Las cobayas son bastante sensibles a la infección por Mycobacterium tuberculosis o Mycobacterium bovis. Se han utilizado ampliamente como modelo de investigación para la tuberculosis humana. Las lesiones se observan más a menudo en el parénquima del pulmón y los nódulos linfáticos asociados. Además, las cobayas son sensibles a ciertas especies del complejo Mycobacterium avium y presentan lesiones en los nódulos linfáticos asociados al tracto GI.
Las pruebas cutáneas de la tuberculina se pueden realizar mediante la inyección de un derivado proteico purificado de M bovis y de M avium (dilución 1:100 que contiene 5000 unidades de tuberculina) en lugares separados de la piel del abdomen. El lugar de inyección preferido es 2 cm caudal al cartílago xifoides y 2 cm lateral a cada lado de la línea alba. Los lugares de inyección deben observarse a las 24 y 48 h para detectar induración e hinchazón. La presencia de eritema en el lugar de la inyección tiene poca o ninguna importancia.
