La distocia es previsible que ocurra en ~10-15 % de las novillas de primer parto y en el 3-5 % del ganado adulto. Aunque no puede eliminarse de un rebaño, su incidencia puede reducirse mucho tomando las decisiones de manejo adecuadas antes de la época de cubriciones y durante la gestación. La distocia es un problema de bienestar importante y debe ser objeto de control.
Nutrición para el manejo del parto en el ganado vacuno
Las novillas y vacas deben mantener su condición corporal antes del parto; sin embargo, un exceso de peso provoca una acumulación excesiva de grasa en la ubre y reduce la producción de leche. El exceso de deposición de grasa en la pelvis también puede causar distocia. Un buen estado corporal ayuda a la facilidad en el parto, al regreso temprano del ciclo estral y también a la producción de leche. Se debe lograr un equilibrio entre una condición coproral excesiva, que potencialmente provoca distocia, y una condición corporal insuficiente que da lugar a un subestro/anestro posparto.
Instalaciones para el parto del ganado vacuno
Es posible que muchos rebaños necesiten contar con salas de parto. Estas deben estar en buenas condiciones y funcionar bien antes de que comiencen los partos. Las condiciones meteorológicas, las diferencias geográficas y la experiencia local suelen indicar cuánta atención y cuidado individual necesitarán los terneros inmediatamente después del nacimiento. Las zonas de partos (p. ej., naves de partos, pequeños campos de pastoreo) deben estar limpias, secas y protegidas contra las condiciones meteorológicas adversas. También es necesario contar con un área limpia para atender los problemas de distocia.
El parto en un zona limpia, separada del resto del rebaño, ayuda a reducir las enfermedades de los terneros, especialmente la diarrea y la paratuberculosis (enfermedad de Johne). En explotaciones grandes, la disponibilidad de varios pastos pequeños para partos que permitan la rotación regular puede ayudar a disminuir la acumulación de patógenos. Cuando las salas de parto se usen durante el mal tiempo, deben limpiarse y desinfectarse entre un parto y otro. Las tecnologías como la televisión de circuito cerrado de alta resolución (CCTV) y los sensores de identificación por radiofrecuencia conectados a los teléfonos inteligentes han surgido como ayudas valiosas para el manejo de los partos.
Parto en el ganado vacuno
Es necesario observar estrechamente el parto para determinar si será necesario y cuándo prestar ayuda al animal. Las alertas de CCTV o de sensores pueden ser inestimables en este proceso. El trabajo del parto se divide en tres etapas:
El estadio 1 comienza con contracciones uterinas y dilatación del cérvix y finaliza con el paso del amnios y parte del feto a la vagina. Esta etapa puede durar de 1 a 24 horas; 1-4 horas es normal.
El estadio 2 se caracteriza por contracciones abdominales, debidas a que el feto está en el canal vaginal y finaliza con la expulsión del feto a través de la vulva. El nacimiento debe esperarse en 1-4 h en el caso de las novillas. Una vaca adulta debe parir en <3 horas si la presentación del ternero es normal; si en 1 hora se observa que el parto no progresa, debe pedirse asistencia.
La intervención inapropiada o el estrés del grupo social pueden interrumpir el parto. Las estrategias de sincronización de partos se basan en la necesidad de minimizar los cambios en el grupo social en el momento del parto, porque estos cambios sociales están asociados con cambios en la ingesta de materia seca, así como con el parto interrumpido y un mayor riesgo de mortinatos.
El estadio 3 es la expulsión de las membranas fetales y el inicio de la involución uterina. Las membranas fetales se suelen expulsar durante las 12 horas siguientes al parto.
Dar de comer a las vacas antes del parto a última hora de la mañana (11-12 am-mediodía) y nuevamente por la noche (9:30-10 pm) fomenta que las vacas paran de día (7 am-7 pm), cuando es más probable identificar un problema y disponer de ayuda.
El parto suele ser difícil tanto para el feto como para la madre. Muchos factores afectan al grado de dificultad, como la raza, la edad, la nutrición y el área pélvica de la madre, la raza y el genotipo del padre, la duración de la gestación y el sexo, tamaño, posición y presentación del feto. Algunos de estos factores están directamente relacionados con el manejo, y los problemas asociados con ellos pueden prevenirse.
Cortesía del Dr. Jonathan Statham.
Cuando se produce una distocia, la supervivencia de la vaca y el ternero dependen de si reciben la asistencia apropiada. Esto requiere la identificación del problema, disponer de instalaciones apropiadas y de ayuda adecuada. Un retraso en la asistencia puede significar la pérdida del ternero o lesión o muerte de la vaca. Sin embargo, es importante dar tiempo suficiente para que la madre dilate antes de aplicar cualquier tracción. Antes de ayudar en el parto, se debe hacer una determinación exacta de la posición del feto y corregir cualquier presentación anormal. Si el ternero es simplemente demasiado grande como para pasar a través del canal sin peligro para la vaca o para sí mismo, puede ser necesario hacer una cesárea o prestar otra ayuda quirúrgica.
Manejo tras el parto en ganado vacuno
Los lotes lodosos, el hacinamiento, la suciedad, el frío y las inclemencias del tiempo hacen que el ternero sea más vulnerable a los agentes patógenos. Un espacio adecuado para los comederos (es decir, 1 metro por vaca recién parida) y un espacio para tumbarse en los corrales con cama (esto es, 1,25 m2/1000 kg de producción de leche) son factores clave para que las vacas lecheras recién paridas maximicen la ingesta de alimento y minimicen el riesgo de mala higiene de la ubre para las vacas. La ingestión adecuada de calostro para los terneros es crucial en este momento. La prevención de la transmisión de la enfermedad de Johne de la vaca al ternero neonato es una consideración importante en la higiene del parto y en la recogida y suministro del calostro.
Transferencia pasiva de inmunidad en el ganado vacuno
Los terneros reciben la inmunidad pasivamente de la madre a través de la ingestión de calostro. El sistema inmunitario del ternero está inmaduro en el momento del nacimiento y depende de la adquisición de inmunidad pasiva para la protección contra enfermedades en los estadios tempranos de su vida. Las inmunoglobulinas (IgG e IgM) y los linfocitos pasan directamente a través del intestino al sistema circulatorio del ternero para proporcionar la inmunidad. La habilidad del intestino de absorber estas grandes moléculas y células es un fenómeno transitorio; el cierre total del intestino se produce a las 24 horas, y la absorción ha disminuido de forma significativa a las 6-8 horas de edad después del nacimiento.
La ingestión de las cantidades adecuadas de calostro de alta calidad tan pronto como sea posible después del nacimiento es importante para la supervivencia del ternero y su crecimiento. Los terneros con fracaso de la transferencia pasiva (FTP) tienen 3-9 veces más probabilidades de enfermar antes del destete, y cinco veces más probabilidades de morir antes del destete que los terneros con una adecuada transferencia pasiva.
La minimización de la incidencia del FTP debe centrarse en el manejo de la distocia, la nutrición apropiada y la intervención para los terneros con alto riesgo de FTP. Las vacas que sufren distocia se deben ordeñar inmediatamente, y el ternero ha de someterse a alimentación forzada de calostro para garantizar su ingestión. Objetivo: 3-4 litros. El objetivo debe ser de 3-4 L tan pronto como sea posible después del parto, por sonda nasogástrica según sea necesario. Las vacas con mala conformación de la ubre o mastitis se deben ordeñar y el calostro se ha de suministrar al ternero para asegurar su consumo a tiempo.
Los suplementos de calostro pueden no resultar adecuados, como se ha demostrado en ensayos clínicos controlados, para elevar los niveles séricos de IgG, pero pueden ser inadecuados para elevar las concentraciones séricas de IgG, como han demostrado los ensayos clínicos controlados. La vacunación de la vaca antes del parto con antígenos causantes de la enfermedad entérica en los terneros puede ser un complemento útil para un buen manejo general para reducir la morbilidad. El manejo higiénico del calostro es vital para una absorción eficaz, y se debe considerar la pasteurización cuidadosa o el enfriamiento de los recipientes con tapa.