Cuando se haya realizado un diagnóstico y se considere necesario el tratamiento médico, deberán elegirse fármacos seguros y eficaces que actúen de una forma adecuada. Se debe individualizar un régimen de dosificación para cada paciente. Además de la vía, que a menudo se basa en la disponibilidad o conveniencia del fármaco, se deben considerar varios factores al diseñar un régimen posológico. Estos incluyen consideraciones sobre el hospedador que pueden alterar la respuesta o la disposición de los fármacos. El ajuste de la vía, la dosis o el intervalo puede estar indicado en función de los factores del hospedador y del fármaco. En el caso de los fármacos antimicrobianos, también deben considerarse los factores microbianos, incluidas las resistencias. Finalmente, en particular para los animales destinados al consumo, se deben considerar la salud pública, las implicaciones ambientales y las restricciones regulatorias.