Los caballos estabulados están expuestos a numerosos microorganismos respiratorios y GI, como virus, bacterias, esporas de mohos, ácaros del polvo y parásitos. El entorno del establo afecta a la transmisión de enfermedades en términos de calidad del aire y ventilación, densidad de población y limpieza general. Las cuadras deben estar construidas para optimizar la ventilación y la iluminación, reducir la exposición al polvo y mohos, regular la temperatura, facilitar la limpieza y desinfección, garantizar una cama adecuada y proporcionar un amplio espacio para cada caballo. Las ventanas y los tragaluces proporcionan luz y ventilación naturales. La luz solar es un potente asesino de muchas bacterias y virus; también promueve el desprendimiento del pelaje y los ciclos estrales regulares.
Ocho renovaciones de aire por hora se considera una ventilación adecuada para climas templados y con humedad media. Pueden utilizarse ventiladores de techo o pared para aumentar la circulación de aire en días calurosos y húmedos. Las puertas del box que se abren por la parte de arriba o que están fabricadas con un pantalla de tela metálica proporcionan una mejor ventilación. Los establos deben tener suelos antideslizantes y paredes o divisiones que eviten el contacto directo entre caballos de establos contiguos. Las dimensiones sugeridas para un establo de caballos adultos y para yeguas con potro son 3,6 × 3,6 m y 5 × 5 m, respectivamente. Las entradas deben tener al menos 2,4 m de altura × 1,2 m de anchura.
Elsíndrome de asma equina (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y la enfermedad inflamatoria no infecciosa de las vías respiratorias están asociadas con la hipersensibilidad de las vías respiratorias a los alérgenos e irritantes ambientales y la exposición al polvo orgánico. Los alérgenos más comúnmente involucrados son las esporas de hongos y el polen; sin embargo, el polvo de los establos también es rico en polvo de virutas, aserrín, estiércol, heno, pelo y caspa de animales, sílice de la suciedad de los espacios cerrados y endotoxinas. La cantidad de contaminantes del aire aumenta con el polvo del establo, la cama y el forraje. Las técnicas de manejo que ayudan a prevenir esta afección incluyen:
Sustitución de las virutas de madera, turba o papel triturado por camas de paja con polvo.
Evitar concentrados polvorientos.
Utilizar contenedores de alimento poco profundos en lugar de profundos.
Remojar el heno antes de suministrarlo a nivel del suelo.
No almacenar material de cama y alimento encima de los establos.
Ubicar las zonas de equitación y el polvo que generan alejadas de los establos.
El alimento debe guardarse en contenedores secos para reducir la contaminación por mohos y por excrementos de animales. La alimentación con heno y ensilado mohosos se ha asociado con casos de botulismo equino. Los excrementos de zarigüeya pueden transmitir infecciones por esporocistos de Sarcocystis neurona, el agente causante de la mieloencefalitis protozoaria equina. La contaminación del alimento por orina de roedores o ciervos se ha asociado con la difusión de ciertas cepas deLeptospira.
Una desinfección regular de los establos, del alimento y de los cubos de agua ayuda a reducir la persistencia de agentes infecciosos en el entorno. Los desechos orgánicos inactivan la mayoría de los desinfectantes químicos; por lo tanto, la desinfección debe comenzar con la limpieza física (es decir, lavar con manguera, restregar) todas las superficies, seguida de una desinfección química. Los fenoles, el amonio cuaternario y el cloro son los desinfectantes más generalizados.
Para una posterior reducción de la diseminación de las infecciones, las cuadras deben tener paredes o divisiones para evitar el contacto directo entre caballos de establos contiguos. Las yeguas preñadas, con potro, y los animales recién destetados deben mantenerse separados de los potros de un año y de los caballos adultos. Lo idóneo sería asilar a los recién llegados de la población equina residente durante 30 días para disminuir la introducción de enfermedades respiratorias infecciosas, como el virus de la influenza equina, los herpesvirus equinos 1 y 4, y Streptococcus equi.
Los geles desinfectantes para manos a base de alcohol son muy eficaces contra la mayoría de los virus y bacterias infecciosos respiratorios. Los dispensadores de gel desinfectante para manos montados en la pared se pueden colocar estratégicamente en los establos y en las guarnicionerías para mejorar la higiene de las manos y reducir la transferencia de enfermedades infecciosas.