La dopamina, un neurotransmisor adrenérgico con receptores específicos en la vasculatura renal, se usa con frecuencia para tratar la reducción del flujo sanguíneo renal que puede contribuir a la insuficiencia renal aguda. También incrementa la filtración glomerular y la excreción de sodio. La dopamina tiene una semivida muy corta y se administra a un ritmo de infusión continua de 2-5 mcg/kg/min. Las dosis más altas causan taquicardia, arritmias cardiacas y vasoconstricción periférica. Los animales que con la dopamina sola no producen orina pueden responder a una combinación de dopamina y furosemida. La dopamina se administra como se ha indicado anteriormente, y la furosemida se administra en dosis de 1 mg/kg/h, en bolo IV. Si no se produce mejoría en 6 h, es poco probable que remonte, y debe interrumpirse la infusión. Puede requerirse diálisis (hemodiálisis o diálisis peritoneal) para mantener a estos animales.