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Examen de aptitud reproductiva de toros

PorSylvia J. Bedford-Guaus, DVM, PhD, DACT
Revisado/Modificado nov 2023

    La aptitud reproductiva de los toros lecheros se evalúa en centros especializados de congelación de semen, ya que la mayoría de la cría lechera moderna se realiza exclusivamente mediante inseminación artificial en lugar de monta natural. Sin embargo, la mayoría de las explotaciones de carne dependen de la monta natural para la mayor parte de las crías en su explotación. En los toros, la evaluación de la libido a menudo no es posible durante un examen de aptitud reproductiva (EAR) rutinario. Lo ideal sería observar al toro montando a las vacas para permitir una evaluación de su deseo de montar, su facilidad para la monta, su habilidad para completar la erección y estirar el pene y la presencia de desviación peniana u otras anomalías que pueden impedir un servicio con éxito. Se han ideado pruebas de libido y de capacidad de monta (contando el número de montas logradas durante un tiempo prefijado por un toro que está en un establo con una vaca apartada); sin embargo, consumen mucho tiempo y son difíciles de estandarizar bajo condiciones de campo. Además, los resultados son difíciles de interpretar a la luz de la variedad de condiciones de explotación existentes, por ejemplo, un toro frente a varios toros o pequeñas parcelas frente a grandes campos. Desafortunadamente, muchos toros son declarados reproductores satisfactorios antes de que sea evidente que tienen una libido o una capacidad de monta subóptimas.

    Se han desarrollado formularios de EAR y deben utilizarse para asegurar la finalización sistemática de EAR y una notificación precisa de los resultados. El toro se debe inmovilizar en una manga para realizar el examen. Debe puntuarse la condición corporal y realizarse una exploración física general con especial atención a las pezuñas, patas, ojos y prepucio. Los anillos inguinales y los genitales internos deben palparse por recto para detectar cualquier anomalía, por ejemplo, vesiculitis seminal. El escroto debe palparse para evaluar los testículos, epidídimos, cordón espermático y piel escrotal. Los testículos deben ser de tamaño simétrico, lisos, elásticos y moverse libremente dentro del escroto. La criptorquidia se considera un carácter heredable no deseado y da lugar a toros no aptos para la reproducción incluso si la calidad de semen es aceptable. En los rumiantes, los epidídimos se disponen caudomedialmente a lo largo de los testículos con una orientación dorsoventral, con la cola más ventral. El epidídimo no debe presentar masas que sean palpables.

    La medición de la circunferencia escrotal (CE) se considera un predictor fiable del peso de los testículos apareados, que a su vez proporciona una estimación precisa de la producción y la calidad espermática diaria. La circunferencia escrotal debe medirse forzando los testículos en la parte inferior del escroto y aplicando una cinta métrica flexible alrededor de la circunferencia más grande. El tamaño depende mucho de la edad y raza del toro. Como regla general, la CE debe ser ≥30 cm en toros de <15 meses, de 31 cm en toros de 16-18 meses, de 32 cm en toros de 19-21 meses, de 33 cm en toros 22-23 meses y de 34 cm en toros de ≥2 años. Sin embargo, se deben consultar las últimas medidas de CE promedio específicas de la raza.

    La termografía y la ecografía son técnicas adicionales que se utilizan para evaluar el contenido escrotal aunque no se usan de forma rutinaria. Los testículos de los toros deben estar 2-6 °C más fríos que la temperatura corporal central para que se dé una producción óptima de esperma, y los incrementos en la temperatura escrotal afectan negativamente a la calidad del semen. La termografía infrarroja se puede utilizar para evaluar la temperatura escrotal, que debe producir una simetría de izquierda a derecha con un gradiente de temperatura de 6 a 4 °C de arriba abajo. Los termogramas anormales casi siempre se asocian con una mala calidad del esperma y se han correlacionado con una disminución de las tasas de gestación. En contraste, la evaluación de los testículos por ecografía no parece mejorar el valor predictivo de las técnicas de evaluación estándar (exploración física, palpación, medición de la CE, evaluación de los espermatozoides). Por tanto, el valor de la ecografía como herramienta en el EAR en los toros se basa en la valoración y caracterización de las lesiones detectables macroscópicamente de los testículos.

    Con el objetivo de hacer un EAR de rutina, el semen se recoge en la mayoría de los toros por electroeyaculación, aunque el semen puede recogerse con una vagina artificial (VA) en los toros entrenados para usar una (p. ej., aquellos en centros de congelación de semen). El pene se suele extender durante la electroeyaculación y debe examinarse en ese momento en busca de cualquier anomalía. Si no ocurriera así, debe exteriorizarse con cuidado para examinarlo agarrando el glande con una gasa de algodón y, si es necesario, presionando sobre la curva sigmoidal inmediatamente caudal al escroto. Pueden tomarse muestras del lavado prepucial para el aislamiento y cultivo de Campylobacter fetus venerealis (usando medio de Clark) o Trichomonas foetus (usando medio de Diamond o con un kit de diagnóstico de medios disponible comercialmente). Estas pruebas son de particular importancia cuando se investiga la subfertilidad en toros ≥4 años.

    El electroeyaculador consiste en una sonda rectal que está equipada con una serie de bandas lineales de electrodos conectados a una fuente de corriente y voltaje variables. El toro se inmoviliza en una manga, el recto se vacía y toda la sonda lubricada se inserta por el recto con los electrodos dirigidos ventralmente. Un reóstato manual permite administrar impulsos intermitentes a medida que se aumenta gradualmente el voltaje. La reacción varía considerablemente; sin embargo, es común aplicar impulsos de 2-4 segundos de duración repetidos a intervalos de 5-7 segundos. Después de un número variable de estos estímulos puede producirse la erección y protrusión del pene, seguidas de la salida de líquido seminal, o el toro puede eyacular en la funda sin exteriorizar el pene. El semen puede recogerse por cualquier método conveniente; por lo general se utiliza un cono de VA de goma insertado dentro de un cilindro de plástico unido a un mango de 45 cm, con un tubo de ensayo unido al cono.

    La respuesta a la electroeyaculación varía de un toro a otro. En algunos toros, la eyaculación se produce solo después de aplicar una serie final de impulsos separados por intervalos de 1-2 segundos. Los toros más viejos suelen necesitar un voltaje más alto para eyacular. En algunos toros grandes, la sonda puede no alcanzar las áreas correctas para la estimulación; se recomienda tener dos o más tamaños de sonda si se va a realizar el EAR en toros de varios tamaños. El semen recogido por electroeyaculación no es representativo de un eyaculado completo en cuanto a volumen y concentración, por lo que el potencial de producción de esperma del toro se basa en cambio en la evaluación de la CE. Sin embargo, la calidad de los espermatozoides (motilidad y morfología) en una muestra electroeyaculada es equivalente a la de una eyaculación natural.

    Si se va a usar una VA, se persuade a los toros a montar a un animal estimulador (p. ej., un buey inmovilizado, una vaca o un maniquí), y el pene erecto se dirige a la VA por el recolector cuando el toro monta. Al preparar la VA, la temperatura, un factor crucial para estimular la eyaculación en el toro, se mantiene a 40,5-42 °C. En el caso de toros no entrenados, la recogida puede facilitarse aumentando la temperatura hasta 48 °C. La VA debe lubricarse con vaselina no espermicida. El volumen típico de un eyaculado es de 4-8 mL, y la concentración de 1-1,5 billones de espermatozoides por mL.

    Se puede recoger una muestra de semen de algunos toros por masaje transrectal de las glándulas sexuales accesorias. Con esta técnica, la erección raras veces se produce. Después de evacuar el recto completamente, se hace el masaje de las glándulas vesiculares con un movimiento hacia atrás hasta que unos pocos mililitros de líquido salgan de la vaina. A continuación se hace el masaje de las ampollas, y un asistente recoge el semen como en la electroeyaculación. Este método no siempre tiene éxito y la calidad del semen suele ser inferior a la del semen obtenido por los otros dos métodos.

    La concentración de esperma, el volumen de eyaculado y el número total de espermatozoides en el eyaculado se evalúan solo en si la muestra se ha recogido con VA. La muestra de semen debe evaluarse inmediatamente para verificar la motilidad espermática. Los materiales que contactan con el esperma han de estar a la misma temperatura que este (para evitar el shock por la temperatura), y deberían estar limpios y secos y no ser tóxicos. La evaluación de la motilidad es mejor cuando la temperatura del semen se mantiene a ~37 °C durante escaso periodo de tiempo que va desde la recogida hasta antes de su evaluación o cuando el semen se calienta lentamente a 37 °C antes del examen. Tanto la motilidad total (movimiento de masas o "patrón de movimientos circulares") en el semen como la motilidad individual de los espermatozoides se deben evaluar; la motilidad individual es una valoración más precisa y se usa para la clasificación del toro.

    La motilidad en masa es una función de la concentración espermática y de la motilidad espermática individual, y se evalúa en una gota no diluida de semen colocándola en un porta sin cubre y examinándola a pocos aumentos (~×100). La intensidad del movimiento ondular puede clasificarse en cuatro categorías: muy buena (remolino intenso, ondas oscuras y claras rápidas); buena (remolino más lento, ondas no tan intensas); aceptable (movimientos lentos con menor número de ondas); o escasa (muy poca o ninguna actividad de remolino). La motilidad individual se evalúa en una muestra diluida con suero salino caliente o un diluyente para semen. Una gota de esperma diluido se coloca en un porta, cubierto con un cubre y se examina a ×200-400. La proporción de espermatozoides que se mueven progresivamente cruzando el campo de visión se calcula encontrando varios grupos de ~10 espermatozoides y estimando cuántos son progresivos frente a cuántos no lo son.

    Los contextos en los que se realizan los EAR son variables, y hay una probabilidad muy alta de que los espermatozoides sufran un shock de temperatura antes de que puedan evaluarse. Por consiguiente, >30 % de motilidad individual progresiva, o una motilidad total adecuada, se considera un umbral para un posible semental aceptable. Si la exploración se realiza en condiciones óptimas, algunas asociaciones (p. ej., la Canadian Bovine Practitioners Association) recomiendan un mínimo del 60 % de motilidad para que un toro pueda clasificarse como un semental con potencial satisfactorio.

    Las estimaciones visuales de la motilidad de los espermatozoides se consideran apropiadas para la clasificación de los toros en los EAR de campo. Sin embargo, en los centros comerciales de inseminación artificial, la evaluación del movimiento de los espermatozoides se realiza utilizando un análisis de esperma asistido por computadora (CASA), que proporciona valores más objetivos, así como medidas específicas, no solo del porcentaje de espermatozoides móviles, sino también de las velocidades y el recorrido seguido por cada espermatozoide. Por ejemplo, la combinación de medidas como la frecuencia cruzada del latido, la linealidad, la velocidad media de la trayectoria, la rectitud y la velocidad curvilínea se han correlacionado con la fertilidad del toro. Además, algunos de los parámetros de movimiento evaluados por CASA, como la velocidad curvilínea, la rectitud y la linealidad, se correlacionan con la función del esperma, como la adquisición de motilidad hiperactivada.

    Mientras se evalúa la motilidad debe buscarse la presencia de otras células además de espermatozoides. En algunas muestras se observan eritrocitos y leucocitos y un exceso de células epiteliales redondas, así como formas de espermatozoides en desarrollo, lo que puede indicar una anomalía en el aparato genital. Una evaluación cuidadosa del aparato reproductor, especialmente los genitales internos, puede indicar la fuente de eritrocitos. La causa más común es la vesiculitis seminal. Las células epiteliales redondas y los espermatozoides inmaduros con gotas citoplasmáticas proximales pueden indicar inmadurez o, de forma alternativa, degeneración testicular. Para una mejor evaluación de los tipos de células presentes en el semen, se recomienda teñir un frotis de semen fresco secado al aire con tinción de Romanowsky. Esta técnica sencilla puede proporcionar información fundamental, en particular cuando hay células distintas de los espermatozoides maduros en la muestra.

    Una muestra del semen debe fijarse con una solución tamponada de formaldehído al 10 % para evaluar la morfología de los espermatozoides. Esto se realiza mejor examinando un frotis en fresco (bajo un cubreobjetos) con los espermatozoides fijados y sin teñir, bajo gran aumento (×1000) con un microscopio de contraste de fase. Como alternativa, los espermatozoides se pueden diluir y teñir finamente con tinción de eosina-negrosina para su visualización cuando se usa un microscopio de campo brillante convencional. Deben contarse al menos 100 espermatozoides y anotarse la proporción de ellos que muestra diferentes tipos de anomalías. Sin embargo, la única cifra usada en la evaluación del toro es la proporción de espermatozoides normales, la cual debe ser de >70 %.

    La integridad del plasma espermático, que es necesaria para la función de los espermatozoides, puede evaluarse con el uso de una tinción vital como la eosina. La eosina penetra en las células que tiene con la membrana espermática rota, apareciendo teñidas de color rosa cuando se evalúan al microscopio óptico, en contraste con las células vivas, que no se tiñen. La eosina a menudo se combina con nigrosina, que proporciona un fondo oscuro que permite una mejor observación de los espermatozoides vivos/muertos.

    Otras medidas más sofisticadas de la función de los espermatozoides no se usan rutinariamente en el EAR del ganado vacuno, aunque pueden volverse más comunes en los centros de referencia e inseminación artificial. Estas pruebas pueden incluir combinaciones de sondas fluorescentes y citometría de flujo para evaluar la integridad de la membrana, la función mitocondrial o la integridad de la cromatina del esperma, y ensayos funcionales como la capacidad de los espermatozoides para someterse a capacitación in vitro, unión a zonas o fertilización in vitro homóloga (consúltese también Pruebas complementarias del semen).

    Los toros se clasifican como "reproductores potencialmente satisfactorios" si no tienen anomalías físicas que les impidan reproducirse y si reúnen las calificaciones mínimas en referencia a la CE, la motilidad espermática y la morfología seminal. Los toros que no reúnen estos criterios se clasifican como "reproductores potencialmente insatisfactorios" o, si los resultados son marginales o cuestionables, se consideran "pospuestos para clasificación" y se recomienda repetir las pruebas.