La tuberculosis debida a Mycobacterium bovis o Mycobacterium caprae es un problema importante en la mayoría de las especies de cérvidos de granja y silvestres, como el ciervo, el gamo, el corzo, el ciervo de cola blanca y el ciervo sica, así como el ciervo rojo/alce/uapití. El ciervo parece ser inusualmente sensible a la infección por M bovis. Las infecciones por Mycobacterium avium pueden producir lesiones similares. La infección por Mycobacterium tuberculosis es rara.
Las lesiones tuberculosas pueden estar limitadas a nódulos linfáticos aislados, por lo general en la cabeza, o pueden estar generalizadas en ganglios linfáticos y órganos. La formación de abscesos en cérvidos deberá siempre alertar sobre la presencia de tuberculosis. Se puede establecer un diagnóstico presuntivo sobre la base del ensayo de la tuberculina intradérmica, la prueba de interferón gamma, las pruebas serológicas o una combinación de estos métodos. Debe confirmarse la infección con la detección directa del microorganismo.