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Diagnóstico de gestación en el ganado vacuno

PorJonathan Statham, VetMB, FRCVS, DCHP
Revisado/Modificado mar 2023

    Se recomienda el diagnóstico de gestación para aumentar la eficiencia reproductiva. En los rebaños de vacas de carne, la época de cubriciones (monta natural o IA) se establece con una duración ideal de 60-70 días. Esta cantidad de tiempo le da a la vaca un promedio de dos o tres montas para concebir. Es importante identificar a las vacas no gestantes o que se inseminaron tarde; si se mantienen en el rebaño, parirán más tarde en la temporada. Los costes de mantenimiento son significativos, aunque pueden variar ampliamente entre explotaciones y de un año a otro. Las vacas al final de la gestación tienen menos oportunidades de criar el año siguiente en una ventana de parto de tiempo fijo y, por tanto, es más probable que fallen al concebir.

    El diagnóstico de gestación de vacas de carne debe realizarse poco tiempo después de que termine la época de cubriciones (p. ej., 45-60 días); si esta comienza el 1 de junio y concluye a principios de agosto, la determinación de gestación se puede llevar a cabo a finales de septiembre, cuando las vacas todavía están en buena condición corporal tras el pastoreo de verano. Siendo así, es rentable y beneficioso vender a las vacas vacías antes de que aumente el precio de la alimentación en invierno.

    Cuando se observa un exceso de repetición de celos o se sospecha que existen problemas de rendimiento del toro, tiene mucho valor hacer un diagnóstico ecográfico temprano de gestación 50 días después del inicio de la temporada de reproducción. Un objetivo que se ha de alcanzar en las vacas de carne es que el 65 % quede gestante en el primer ciclo; a los 50 días, esto se puede valorar como el éxito en la determinación de la gestación ~30 días después de la cubrición. La IA suplementaria o la adquisición de nuevos toros o semen puede realizarse rápidamente en los casos en los que se detecta un escaso éxito, junto con una investigación adicional.

    Las vacas lecheras deben examinarse para determinar su estado de gestación y, si se encuentran abiertas, pueden tratarse con hormonas de fertilidad y prostaglandina F2alfa para inducir el celo, o con programas específicos de sincronización en la IA programada. En las vacas no gestantes o que no se han detectado en celo, la decisión sobre qué hormonas usar para inducir el celo se basa en la evaluación de los ovarios en busca de cuerpo lúteo, folículos y quistes ováricos.

    El método más común para determinar la gestación y evaluar los ovarios es la palpación transrectal; sin embargo, el uso de la ecografía es cada vez más frecuente. El examen ecográfico puede tener las siguientes ventajas:

    1. Las vacas no gestantes se pueden identificar antes (28-32 días después de la cubrición) y se puede determinar el estado de los ovarios y el útero.

    2. La viabilidad del embrión o del feto se puede evaluar, por ejemplo, mediante la visualización de un latido cardiaco fetal.

    3. Los gemelos se pueden detectar más fácilmente.

    4. Se puede determinar el sexo del feto.

    5. La edad del embrión se puede estimar con mayor precisión.

    6. Al productor se le puede mostrar el embrión, lo que puede ser tranquilizador en casos de pérdidas embrionarias.

    Otros exámenes sanitarios en el rebaño deben considerarse mientras se está diagnosticando la gestación. Estos pueden ser una evaluación detenida de la condición corporal, aparato reproductor, pezones y ubre, pezuñas y patas, dientes y lesiones precoces de neoplasia ocular. Las vacunaciones, el control de parásitos internos y externos y la alimentación de los terneros de carne también pueden llevarse a cabo en este momento.

    Están surgiendo otros métodos de determinación de la gestación (p. ej., se han identificado biomarcadores de la gestación). Las células binucleadas de la placenta bovina producen glucoproteínas asociadas a la gestación, proteinasas que se encuentran en el suero materno y en la leche cuya concentración varía durante la gestación. Las concentraciones de glucoproteínas en sangre de las vacas gestantes tienden a aumentar rápidamente entre los 24 y 28 días de gestación. A los ~60 días se observa una disminución en la concentración de glucoproteínas; posteriormente, sin embargo, la concentración de glucoproteínas aumenta continuamente desde la mitad hasta el final de la gestación, alcanzando su punto máximo en el parto.

    La pérdida de gestación inducida se asocia con una disminución de las glucoproteínas en la sangre materna, y las vacas con un valor anómalo de glucoproteínas en el día 35 de gestación tienen 10 veces más probabilidades de sufrir muerte fetal. Sin embargo, dado que los niveles de glucoproteína pueden variar por varias razones, estos métodos a menudo se benefician de la confirmación diagnóstica adicional por parte de los veterinarios.