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Cebaderos de carne

PorW. Mark Hilton, DVM, DABVP
Revisado/Modificado abr 2014 | Modificado oct 2022

    En cebaderos de vacuno, el ganado joven en crecimiento se alimenta con una ración alta en energía para producir carne comercializable al menor coste de ganancia de peso. Según el peso corporal con el que comienzan y la edad del ganado, el periodo de alimentación varía de los 60 días a los 12 meses. El éxito de un cebadero moderno depende de un excelente manejo, un clima económicamente favorable y estar relativamente libre de eventos desafortunados como enfermedades epidémicas o aumentos inesperados de costes (p. ej., alimento) o descensos en el precio recibido por el producto final. El concepto de enfermedad debe incluir todos los factores identificables que causan un rendimiento subóptimo: deficiencias en los piensos y sistemas de alimentación, la compra de tipos indeseables de ganado y la enfermedad clínica y subclínica.

    El veterinario del cebadero es responsable de mantener una salud óptima en los animales a través de los siguientes cuidados. 1) Realización de visitas regulares al cebadero. La frecuencia de visitas depende del tamaño del cebadero, la época del año, la experiencia del personal, aunque los animales hayan llegado recientemente, y el grado en que el veterinario sea contractualmente responsable del programa de salud animal completo. 2) Estar disponible para visitas de emergencia al cebadero cuando se detecten brotes de enfermedades epidémicas. 3) Realizar necropsias durante las visitas y entrenar al personal del cebadero para hacerlas otras veces. 4) Examinar los animales enfermos para asegurar que los diagnósticos realizados son razonablemente precisos y los tratamientos se están aplicando según el protocolo sanitario establecido. 5) Examinar, analizar e interpretar regularmente los datos de salud y producción animal y hacer recomendaciones en un informe escrito. Debe determinarse la eficacia de la detección de animales enfermos basada en tasas de respuesta y recidiva y las tasas de mortalidad, y debe también valorarse y analizarse regularmente la eficacia del programa de revisión de nuevas incorporaciones, que incluye las vacunas usadas y las medicaciones empleadas. 6) Seleccionar y prescribir todos los fármacos usados en el cebadero, dando consejos específicos sobre el uso de los fármacos, y establecer un programa para evitar residuos. 7) Comentar con el gerente del cebadero y otros consultores el estado global de salud y de producción, estableciendo objetivos sanitarios y productivos, y monitorizar los logros. 8) Comparar el cebadero con otras explotaciones. El veterinario debería producir un informe mensual que compare los costes de procesamiento, los costes de tratamiento y las pérdidas por muerte según el peso a la llegada y los días en cebo.

    Cuando el veterinario consultor no está disponible inmediatamente, un veterinario local puede servir como un recurso valioso para el cebadero. Si forma parte del equipo de cuidados sanitarios del cebadero, el veterinario local puede hacer contribuciones importantes al programa sanitario.