Para garantizar una adecuada transferencia pasiva de anticuerpos, todos los terneros deben recibir al menos 3 L de calostro de alta calidad (concentración de IgG >50 mg/mL) durante las 6 horas posteriores al nacimiento. Se debe suministrar una segunda toma entre 8 y 12 horas después del nacimiento. Un abordaje alternativo es proporcionar 4,2 L de calostro durante las 6 horas posteriores al nacimiento. La alimentación con calostro debe continuar hasta que los terneros tengan 3 días de edad; sin embargo, la alimentación inicial con calostro es crucial para la transferencia pasiva de la inmunidad.
Sistema tradicional de alimentación para terneras lecheras de reposición
Después de la alimentación con calostro, la estrategia nutricional tradicional para criar terneras lecheras de reposición ha sido minimizar la inversión financiera para lograr un crecimiento exitoso de la ternera hasta el destete, porque este periodo de alimentación es el periodo más costoso en la crianza de la ternera de reposición. El enfoque se basa en la alimentación con una cantidad limitada de alimento líquido para estimular la ingesta de alimento sólido, lo que estimula el desarrollo temprano del rumen, permitiendo así que el ternero se destete a una edad relativamente joven (por lo general 4-8 semanas). Aunque las velocidades de crecimiento son menores que las máximas posibles, los gastos de alimentación son mínimos. Además, el riesgo de enfermedad entérica después del destete es menor que durante el periodo de alimentación líquida, lo que hace que el destete precoz sea beneficioso en el tratamiento de la enfermedad entérica.
En este sistema de alimentación, la ganancia media diaria prevista para los terneros de razas lecheras grandes está entre 400 y 600 g/día durante las primeras 3-4 semanas de vida. Para lograr esta tasa de ganancia, es necesaria una ingesta esperada de materia seca de 600-750 g/día, de los cuales aproximadamente 450 g provienen de alimentos líquidos. Esto equivale a poco más de 4 L de leche o sustituto lácteo reconstituido/día para terneros que pesan 40-50 kg al nacer. Por lo general, esta cantidad se divide entre 2 tomas/día. La capacidad de administrar menos comidas por día se atribuye a la presencia de renina abomasal que induce la coagulación de la caseína en la leche y la liberación lenta del material digerido al intestino delgado. La contribución restante a la ingesta de materia seca proviene de un iniciador de alta calidad, que es una mezcla concentrada especialmente preparada para terneros jóvenes. A medida que las terneras crecen, la cantidad de alimento líquido consumido por día permanece constante, y los incrementos en la velocidad de crecimiento se deben al aumento del consumo del iniciador de terneros.
Los alimentos líquidos para terneras predestetadas incluyen leche, leche de desecho, exceso de calostro y sustitutivos lácteos. La leche y el exceso de calostro pueden ser alimentos de alta calidad para las terneras lactantes; sin embargo, deben tomarse precauciones de bioseguridad adecuadas, como la pasteurización y la detección de vacas con enfermedades infecciosas crónicas como la leucosis bovina y la enfermedad de Johne (paratuberculosis).
Una amplia gama de sustitutos lácteos comerciales están diseñados para imitar la leche bovina y, por tanto, contienen fuentes de proteína, grasa y carbohidratos. Las concentraciones de proteína en los sustitutivos varían desde el 18 % hasta el 30 % sobre materia seca, pero suelen ser del 20-25 %.
La fuente de proteína puede afectar sustancialmente a la calidad del sustituto. Las fuentes de proteína preferidas en los sustitutos de la leche, especialmente para terneros <3 semanas de edad, son los derivados de fuentes de proteína láctea. Estas fuentes incluyen el aislado de proteína de suero, el suero deslactosado, la leche desnatada en polvo y la caseína, aunque la calidad puede verse afectada por los métodos de procesado. Otras proteínas animales, como las proteínas plasmáticas, también pueden ser de buena calidad. Las fuentes de proteína vegetal varían en su aceptabilidad, particularmente para terneros <3 semanas de edad: las proteínas vegetales procesadas adecuadamente pueden ser aceptables; sin embargo, suelen ser menos deseables que las proteínas animales. Las proteínas vegetales aceptables para su uso en sustitutivos lácteos incluyen el aislado de proteína de soja y el concentrado de proteína de soja; estas proteínas pueden procesarse para reducir la antigenicidad y eliminar los factores antinutricionales como el inhibidor de tripsina. El grado de procesado varía según el fabricante y no todos los sustitutivos lácteos que contienen estas fuentes de proteína son de la misma calidad. La harina de soja sin procesar y la harina de trigo son fuentes de proteína inaceptables para los sustitutos lácteos.
Las concentraciones de grasa en los sustitutos lácteos suelen ser del 10-30 %; la mayoría son del 15-20 %. Las fuentes de grasa suelen incluir aceite de coco y, en grandes cantidades, sebo, grasa blanca selecta o manteca de cerdo. La lecitina, los monoglicéridos o una combinación se suelen añadir como agentes emulsionantes. La concentración de grasa influye sustancialmente en la concentración de energía del sustitutivo lácteo. En los climas fríos en los que un alto consumo de energía es crucial para las terneras jóvenes, la concentración de grasa debe ser ≥15 %. El inconveniente de concentraciones más altas de grasa es que el consumo del iniciador se reduce a medida que aumentan las concentraciones de grasa en el sustitutivo lácteo.
Los alimentos sólidos deben introducirse pronto (a los 3 días de edad) en el programa tradicional de alimentación de terneros. La alimentación de iniciación para terneros estimula el desarrollo del rumen a través de la producción de ácidos grasos volátiles generados por la fermentación microbiana. El butirato se considera el inductor más importante del desarrollo de las papilas ruminales, y algunos sustitutos lácteos incluyen el butirato sódico como estimulante del desarrollo ruminal.
Los terneros neonatos tienen un reticulorrumen subdesarrollado y no funcional. El desarrollo rápido del rumen es crucial para un destete precoz exitoso con efectos adversos mínimos sobre la salud o el crecimiento del ternero. Los iniciadores de alta calidad para terneras están compuestos de carbohidratos moderadamente fermentables en una mezcla que es de textura gruesa, contiene pocas partículas finas o en polvo y tiene una concentración de fibra relativamente alta (~12-15 % de FND). Las investigaciones recientes sugieren la inclusión de un mínimo de un 5 % de fibra bruta (paja picada) para mantener la salud de las papilas ruminales.
La cantidad y la forma del almidón son preocupantes en relación con la inducción de la acidosis ruminal; sin embargo, no se han establecido cantidades definidas. La concentración de proteína bruta debe ser de ~18-20 % sobre la base de materia seca, aunque algunos productos pueden contener hasta un 26 % de proteína bruta. Los iniciadores para terneros con más del 20 % de proteína bruta se usan a menudo en programas de alimentación acelerada para garantizar suficiente proteína en apoyo del crecimiento magro.
Históricamente, se ha alimentado con heno a los terneros predestetados o se les ha ofrecido. Aparte de proporcionar potencialmente la fibra física para minimizar la hiperqueratinización de las papilas, el heno no inducirá el desarrollo de las papilas en la preparación del rumen para la transición del destete a la alimentación sólida.
Un factor crítico para estimular el consumo del iniciador es la disponibilidad de agua. Los terneros deben siempre tener acceso a agua fresca. El consumo de agua muestra una gran variabilidad individual, pero puede ser >4 L/día además de la leche o el sustitutivo lácteo. El agua en la leche o en los sustitutos lácteos no es suficiente para satisfacer las necesidades de agua del ternero, especialmente en tiempo caluroso, ni para estimular la ingesta de alimentos sólidos.
Alimentación de terneros lecheros en tiempo de frío
En comparación con el ganado de más edad, los terneros tienen una mayor superficie por unidad de peso corporal, lo que da lugar a un límite inferior a su zona termoneutra. Los terneros entre el nacimiento y las 3 semanas de edad tienen un límite inferior de zona termoneutra de 20 °C, y los terneros >3 semanas de edad tienen un límite inferior de zona termoneutra de 10 °C. Las necesidades de energía de mantenimiento aumentan a medida que las temperaturas caen por debajo de estos valores. Para compensar estas mayores necesidades de energía, deben suministrarse sustitutivos lácteos con concentraciones de grasa ≥15 % en tiempo frío. Además, la cantidad de polvo seco debe aumentarse en 50 g/día por cada descenso incremental de 5 °C por debajo de la zona termoneutra.
Por ejemplo, si terneras menores de 3 semanas de edad están recibiendo sustitutivo lácteo en polvo a razón de 450 g/día a ≥20 °C, la cantidad debe aumentarse a 650 g/día a 0 °C y a 900 g/día a –25 °C. El polvo seco debe reconstituirse con la cantidad prescrita de agua y proporcionar un mayor volumen de alimento líquido. Es preferible aumentar la frecuencia de alimentación a tres veces al día que administrar grandes volúmenes dos veces al día. Además, los terneros deben tener buenas camas (las patas están completamente cubiertas por la cama cuando se tumban) y estar protegidos de las corrientes de aire. Además de la leche o de los sustitutivos lácteos, el agua fresca debe estar disponible al menos dos veces al día. Depender de una mayor ingesta de iniciadores no es razonable para adaptarse al estrés por tiempo frío.
Alimentación de terneros lecheros con enfermedad entérica
La diarrea es una afección médica en las terneras jóvenes y con frecuencia provoca una deshidratación potencialmente mortal. Las causas subyacentes de la diarrea incluyen agentes infecciosos como bacterias, virus y parásitos, así como factores nutricionales. Las soluciones electrolíticas administradas oralmente pueden ser beneficiosas para mantener la hidratación y tratar con éxito a las terneras con diarrea. Las soluciones de electrolitos pueden administrarse por vía oral o parenteral, según la gravedad, para ayudar a controlar y corregir la deshidratación. A menudo, la alimentación con leche o sustitutos lácteos se retira durante este tratamiento; sin embargo, las soluciones electrolíticas no proporcionan suficientes nutrientes para mantener al ternero ni explican el aumento del metabolismo resultante del proceso patológico. Las soluciones electrolíticas pueden administrarse junto con leche o sustitutivos lácteos. Apoyar a la ternera con una nutrición adecuada acelera la restauración de su epitelio intestinal y suele mejorar su salud e inmunidad.