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Examen de aptitud reproductiva de la yegua

PorPatricia L. Sertich, VMD, DACT
Revisado/Modificado feb 2021

Se recomienda una evaluación reproductiva extensa en la yegua que presente una fertilidad desconocida o dudosa. Pueden diagnosticarse anomalías, e instaurarse una terapia apropiada para corregir cualquier problema antes de que se programen las cubriciones. Un plan coordinado de manejo debe desarrollarse basado en el historial reproductivo de la yegua, los tratamientos previos, los hallazgos tras las exploraciones, los resultados de pruebas de laboratorio y el uso previsto.

Los especialistas en reproducción examinan rutinariamente las yeguas para conocer firmemente su potencial reproductor antes de comprarlas o cubrirlas o cuando una yegua es estéril. Un examen completo de aptitud reproductiva incluye:

  • examen de los genitales externos y la glándula mamaria

  • palpación y ecografía por recto de los genitales internos

  • exploración vaginal manual y visual (vaginoscopia)

  • cultivo aerobio de un hisopo/muestra endometrial

  • evaluación citológica de un hisopo/muestra endometrial

  • evaluación histológica de una muestra de biopsia endometrial

En el caso de una yegua, sana, joven y virgen, pueden ser suficientes la palpación y la ecografía por recto para determinar la presencia de un útero de tamaño y consistencia normales, ovarios activos normales y un cérvix funcional. Debe evaluarse la conformación perineal. Ha de realizarse una exploración vaginal manual para confirmar que el himen está patente. Si hay evidencia de neumovagina o vaginitis, por lo general presente en potras delgadas, en forma y en movimiento, o si se observa líquido o secreción uterinos, están indicados un hisopo endometrial y una biopsia.

En yeguas posparto, se requieren una palpación y una ecografía vía rectal para evaluar la involución uterina. Debe realizarse una exploración vaginal manual para establecer si el aparato reproductor se traumatizó durante el parto. La evaluación minuciosa del cérvix requiere una palpación manual por vagina de este tras la ovulación del celo del potro, cuando la yegua está en diestro o bajo estimulación progestativa. La yeguas que sufrieron problemas en el parto (p. ej., distocia, retención de placenta) requieren un examen más extenso. Todas las yeguas posparto tienen una endometritis transitoria durante la involución uterina; por ello, los frotis uterinos y la biopsia suelen proporcionar información más útil si se retrasan ≥3 semanas tras el parto.

Las yeguas estériles precisan un examen de aptitud reproductiva profundo. A veces, la histeroscopia, un análisis endocrino o un cariotipo pueden proporcionar información adicional.

Indicaciones e historia en el examen de aptitud reproductiva de la yegua

Para garantizar que se exploran todas las partes del tracto genital, puede ser útil disponer de un formulario estándar de examen de salud reproductiva para registrar los hallazgos de la exploración. El caballo debe identificarse con exactitud.

Determinar el momento del ciclo reproductivo y del ciclo sexual es esencial para una correcta evaluación e interpretación de los resultados de las pruebas de laboratorio. El historial debe incluir la longitud previa y el carácter del celo, cubriciones y sus resultados, terapia y problemas reproductivos específicos. En particular, las observaciones histológicas de una muestra de biopsia endometrial reflejan el momento del ciclo reproductivo de las yeguas y cualquier actividad intrauterina (cubriciones, tratamientos, partos). Aparte del historial, el estado de la yegua vacía debe confirmarse antes de hacer cualquier operación (p. ej., frotis endometrial, biopsia endometrial, palpación cervical manual directa) que comprometiera una gestación en curso.

Sujeción en el examen de aptitud reproductiva de la yegua

La mayoría de las yeguas se pueden inmovilizar con la mano o se pueden colocar contra la pared del establo con los cuartos traseros situados en la entrada. En el caso de yeguas difíciles de controlar, un lazo o un bocado pueden proporcionar una restricción a corto plazo que permite la finalización de la exploración. En situaciones ocasionales en las que el temperamento de la yegua puede suponer un riesgo de que se lesione ella o el examinador, puede usarse una inmovilización química. Una combinación de acepromacina (0,02 mg/kg) y xilacina HCl (0,3-0,5 mg/kg) IV funciona bien para tareas breves. La administración intravenosa de detomidina HCl (0,01 mg/kg) seguida de tartrato de butorfanol (0,02/kg) puede facilitar procedimientos más prolongados en yeguas rebeldes. Si es posible, los genitales externos deben evaluarse antes de que los tranquilizantes se administren, porque el uso de los fármacos alterará el tono y la competencia del perineo.

Examen físico en el examen de salud reproductiva de la yegua

La cola de la yegua debe envolverse y atarse a un lado. En la cola y en la parte interna del muslo debe examinarse la presencia de exudado seco indicativo de infección del genital o de manchas de orina que pueden asociarse con charcos de orina o incontinencia. Debe comprobarse el tamaño y la forma del clítoris. Una yegua con un clítoris excesivamente grande puede haberse androgenizado, ya sea por una excesiva administración de hormonas exógenas durante la gestación o por hormonas endógenas en un trastorno de intersexualidad (trastorno del desarrollo sexual). Los labios vulvares tienen buen tono y grosor y forman la primera barrera del útero contra contaminantes ambientales. Los labios vulvares deben separarse para determinar la competencia del pliegue vestibulovaginal. Si se aspira el aire de la vagina, la hembra puede ser propensa a neumovagina y puede requerir vulvoplastia (operación de Caslick).

Para las operaciones por el recto, el examinador, usando una manga de exploración limpia con lubricante soluble en agua, debe primero vaciar el recto de heces. La palpación y la ecografía por recto permiten comprobar el aparato genital interno. Cada parte del sistema genital debe palparse sistemáticamente. Por lo general, se usa una sonda de ultrasonido lineal de 5-10 mHz en tiempo real, que da lugar a un corte rectangular y transversal de la imagen de la estructura escaneada, en las exploraciones con ecografía del tracto reproductivo. El tamaño del ovario y su carácter, así como la presencia de una fosa de ovulación deben notarse. Los folículos que no dan eco deben medirse y contarse, y la presencia de cuerpos lúteos que dan mucha señal ecográfica deben anotarse. Los oviductos normales no se examinan de forma rutinaria porque su tamaño normal impide la palpación y la ecografía.

El tamaño, forma y el contenido del útero deben comprobarse. El útero de la yegua tiene forma de T, con los cuernos perpendiculares al cuerpo del útero. Está suspendido en el canal pélvico por el ligamento ancho, que está unido dorsalmente a la región sublumbar. La ecografía permite una evaluación y medida exactas de los cuernos uterinos. El tamaño y el carácter de cualquier quiste endometrial anecoico deben anotarse como referencia para que su presencia no se confunda con el embrión durante las exploraciones en la gestación temprana.

El útero tiene varios pliegues que aumentan el área superficial de la luz uterina. Los pliegues endometriales deben evaluarse cuidadosamente durante la palpación por recto deslizando los pliegues a través de los dedos del examinador a lo largo de cada cuerno. La consistencia de los cambios uterinos cambia a lo largo del ciclo sexual. Durante el estro, los pliegues endometriales pueden volverse edematosos, haciendo que los cuernos uterinos tengan área alternas de hipo- e hiperecogenicidad cuando se observa una sección transversal ecográficamente. A medida que progresa el estro, el edema en los pliegues endometriales disminuye de modo que es mínimo en el momento de la ovulación. Tras la ovulación y el desarrollo del cuerpo lúteo, el útero se estimula por la progesterona, el tono uterino aumenta y los pliegues endometriales ya no están edematosos pero todavía son palpables en el diestro. Después de 14-18 días de gestación, los pliegues no se palpan fácilmente debido al gradual pero marcado aumento del grosor de la pared uterina.

La longitud, la anchura y el tono del cérvix son palpables por recto; sin embargo, la evaluación completa del cuello uterino requiere una palpación directa por vagina. Una evaluación cervical también sirve como bioensayo, porque el cérvix se modifica en respuesta al estado hormonal esteroideo de la yegua. Durante el anestro, las concentraciones séricas de esteroides ováricos son bajas y el cérvix es corto, delgado y abierto o cerrado, pero se abre con facilidad. Tras la primera ovulación de la estación y durante los posteriores periodos de diestro, las concentraciones séricas de progesterona están incrementadas y el cérvix está cerrado y tiene tono, con una forma cilíndrica alargada. Durante el celo, las concentraciones séricas de progesterona son bajas y las de estrógenos altas; el cérvix está relajado y edematoso. La exploración vaginal visual (con espéculo) permitirá una evaluación adicional del carácter del cuello uterino.

Algo de orina en la vagina (urovagina) puede darse de forma esporádica o ser un problema crónico. Las yeguas con urovagina pueden tener un patrón de evacuación y el endometrio puede mostrar evidencia histológica de irritación crónica. El cuello de la vejiga puede usarse para indicar el límite caudal de la vagina durante la ecografía. La vagina puede ecografiarse dorsal a la vejiga de la orina y examinarse por si existe acumulación de flujo que responde al ecógrafo en la zona caudal del cérvix. Un diagnóstico definitivo de urovagina precisa una observación directa de la orina en la vagina con vaginoscopio.

Muestras endometriales para cultivo aerobio y citología en el examen de aptitud reproductiva de la yegua

Antes de tomar un frotis endometrial, el estado de no gestante de la yegua debe confirmarse debido a que el frotis podría conducir al cese de la gestación. El perineo se lava con povidona yodada, se aclara y se seca. El operador se coloca una manga estéril o una manga de exploración limpia, con la mano cubierta con un guante estéril. Se pone en la palma de la mano y en el antebrazo un lubricante soluble en agua libre de productos bacteriostáticos. Cuando se obtiene una muestra de frotis endometrial, el vestíbulo, la vagina y el cérvix deben atravesarse. Debe tenerse cuidado para evitar la contaminación del frotis por microorganismos de las estructuras posteriores al útero, que dificultarían una interpretación segura de los resultados del cultivo.

Un frotis uterino taponado con un doble seguro se guía con cuidado a través del extremo craneal del cérvix. Una vez dentro del cuerpo uterino, el protector interno avanza desde el protector externo y el hisopo se expone a la luz uterina durante 30-60 s. La punta del hisopo se retira a la protección interna, que luego se retira a la protección externa antes de que todo el instrumento de hisopado se extraiga del cuerpo uterino. La punta del frotis se coloca con cuidado en un sistema de transporte, el cual es vital para mantener la viabilidad de los organismos desde el momento de la recogida de la muestra hasta el cultivo aerobio en el laboratorio. El medio de transporte de Stuart puede mantener los microorganismos hasta 72 horas si se conserva a temperatura ambiente. Se puede tomar una segunda muestra endometrial inmediatamente después de la primera o simultáneamente con un hisopo uterino o un cepillo de citología. Esta muestra se enrolla sobre un portaobjetos de microscopio, se fija y se tiñe con una tinción tipo Romanowsky y se observa microscópicamente en busca de pruebas citológicas de neutrófilos, restos y microorganismos.

Se puede realizar un lavado uterino de bajo volumen en yeguas con resultados de cultivo negativos a pesar de los signos clínicos obvios de endometritis. Se infunde solución salina estéril (60-150 mL) en el útero usando un sistema cerrado con un catéter uterino pequeño. Se administra oxitocina (20 UI, IV) para mejorar la evacuación uterina. El efluente se recoge por gravedad y luego se transfiere a un tubo de centrífuga estéril y se centrifuga. El sedimento se frota a continuación, se coloca en un medio de transporte y se somete a cultivo aerobio. Se puede hacer un segundo hisopo del sedimento para un examen citológico después de la tinción.

La mayoría de los laboratorios de microbiología siembran los frotis de endometrio en agar sangre de oveja al 5 % para observar el crecimiento general y en agar MacConkey para el crecimiento de microorganismos gramnegativos, tras lo cual se incuban en aerobiosis a 37 °C.

Los microorganismos comúnmente aislados que se asocian con la endometritis incluyen:

  • Estreptococos beta-hemolíticos (90 % Streptococcus zooepidemicus, 10 % S equisimilis).

  • Escherichia coli.

  • Pseudomonas sp (65 % P aeruginosa)

  • Klebsiella pneumoniae

Los microorganismos aislados que se suele sospechar que son contaminantes incluyen:

  • Estreptococos α-hemolíticos

  • Actinobacillus equuli

  • Salmonella enteritidis

  • Especies similares a Pasteurella.

  • Staphylococcus sp

  • Enterobacter sp

  • Acinetobacter sp

  • Proteussp

  • Citrobactersp

  • Alcaligenes sp

  • Aeromonas sp

En la mayoría de los casos, el crecimiento de una pequeña miscelánea de microorganismos no es significativo. Un fuerte crecimiento de cualquier microorganismo debe considerarse significativo, a menos que se haya producido una contaminación obvia. Los signos clínicos deben correlacionarse con los resultados del cultivo para determinar la importancia clínica y desarrollar un plan terapéutico. El aislamiento de un organismo transmitido de forma venérea, como Taylorella equigenitalis (requiere un sistema de cultivo especial) y ciertas cepas de Pseudomonas y Klebsiella, se considera un resultado significativo. En ocasiones, los microorganismos causantes de piometra pueden no detectarse en cultivo aerobio porque ciertos productos de la reacción inflamatoria impiden su crecimiento.

Los resultados del cultivo aerobio del frotis endometrial deben usarse como un diagnóstico adjunto y no como el único determinante en el diagnóstico de una infección uterina. Un resultado de cultivo positivo debe acompañarse con pruebas de inflamación para que se diagnostique endometritis. Las yeguas que muestran signos clínicos de infección (flujo uterino tal como se aprecia en la exploración por ecografía rectal, cola enredada o descargas uterinas y la presencia de células inflamatorias vistas en una tinción de una muestra uterina) con un cultivo de hisopo endometrial positivo son propensas a padecer endometritis. La inflamación que se aprecia en la evaluación histológica del endometrio confirma el diagnóstico de endometritis. En estos casos, los resultados del cultivo son útiles para determinar la sensibilidad de los microorganismos culpables y para establecer un plan de tratamiento antimicrobiano.

Los siguientes antibióticos ( ver la Tabla: Uso de tratamiento antibiótico intrauterino en las yeguas) se han usado para la infusión uterina diaria (3-7 días), diluyéndolos en suero salino estéril a un volumen de infusión de 60-100 mL. Se puede considerar la administración sistémica de antibióticos si el microorganismo, la situación de manejo y la facilidad del tratamiento lo indican. Se pueden administrar dos dosis de ácido libre cristalino de ceftiofur de acción prolongada (6,6 mg/kg, IM) con 96 horas de intervalo para mantener una concentración sérica adecuada durante 10 días, que puede ser un tratamiento eficaz para la endometritis debida a S zooepidemicus.

Tabla
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Biopsia endometrial en el examen reproductivo y sano de la yegua

Se suele obtener una biopsia endometrial después de que se hayan tomado muestras de cultivo endometrial. Debe tenerse en cuenta que la manipulación del endometrio puede causar rápidamente una respuesta neutrofílica en el endometrio. La preparación para la biopsia es la misma que para tomar un frotis (véase anteriormente). El contenedor del instrumental para la biopsia debe tenerse cerrado durante la colocación para prevenir una rotura accidental de la vagina, del cérvix o de los guantes de exploración. El instrumental se guía manualmente con la mano enguantada a través del aparato genital caudal en la luz uterina. Mientras se mantiene en su sitio dentro del útero con la mano sin guante (externamente), la mano con guante se retira cuidadosamente del aparato genital y se coloca en el recto para permitir la colocación del contenedor del instrumento de biopsia en la superficie ventral luminal de la base de un cuerno uterino. Después se abren las mandíbulas del instrumento, la pared uterina se presiona contra el costado de la cesta, que por lo general dirige un pliegue endometrial hacia dentro de la cesta, y las mandíbulas se cierran. Las mandíbulas deben mantenerse cerradas mientras el instrumental se retira del aparato genital. El tejido debe sacarse cuidadosamente del contenedor y colocarse en líquido de Bouin. Si la muestra no se va a procesar en pocos días, debe transferirse a etanol al 70 % o formol al 10 %.

No es raro que se observe una pequeña cantidad de sangre del útero tras la biopsia. El procedimiento de la biopsia no perjudica a la fertilidad, y las yeguas pueden concebir tras cubriciones que se produzcan durante el estro en el que se ha hecho una biopsia.

La evaluación histológica del endometrio proporciona información sobre el pronóstico de la capacidad de una yegua de gestar un potro a término. El contenido luminal puede indicar la presencia de flujo uterino o de exudado. La altura de las células epiteliales está relacionada con el estado hormonal; las células son cuboides durante el anestro y columnares, de tamaño pequeño a grande, durante la época de actividad sexual. Las células transepiteliales pueden indicar una inflamación activa. El patrón, el carácter y la localización de la inflamación indicarán el grado de cronicidad de la respuesta (los neutrófilos son indicadores de una reacción aguda y los linfocitos y las células plasmáticas indican una reacción crónica). Un patrón celular focal o difuso, la frecuencia o inflamación de las células y el grado de infiltración (de leve a grave) están relacionados con la gravedad de la inflamación. La evidencia histológica de la inflamación significativa, en combinación con el crecimiento de microorganismos del cultivo aerobio de un frotis endometrial y la presencia de signos clínicos de infección (flujo uterino, descarga uterina) apoyan la decisión de que un endometrio se beneficiaría de una terapia para reducir la inflamación.

El conocimiento del patrón de la distribución de la fibrosis periglandular y la gravedad de esta son útiles para el pronóstico. La fibrosis que afecta a grupos de glándulas ("nidos fibróticos") se cree que es clínicamente más significativa que la fibrosis de glándulas individuales. La fibrosis periglandular puede interferir en la función endometrial glandular y puede ser un factor causal de mortalidad embrionaria temprana. Durante la gestación suele producirse una distensión glandular, pero no es normal una distensión glandular quística diseminada en la yegua no gestante. La distensión glandular quística se asocia a menudo con una fibrosis periglandular y puede ser el resultado de una acumulación de secreciones glandulares proximal a la oclusión de la glándula endometrial por la fibrosis periglandular.

Los endometrios se clasifican en 4 categorías que intentan predecir la capacidad de llevar un potro a término. La categoría I indica que no hay cambios significativos presentes en el endometrio y que no se precisa tratamiento. La tasa de fertilidad estimada es del 80-90 %. Un endometrio con alguna fibrosis periglandular notable no se puede clasificar en la categoría I. La categoría II es una amplia categoría que incluye a la mayoría de las yeguas. Se ha dividido en categoría IIA, yeguas con cambios menos marcados, y categoría IIB, yeguas con cambios más marcados. La tasa de fertilidad estimada es del 50-80 % en yeguas con la categoría IIA y del 10-50 % en yeguas con la categoría IIB del endometrio. A menudo, la terapia puede mejorar el estado del endometrio reduciendo la inflamación, la distensión glandular quística y las lagunas linfáticas. Una mejoría del endometrio puede permitir una mejor reclasificación posterior. No hay tratamiento eficaz para reducir la gravedad de la fibrosis periglandular. La categoría III es la clasificación más desfavorable, y estos endometrios muestran cambios marcados y diseminados, que incluyen fibrosis periglandular o inflamación. La tasa estimada de partos es <10 % en yeguas con endometrios de categoría III. Se debe recordar que un patrón diseminado de distribución de cambios entre leves y moderados puede ser más perjudicial que cuando se producen cambios más fuertes que no son frecuentes y solo afectan a glándulas individuales.

Durante la interpretación de los hallazgos en la evaluación histológica de una muestra de biopsia, el grado de un endometrio normal no afectado es más significativo que la presencia de una lesión en particular. En las yeguas estériles con un endometrio de categoría I o IIA, deberían investigarse como posible causa de infertilidad otras anomalías reproductivas o un mal manejo de la reproducción.

Exploración vaginal en la reproducción y el examen de salud de la yegua

El perineo se limpia, aclara y seca antes de la exploración visual de la vagina con espéculo. Los labios vulvares se separan y el espéculo se avanza cranealmente en un ángulo ligeramente dorsal de tal modo que pase por encima y a través del pliegue transversal (vestibulovaginal) de la vagina. Cierta resistencia contra el espéculo por el pliegue de este tejido indica un buen tono y función. Se necesita una luz fuerte para ver adecuadamente el cérvix y la pared vaginal. El carácter del cérvix refleja el estado hormonal de la yegua. A medida que se retira el espéculo, debe tenerse en cuenta si el pliegue vulvovaginal ocluye la vagina. Es importante la competencia del pliegue vulvovaginal porque forma la segunda barrera del útero contra los contaminantes externos.

La evaluación exhaustiva de la integridad y competencia del cuello uterino solo puede lograrse mediante palpación digital directa por la vagina mientras la yegua está bajo estimulación con progesterona endógena o exógena, de modo que el cuello uterino esté cerrado. El cuello uterino forma la tercera barrera del útero contra los contaminantes externos.

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