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Pasteurelosis en ovejas y cabras

PorKelly M. Still Brooks, DVM, MPH, DACVPM, DABVP
Revisado/Modificado ago 2022

La pasteurelosis se suele referir a una infección bacteriana mixta, a menudo secundaria, del tracto respiratorio inferior debida a Pasteurella multocida, Mannheimia haemolytica (anteriormente Pasteurella haemolytica) y Bibersteinia trehalosi. El diagnóstico preliminar se sugiere por la anamnesis, los signos clínicos de bronconeumonía y las lesiones macroscópicas en la necropsia; el diagnóstico definitivo puede establecerse mediante la identificación del agente causal a partir de muestras de lavado transtraqueal o broncoalveolar o lesiones pulmonares post mortem. El tratamiento incluye la administración antimicrobiana apropiada iniciada al principio del curso de la enfermedad.

La pasteurelosis de ovejas y cabras se suele referir a infecciones bacterianas de las vías respiratorias inferiores. Mannheimia haemolytica (anteriormente Pasteurella haemolytica), Pasteurella multocida y Bibersteinia trehalosi son los patógenos primarios y pueden darse como una infección por patógenos mixtos. Mannheimia haemolytica es la bacteria más frecuentemente aislada en los casos clínicos, seguida de cerca por B trehalosi, y P multocida se detecta con menos frecuencia.

Bibersteinia trehalosi a menudo se aísla de los pulmones de las ovejas, las cabras y el ganado vacuno; sin embargo, la patogenicidad es variable y puede ser accidental. Pasteurella multocida también se ha descrito como causa de pasteurelosis neumónica en ovejas y cabras y se ha aislado en brotes de artritis séptica en explotaciones.

Etiología y patogenia de la pasteurelosis de ovejas y cabras

Los microorganismos Pasteurella y Mannheimia son cocobacilos no esporulados de la familia Pasteurellaceae, betahemolíticos, gramnegativos e inmóviles. Esta familia tiende a colonizar las superficies mucosas del tracto GI, respiratorio y genital de los mamíferos. Muchos son conocidos como colonizadores secundarios oportunistas. Algunas especies muestran preferencias por hospedadores y colonizaciones específicas.

La actualización de los datos filogenéticos ha dado lugar a un cambio de denominación basado en el análisis de la secuencia genética. Como resultado, los biotipos A y T de Pasteurella haemolytica se reclasificaron como Mannheimia haemolytica (biotipo A) y Pasteurella trehalosi (biotipo T). Más recientemente, P trehalosi se ha reclasificado como Bibersteinia trehalosi.

Cada aislamiento de M haemolytica y B trehalosi se designa con un biotipo y un serotipo. M haemolytica A2 es la cepa más frecuente aislada de pasteurelosis respiratoria en ovejas y cabras, aunque se han descrito otras como A6, A13 y Ant en ovejas y cabras. Además, M haemolytica A2 se encuentra de forma rutinaria en casos de mastitis en ovejas. Bibersteinia trehalosi T3, T4, T10 y T15 se han asociado con mayor frecuencia con la forma sistémica o septicémica de pasteurelosis de los corderos. Estos serotipos se han reagrupado para B trehalosi del biotipo 2, y se ha añadido un nuevo biotipo 4.

M haemolytica y B trehalosi se distribuyen por todo el mundo, y las enfermedades que causan son frecuentes en ovejas y cabras de todas las edades, aunque la prevalencia de serotipos puede variar según regiones y colectivos. Mannheimia haemolytica, B trehalosi y P multocida son microorganismos comensales habituales de las tonsilas y la nasofaringe de ovejas y cabras sanas. La presencia de múltiples especies de Pasteurella puede servir para mantener las poblaciones bacterianas bajo control, porque parece haber alguna interferencia con el crecimiento cuando están presentes.

Para que estos microorganismos causen infección, una combinación de factores estresantes, como el calor, el hacinamiento, la exposición a las inclemencias del tiempo, la mala ventilación, la manipulación y el transporte, hace que las ovejas y las cabras sean sensibles a las infecciones virales respiratorias. El virus parainfluenza 3, el adenovirus tipo 6, el virus respiratorio sincitial, posiblemente el adenovirus bovino tipo 2, el adenovirus ovino tipo 1 y 5 y el reovirus tipo 1 causan infecciones respiratorias primarias que rara vez son mortales, pero predisponen ovejas y cabras a infecciones secundarias por M haemolytica. Las infecciones respiratorias con Mycoplasma ovipneumoniae y Bordetella parapertussis también se han descrito asociadas con infecciones por M haemolytica. Se cree que la combinación de factores estresantes e infecciones primarias destruye la integridad de la barrera mucosa del tracto respiratorio inferior, lo que permite a M haemolytica colonizar, proliferar e inducir un daño tisular.

La virulencia de M haemolytica y B trehalosi está mediada por la acción de varios factores, como la endotoxina, la leucotoxina y el polisacárido capsular, que confieren a la bacteria ventajas sobre la inmunidad del hospedador. La leucotoxina es particularmente importante en la patogenia, porque es específicamente tóxica para los leucocitos de los rumiantes, lo que da lugar a un depósito de fibrina en los pulmones y en las superficies pleurales. La endotoxina lipopolisacárida contribuye a las reacciones adversas en los pulmones y también da lugar a insuficiencia circulatoria sistémica y shock. El polisacárido capsular previene la fagocitosis de la bacteria y ayuda a adherirse a la superficie epitelial alveolar.

La supervivencia de la fase aguda de la pasteurelosis neumónica depende de la extensión de la afectación pulmonar y de la lesión de las vías respiratorias bajas. Las ovejas y las cabras que se recuperan pueden tener problemas respiratorios crónicos, como la reducción de la capacidad pulmonar y de la eficiencia en la ganancia de peso si ≥20 % del pulmón está dañado. En una revisión, no hubo asociación entre la virulencia y la presencia de hemólisis en placas de cultivo de agar sangre.

Hallazgos clínicos y lesiones de la pasteurelosis de ovejas y cabras

Bibersteinia trehalosi causa principalmente septicemia y pasteurelosis sistémica en ovejas de <2 meses de edad. La forma sistémica de pasteurelosis provocada por B trehalosi se caracteriza por fiebre, apatía, falta de apetito y muerte súbita en ovejas jóvenes. Se piensa que el microorganismo se desplaza de las tonsilas a los pulmones e invade la sangre. Esto da lugar a una septicemia y localización de la infección en uno o más tejidos, como las articulaciones, las ubres, las meninges o los pulmones.

Se ha descrito el aislamiento de Pasteurella multocida a partir de poliartritis en corderos jóvenes.

Mannheimia haemolytica se ha documentado en casos de mastitis, especialmente en ovejas.

Todas estas bacterias pueden causar una neumonía fibrinonecrótica grave en ovejas y cabras. La enfermedad se caracteriza por un inicio agudo, fiebre alta, disnea, anorexia y, a menudo, la muerte.

Las pérdidas por muerte son elevadas en los animales gravemente afectados.

Diagnóstico de la pasteurelosis de ovejas y cabras

  • Evaluación clínica, antecedentes y signos clínicos.

  • Lavado transtraqueal o lavado broncoalveolar.

  • Necropsia macroscópica

El diagnóstico de la pasteurelosis en ovejas y cabras se basa en la evaluación clínica, e incluye los antecedentes de factores estresantes o de una lesión respiratoria vírica previa, y los signos clínicos de bronconeumonía aguda y endotoxemia (p. ej., disnea, fiebre, depresión, anorexia, tos, secreción oronasal y aumento o sonidos pulmonares anormales). Se puede apreciar neumonía junto con un aumento de las observaciones de septicemia, poliartritis, meningitis y mastitis en la explotación.

La diferenciación de la pasteurelosis de otras causas de enfermedad respiratoria se basa en la elevada mortalidad y la rápida progresión hacia la muerte.

La auscultación pulmonar está poco correlacionada con la distribución de las lesiones pulmonares; la ecografía torácica se puede utilizar para identificar pleuritis y lesiones parenquimatosas superficiales.

El leucograma sanguíneo, la concentración de fibrinógeno y las concentraciones de proteína de fase aguda pueden indicar una respuesta inflamatoria inespecífica.

Las muestras pulmonares pueden recogerse ante mortem mediante lavado transtraqueal o lavado broncoalveolar o en la necropsia; hay una mejor correlación con la prueba de PCR de tejido pulmonar que con el cultivo microbiano para identificar la presencia de P multocida, M haemolytica o B trehalosi. La confirmación de P multocida, M haemolytica o B trehalosi en muestras de lavado transtraqueal ante mortem o lavado broncoalveolar o lesiones pulmonares post mortem proporciona un diagnóstico definitivo.

Los hallazgos macroscópicos de la necropsia son compatibles con bronconeumonía, incluyendo neumonitis, lesiones fibrinopurulentas focales, necrosis coagulativa y pleuritis fibrinosa. El diagnóstico de las formas neumónica y septicémica de la pasteurelosis se basa en la necropsia, los hallazgos macroscópicos e histopatológicos, y el aislamiento de los microorganismos de una variedad de tejidos. Las lesiones incluyen hemorragia subcutánea, necrosis del epitelio de la lengua, de la faringe, del esófago u ocasionalmente del abomaso e intestino, agrandamiento de las tonsilas y de los nódulos linfáticos retrofaríngeos, y lesiones hiperagudas multifocales necrotizantes y embólicas en los pulmones y el hígado.

Tratamiento general de la pasteurelosis en ovejas y cabras

  • Tratamiento antimicrobiano

  • Tratamientos antiinflamatorios auxiliares.

  • Metafilaxia de poblaciones de alto riesgo.

Es necesario identificar precozmente la enfermedad respiratoria e incorporar un tratamiento antibiótico eficaz. El tratamiento antimicrobiano suele consistir en tetraciclinas de acción prolongada, antimicrobianos betalactámicos de amplio espectro, macrólidos o florfenicol. El cultivo bacteriológico y las pruebas de sensibilidad antimicrobiana de los aislados clínicos pueden estar indicados para dirigir el tratamiento antimicrobiano. Los patrones de sensibilidad antimicrobiana de M haemolytica, B trehalosi y P multocida han mostrado resistencia a las penicilinas (los tres microorganismos), la sulfadimetoxina (P multocida) y las tetraciclinas (B trehalosi y ocasionalmente M haemolytica), aunque la resistencia a las tetraciclinas es menos prevalente en la enfermedad de los pequeños rumiantes que en el ganado vacuno. Se espera que la ampicilina, el ceftiofur, el danofloxacino, el florfenicol, la trimetoprima-sulfametoxazol, la tilmicosina (en ovejas) y la tulatromicina sean eficaces. Aunque el enrofloxacino probablemente sea eficaz, en EE. UU. no está registrado para su uso en pequeños rumiantes, y las fluoroquinolonas están expresamente prohibidas para su uso fuera de registro.

El tratamiento no suele ser beneficioso a menos que se inicie pronto en el proceso de la enfermedad debido a la rápida progresión del daño pulmonar y la liberación de endotoxinas.

Los fluidos parenterales y los agentes antiinflamatorios son potenciales coadyuvantes del tratamiento antimicrobiano. Los tratamientos antiinflamatorios auxiliares (p. ej., flunixino o dexametasona) se usan a menudo, pero no están bien respaldados por la literatura. Aunque los AINE específicamente son apropiados frente a la endotoxemia, no hay consenso sobre la eficacia para mejorar los resultados clínicos en la pasteurelosis de pequeños rumiantes y hay poca evidencia positiva cuando se usan para la enfermedad respiratoria bovina. Los corticoesteroides no están indicados en la pasteurelosis de pequeños rumiantes. Aunque la pasteurelosis septicémica tiene una sensibilidad antimicrobiana favorable, la respuesta al tratamiento suele ser decepcionante.

La administración profiláctica de antimicrobianos a corderos en riesgo puede ser beneficiosa.

Prevención de la pasteurelosis en ovejas y cabras

La prevención de la pasteurelosis sería deseable dados los costes económicos del tratamiento, las pérdidas y la reducción de las ganancias de peso en los supervivientes. Evitar o reducir los factores estresantes conocidos como el calor, el hacinamiento, la exposición a las inclemencias del tiempo, la mala ventilación, la manipulación, los problemas nutricionales, el transporte y la mezcla es una consideración primaria para la prevención de la enfermedad. La inclusión de un tratamiento antimicrobiano metafiláctico, principalmente con tetraciclina, durante los meses del año con mayor incidencia de pasteurelosis, es una práctica de manejo frecuente.

Se esperaría que un programa de vacunación para prevenir la infección por virus respiratorios disminuyera la incidencia de la pasteurelosis respiratoria al evitar el ataque inicial que permite la colonización.

No existen vacunas comerciales frente a los microorganismos de la pasteurelosis en EE. UU.; los productores pueden obtener bacterinas autógenas para sus explotaciones, pero la evidencia de que son eficaces es anecdótica. Las vacunas comerciales están disponibles para el ganado vacuno, pero desafortunadamente son específicas para M haemolytica A1, y hay poca o ninguna protección cruzada contra M haemolytica A2 de forma experimental. En el Reino Unido se dispone de vacunas comerciales frente a M haemolytica A2 y se ha descrito que son beneficiosas para reducir las pérdidas por muerte y las ganancias de peso tanto de la forma septicémica como neumónica de la pasteurelosis. Una vacuna recombinante intranasal ha protegido a los corderos expuestos a P multocida; sin embargo, esta vacuna no está disponible comercialmente.

Puntos clave

  • La pasteurelosis suele causar bronconeumonía bacteriana en pequeños rumiantes secundaria a neumonía vírica u otra lesión respiratoria, potencialmente junto con un aumento de las observaciones de otros procesos patológicos sistémicos.

  • Pasteurella multocida, Mannheimia haemolytica y Bibersteinia trehalosi son los patógenos primarios y pueden darse como una infección por patógenos mixtos.

  • El tratamiento se basa en la intervención rápida con antimicrobianos apropiados.

  • La prevención incluye prácticas de manejo para disminuir los factores estresantes y tratamiento profiláctico cuando sea apropiado. No hay vacunas disponibles comercialmente para la pasteurelosis de pequeños rumiantes en EE. UU.