaño tenga una alta prevalencia de infección sin un problema evidente de aborto. Tanto los patrones de transmisión endémica como epidémica en el ganado vacuno se asocian positivamente con la presencia y el número de perros en las granjas y sus alrededores. El aborto endémico se asocia principalmente con la reactivación de los microorganismos latentes durante la gestación seguida de la transmisión transplacentaria al feto, aunque la transmisión ocasional desde perros u otros cánidos puede agravar el problema. El aborto epidémico es una posible consecuencia de la transmisión súbita a gran escala a las vacas gestantes, presumiblemente por la ingestión de una ración mixta o agua contaminada con heces caninas infectadas. El uso de raciones mixtas en los rebaños lecheros probablemente explica la mayor prevalencia de neosporosis en el ganado vacuno lechero en comparación con el ganado vacuno de carne de cría extensiva.
Transmisión de la neosporosis en animales
Los perros son hospedadores definitivos de N caninum y son capaces de eliminar ooquistes en heces después de ingerir tejidos de animales infectados. Los lobos grises, los coyotes y los dingos también son hospedadores definitivos, y se sospecha de muchos otros cánidos silvestres. Los ooquistes de Neospora tienen un caparazón impermeable que les permite sobrevivir en el suelo y el agua durante periodos prolongados después de la descomposición de las heces caninas. Los hospedadores intermediarios como el ganado vacuno se infectan al ingerir ooquistes. El ganado vacuno no genera ooquistes y, por lo tanto, no transmite la infección horizontalmente a otro ganado, pero la infección latente puede persistir permanentemente en sus tejidos y transmitirse a los cánidos por ser carnívoros.
En el ganado vacuno, N caninum puede transmitirse a través de la placenta de una vaca infectada al feto en desarrollo, un hecho que puede darse en múltiples gestaciones de la misma vaca. Dado que la mayoría de las infecciones congénitas son subclínicas, las terneras infectadas congénitamente pueden mantenerse y añadirse al rebaño de cría y, a su vez, pueden transmitir las infecciones a través de la placenta a su propia descendencia. Esta transmisión transplacentaria endógena puede permitir el mantenimiento transgeneracional del parásito, incluso si el rebaño no tiene una transmisión frecuente procedente de los perros. La transmisión transplacentaria exógena puede producirse cuando una vaca no infectada previamente ingiere ooquistes de Neospora durante la gestación y el feto se infecta.
Se ha demostrado que los perros se infectan al comer ganado infectado (incluidas las placentas) y ciervos y se presume que se infectan al consumir dietas de carne cruda, pollos de corral y una variedad de animales silvestres.
Hallazgos clínicos de la Neosporosis en animales
La mayoría de los abortos por neosporosis se dan a la mitad o al final de la gestación. Los terneros con infección congénita pueden nacer débiles o con déficits neurológicos. Sin embargo, la mayoría de las infecciones congénitas son subclínicas.
En los perros, la infección subclínica es la norma, aunque hay una mayor variedad de excepciones. Las camadas o los cachorros individuales pueden desarrollar paresia progresiva de las extremidades posteriores asociada con polirradiculoneuritis, miositis y atrofia muscular. Los perros adultos pueden tener encefalomielitis, nódulos cutáneos focales o úlceras, neumonía, peritonitis, hepatitis o miocarditis, a veces asociadas con el uso de fármacos inmunosupresores.
Diagnóstico del aborto bovino
Histopatología de tejidos fetales abortados, serología y PCR.
Dado que la neosporosis es solo una de las muchas causas de aborto, los esfuerzos diagnósticos deben centrarse en una serie de causas posibles. Los fetos abortados han de enviarse a un laboratorio de diagnóstico veterinario, junto con la placenta y una muestra de suero de la hembra que ha abortado. El examen de múltiples fetos aumenta las probabilidades de un diagnóstico preciso. Si no es práctico enviar un feto completo, se deben enviar tantas muestras como sea posible para excluir otras causas de aborto: pulmón, hígado, bazo y líquido abomasal recogidos asépticamente y refrigerados; un globo ocular para pruebas de nitrato; muestras fijadas en formol de cerebro (incluso si están blandas), pulmón, timo, hígado, riñón, bazo, glándula adrenal, músculo esquelético (p. ej., lengua y diafragma) y cotiledón placentario; suero de la hembra que ha abortado; y líquido toracoabdominal del feto para la serología.
El diagnóstico de neosporosis abortiva puede realizarse a partir del siguiente grupo de hallazgos:
Ausencia de otros agentes etiológicos.
Inflamación no supurativa en múltiples órganos fetales, especialmente el cerebro, el corazón y el músculo esquelético.
Detección inmunohistoquímica o PCR de Neospora en tejidos fetales.
Seropositividad a Neospora de la hembra o del feto.
Sin embargo, estos hallazgos inequívocos no siempre están presentes. Una lesión que es casi específica de la neosporosis abortiva en el ganado vacuno es la necrosis cerebral multifocal rodeada de una reacción leucocitaria no supurativa. La confianza en el diagnóstico aumenta con el valor del nivel de anticuerpos de Neospora en la hembra que ha abortado, y las reacciones seropositivas altas en el momento del aborto tienen mayor valor predictivo que las reacciones seropositivas bajas. La neosporosis se suele excluir en las madres seronegativas.
La toxoplasmosis es una causa más común de aborto en ovejas y cabras y presenta lesiones similares a las de la neosporosis, pero el aborto por toxoplasmosis en el ganado vacuno es raro o inexistente.
Las pruebas serológicas de múltiples vacas o novillas se pueden utilizar como método alternativo o complementario para determinar si la neosporosis es un problema reproductivo importante en un rebaño. Esta estrategia puede ser útil cuando se investigan rebaños con problemas de aborto endémico. Las muestras de suero deben recogerse de las madres que han abortado y de un número igual de ejemplares de la manada con gestación normal (por lo general ≥10 por grupo). Los sueros deben analizarse y clasificarse para anticuerpos frente a Neospora. Si la mayoría de las vacas del grupo abortivo son seropositivas y pocas son seropositivas en el grupo normal, entonces se debe sospechar la neosporosis como causa de aborto en el rebaño; esto puede confirmarse mediante una comparación estadística. Si la mayoría del ganado que aborta es seronegativo, es improbable que la neosporosis sea un problema importante.
Diagnóstico de la neosporosis canina
Histopatología de los tejidos afectados, serología y PCR.
Los perros afectados clínicamente a menudo presentan niveles de anticuerpos frente a Neospora mucho más altos que los observados en individuos infectados subclínicamente. La biopsia de los tejidos afectados clínicamente demuestra una inflamación no supurativa y puede revelar la presencia de microorganismos protozoarios, pero la inmunohistoquímica o la PCR pueden ser necesarias para detectar los microorganismos o para diferenciarlos de otros protozoos.
Los perros con neosporosis sintomática no suelen eliminar los ooquistes en las heces, salvo en casos atípicos asociados con diarrea. El hallazgo de Neospora en pruebas rutinarias de flotación fecal es fortuito, ya que los perros normalmente eliminan los ooquistes solo durante un periodo de días o semanas después de ingerir tejido de un animal infectado. Los diminutos ooquistes son redondos o ligeramente ovalados y de 10-11 micrones de diámetro; en comparación, los quistes de Giardia son oblongos y de aproximadamente 9 × 13 micrones, y los coccidios son 2-4 veces el diámetro de Neospora. Un contorno exterior liso ayuda a diferenciar los ooquistes de Neospora de granos de polen picados de tamaño similar. Los ooquistes son casi idénticos a los de Hammondia heydorni, un parásito estrechamente relacionado que no se ha asociado con enfermedades sistémicas en perros ni con abortos en rumiantes. La PCR puede ser necesaria para distinguir entre ooquistes de N caninum y H heydorni.
Tratamiento de la neosporosis en animales
No existe tratamiento aprobado para el ganado vacuno.
Se han usado varios antibióticos en perros con cierto éxito.
No hay un tratamiento aprobado para la neosporosis en el ganado vacuno. La neosporosis clínica en cachorros se ha tratado con cierto éxito mediante la administración prolongada (p. ej., 3 semanas a 2 meses) de clindamicina (20-22 mg/kg, dos veces al día) o sulfamidas potenciadas (15-30 mg/kg de trimetoprima-sulfametoxazol, dos veces al día). El toltrazurilo y el ponazurilo son eficaces in vitro, pero no se ha descrito su eficacia en la neosporosis clínica. El pronóstico se asocia negativamente con la gravedad de los signos clínicos y con el retraso en el tratamiento. El pronóstico es desfavorable en los cachorros si la enfermedad ha progresado a paresia de las extremidades posteriores con atrofia y rigidez de las extremidades.
Control de la neosporosis en animales
Actualmente, no hay disponible vacunas frente aNeospora para ganado vacuno o perros.
Es frecuente que los rebaños lecheros y de carne tengan al menos un pequeño porcentaje de ganado infectado por Neospora. Aunque reducir el riesgo de transmisión de Neospora es un propósito útil, la erradicación completa de un rebaño suele ser inviable. Debe evitarse la contaminación de los alimentos utilizados en raciones mixtas a través de heces caninas. Las grandes lecherías deben considerar elevar vallados perimetrales a prueba de perros alrededor del área donde se almacenan los alimentos al aire libre, y se pueden instalar puertas automáticas para facilitar el tráfico diario de maquinaria pesada. Las granjas lecheras más pequeñas pueden proteger los alimentos dentro de las instalaciones tradicionales, como los establos, los depósitos de grano y los silos.
Además de proteger los alimentos, los rebaños con abortos por neosporosis endémica deben considerar no mantener terneras nacidas de vacas seropositivas, lo que reduciría el número de novillas de reemplazo infectadas congénitamente que ingresan en el rebaño de cría. Si se usa esta técnica, las vacas lecheras seropositivas pueden reproducirse utilizando semen de bovino de carne. Para vacas seropositivas con una genética valiosa, el uso de la transferencia de embriones a sustitutos seronegativos a Neospora puede considerarse una técnica que bloquea la transmisión endógena.
Los animales muertos, los despojos del sacrificio doméstico y las placentas deben desecharse de manera que se controle la ingestión por perros para reducir el riesgo de que estos se infecten y expulsen ooquistes de Neospora en la granja. Los perros seropositivos a Neospora tienen una menor probabilidad de excreción de ooquistes en el futuro que los perros seronegativos; por lo tanto, las pruebas serológicas en perros de granja casi nunca son útiles.
Riesgo zoonótico de la neosporosis en animales
A pesar de su similitud con Toxoplasma, la infección por Neosporano se ha asociado claramente con ninguna enfermedad humana. Los trabajadores de laboratorio deben evitar la inoculación, que causa lesiones fetales en primates inoculados parenteralmente.
Puntos clave
La neosporosis es una de las causas infecciosas de aborto bovino más importantes.
Se debe sospechar neosporosis en cachorros o perros jóvenes con debilidad progresiva y extensión de las extremidades posteriores.
Para más información
Consulte también la información para propietarios sobre neosporosis en perros.